Capítulo 1250
Después de que la empleada le sirvió a Adrán un vaso de agua con miel, se lo pasó para que lo bebiera
Adrián tomó un par de tragos y luego hizo un gesto con la mano
Los sirvientes no insistieron más y se retiraron a un lado
Marisol se sentó a su lado, mirándolo con preocupación “Ve a darte una ducha para despertarte, jes increible que a tu edad aún te emborraches hasta perder el
sentido!”
Adrián parecía tener un poco de dolor de cabeza, se apoyó en el respaldo del sofá, con una mano en la frente cubriéndose los ojos, sin responder a las palabras de
su abuela
Mansol notó un destello de luz en el bolsillo de su traje, estiró la mano y sacó su teléfono móvil.
En la pantalla del teléfono apareció un número desconocido, Marisol pensó por un momento, sus ojos se iluminaron y contestó la llamada…
Adr, ya llegaste a casa?”
Escuchó la voz preocupada de Sofia.
El rostro de Mansol cambió un poco y respondió. “Si, ya flegó a casa. Sofia, no te preocupes, ive a descansar!”
Al escuchar la voz de Marisol, Sofia pareció sorprendida, luego dijo con sensatez “Esta bien, Abuela, también deberias descansar!”
Después de colgar el teléfono, la anciana se frotó la frente, Adr. ¿qué piensas hacer ahora? ¿Planeas aceptar a Sofia o quieres que Esther regrese?”
Él habló sin mostrar ninguna emoción en su voz. “Abuela, ¿pensaste que la llamada era de Esther?”
Mansol guardó silencio
Eso era lo que había pensado.
Adrian solto una nsa fria, “En este momento, aunque yo realmente muriera, ella no vendría“.
Mansol frunció el ceño, “No, Esther no es asi. Adri, sé que te importa, creo que deberías buscar la oportunidad de hablar con ella claramente, debe haber malinterpretado tu relación con Sofia”
Malentendido?
¿Si fue un malentendido, vendría enojada a buscarlo, dándole una oportunidad para explicarse?
¡Pero ella había estado desaparecida durante medio año!
¿Cuando se volvieron a encontrar, incluso llevaba una máscara, temiendo que la reconociera y la molestara?
¿Ya no le importa?
Adnan soltó otra nisa fria, su rostro lleno de sarcasmo y enojo
“Lo siento por hacer que te preocupes por mis asuntos personales. Resolveré esto, deberias ir a descansar.”
Después de decir eso, se levantó y tomó su teléfono, luego subió al segundo piso con paso tambaleante…
Veronica se acercó y dijo. “Abuela, el malentendido entre mi hermano y Esther es tan profundo…
Mansol suspiro y dijo. Has contactado a Josefina? ¿Qué dijo de Esther?”
Veronica respondió “Le pregunté, Josefina dijo que se quedaría a dormir en la casa de Esther esta noche, dijo que ella está bien.”