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Capítulo 169
Al escuchar los pasos de Adrián acercándose, el corazón de Irene empezó a latir a mil por hora, él estaba viniendo, el hombre de sus sueños, su futuro soporte, estaba a punto de venir y abrazarla!
Sin embargo, Adrián simplemente pasó por su lado sin mirarla, yendo directamente hacia la puerta de la suite
Irene se quedó congelada, extendiendo la mano y llamándolo Sr Gómez?S Gómez por qué se va así? ¿A dónde va? No se marche, Sr. Gómez, me duele mucho, ayúdeme…
Adrián no respondió, y simplemente se fue
Irene queria levantarse y correr tras el pero no podia porque estaba desnuda no había tiempo para buscar ropa.
¿Qué estaba pasando? Eso no estaba bien!
En cada plato que su madre cocinaba siempre añadia ese tipo de hongos, que bastaba con que los hombres comieran un poco para que reaccionarant
¡El Sr. Gomez habia comide su comida!
¿Por que entonces, al ver su cuerpo, seguia tan indiferente, sin ninguna reacción?
Adrian salio del ascensor, su rostro frio desprendia una sensación helada
Hacia unos minutos, estaba reconsiderando su relación con Esther, preparándose para tener una buena charla con ella.
Esther le pidio que se encontraran en el hotel, pero resultó que queria que conociera a otra mujer que obviamente intentaba seducirlo!
Realmente no le importaba si su marido era tentado por otras mujeres!
Nunca le había tomado en serio?
Al pensar en eso, Adrian apretó los puños con rabia.
Su teléfono vibró de repente, una llamada desconocida entró y Adrian respondid
“Adrian, es tan tarde y tu esposa aún no ha vuelto a casa, no te preocupa? Ni siquiera la has llamado!”
Adrán se detuvo bruscamente: “¿Quien eres?”
“No importa quien soy ella está conmigo ahora!”
Adrian sonrio con indiferencia. “De verdad? Entonces puedes quedarte con ella, puedes hacer lo que quieras con ella”
La persona al otro lado del teléfono casi no sabia qué decir: “Adrian! ¡Debe haber un error, ella es tu esposal”
Adrian respondio con calma: “Si pierdo a mi esposa, puedo encontrar otra.”
Dicho esto, no dudo en colgar.
Al otro lado del teléfono.
Era un terreno baldio abandonado, dentro de un almacén deteriorado.
Despues de colgar el telefono, el secuestrador escupió al suelo con ira, luego se volvió y miro a Esther, atada a una silla, burlandose “Pense que eras muy importante para ese Adrian, parece que eres inútil!”
El secuestrador habia puesto el teléfono en altavoz y Esther habia oido claramente la conversación.
La actitud y las palabras de ese hombre eran aterradoramente frias.
Esther parecia desanimada, no estaba demasiado sorprendida por ese resultado, pero se sentia un poco decepcionada y se rio de sí misma.
Realmente penso que ese hombre gastaria una gran cantidad de dinero para rescatarla, después de todo, el mismo había dicho una vez que podía darle
todo excepto amor
¡Que ridiculo! Realmente creyó en ell
Solo era un peón, su vida o muerte no importaba en absoluto para ese hombre, ni siquiera merecia una pizca de su tiempo y energía.
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