Capítulo 179
Si no hacía nada hoy, y luego recordaba que le debía algo a este hombre, eso sería una tortura mental aún mayor.
Después de comprender esto, Esther inhaló profundamente y dijo: “Espera! ¡Puedo ayudarte!”
Adrián se detuvo.
Era como un vampiro que aún conservaba un poco de humanidad luchando contra sus propios deseos instintivos mientras enfrentaba a un humano con sangre tentadora…
Adrián entrecerró los ojos con ferocidad, “¿Por qué?”
Esther se acercó a él, vaciló un momento, y luego desató la faja de su bata de baño, “Esto es una emergencial Considéralo un acto de humanidad. Además, eres guapo y tienes un buen cuerpo, asi que no pierdo nada al ayudarte. ¡Vamos!”
Cada una de sus palabras tocaba precisamente sus puntos sensibles, sin emociones, solo imparcialidad.
Adrián, reprimiendo su emoción interna, la miró profundamente: “Si ahora no fuera yo, sino otro hombre en esta situación delante de ti, ¿también serias tan amable de ayudarlo?”
Esther asintió, “Si es un buen hombre, lo haría!”
Adrián tenía la intención de dejarla ir, pero su respuesta determinada lo hizo enojar aún más.
En otras palabras, no habia nada especial en él. ¿Ella actuaria de la misma manera con otros hombres?
Adrián extendió su brazo como si estuviera castigandola y lo colocó alrededor de la cintura de la chica, mirándola fijamente, “Bueno, ya que la amable Srta. Galán es tan compasiva, lo aceptare.”
Esther tenia algo más que decir, pero un beso apasionado se acercó rápidamente, silenciando sus palabras.
Adrián la levantó y la arrojó a la cama, su cuerpo fuerte encima de ella, su mano grande y áspera apartando suavemente el cabello suelto de su rostro, preguntándole, ¿Te arrepientes ahora?”
Esther estaba mareada por el beso, cerró los ojos y se negó a enfrentarlo, diciendo con determinación: “No me arrepiento de hacer algo bueno“.
Los ojos de Adrian brillaban con llamas ardientes mientras se reia irónicamente, “Muy bien, aunque te arrepientas ahora, no te dejaré ir. Querida Srta. Galán, en adelante, no permitiré que llores!”
Esther estaba sumida en una confusión interna, sabia que estaba cayendo cada vez más en esta situación, pero intencionalmente atribuía todas sus reacciones a la ‘ayuda” que estaba brindando, ignorando cualquier otra emoción que pudiera surgir como resultado.
De esta manera, su relación con Adrián sería más fácil de manejar en el futuro, no sería tan complicada, y seguiría siendo solo una relación de trabajo que podria terminar en cualquier momento.
Después de una noche de pasión…
Cuando desperto, ya era de dia.
Esther se movió y sintió un dolor en todo su cuerpo, como si alguien la hubiera desmontado y vuelto a armar.
Estaba sola en la cama. Encontró una bata de baño y se la puso para salir de la cama.
Planeaba ir al baño, pero notó que la puerta de la habitación estaba entreabierta y se escuchaba a alguien hablando en el pasillo. Era la voz de Pablo Hernández
Se acercó para echar un vistazo…
*Señor Gómez, los secuestradores de ayer ya han sido capturados, pero su lider niega rotundamente conocer a sus subordinados y tenía una coartada sólida. No se encontraron pruebas de comunicación entre él y sus secuaces en sus dispositivos y la policia no puede hacer nada más que liberarlo nuevamente“.
“Encuentra a esa persona y haz que venga a verme.”
“Entendido.”
Adrián dio media vuelta y abrió la puerta, viendo a Esther somnolienta de pie en la puerta, frunció el ceño, “Ya despertaste?”