Capítulo 1208
Jimena miró a Brayan con seriedad, “Esto es un asunto de adultos, los niños no deben intervenir! Bueno, me voy a dar un baño y después te llevaré a casa. Si vuelves tarde, tu hermano podria enojarse y darte una paliza!”
Brayan se levantó de inmediato y protestando indignado: “¿Cómo puedes decirme eso? Jimena, ¿acabas de hacer el amor conmigo y ahora dices que soy un niño?”
Jimena se irritó con su cuestionamiento, le miró friamente, “Si sigues asi, no jugaré contigo mañana”
Al escuchar esta amenaza, Brayan suavizó inmediatamente su tono, “Dime, a quién vas a recoger mañana? ¿Es un hombre o una mujer? Aunque sé que por motivos de trabajo tienes que tratar con hombres, no me gusta que vayas a recoger a otros hombres! Si lo haces, quiero ir contigo!”
Jimena le respondió resignada: “Es una mujer! Mañana voy a recoger a mi jefa, no a otra persona.”
Al escuchar esta respuesta, Brayan se alegró de inmediato. “Esther? Finalmente la encontraste?”
“Si.”
“Entonces yo también voy! Quiero ir con ustedes a recoger a Esther, hace mucho tiempo que no la veo!”
Jimena acarició suavemente la barbilla de Brayan y le pregunto: “¿Cómo vas a ir? ¿No tienes que ir a la escuela mañana?”
Brayan respondió: “Puedo tomarme un dia libre!”
Jimena sonrió, “Entonces debes pensarlo bien, si tu hermano se entera de que faltaste, será aún más dificil que te deje salir a verme en el futuro” A Brayan le preocupaba mucho este asunto. Lo consideró seriamente y dijo: “No debería haber problema! Si le digo a mi hermano que voy a recoger a Esther, seguramente estará de acuerdo, él también ha estado buscandola.”
La expresión de Jimena se volvió sena, “No, no puedes decirle nada a tu hermano por ahora.”
“¿Por qué? Mi hermano ha estado buscandola todo, jestaria muy feliz si la encontramos!”
“Si no tienes el consentimiento de Esther personalmente, no puedes revelar esto. De lo contrario, me estarías traicionando.”
“Esta bien, ino se lo dire a mi hermanol ¡No te traicionare!”
“Levántate, voy a tomar un baño.”
Brayan seguia acosandola como un niño, “Jimena, ¿estás cansada?”
Jimena se puso en alerta de inmediato. “¿Te atreves? Deja de fastidiar, tengo que levantarme temprano mañana!”
Brayan, como un perro abandonado, se aferraba a Jimena para hacerle cariño, “Está bien, hoy no molestaré! Tendremos más oportunidades!”
Jimena sonrió irónicamente “Los jóvenes son tan enérgicos! Suéltame, déjame tomar un baño!”
Finalmente, Brayan obedeció y soltó su mano…
A la mañana siguiente, Sergio y Jimena llegaron a la mansión de Pedro en las afueras.
Esther habia pasado la noche sin dormir, ya había empacado todas sus pertenencias y solo estaba sentada en la sala esperándolos
pacientemente
Al ver a personas desconocidas entrar, los sirvientes de la casa estaban muy alerta y se preparaban para llamar a Pedro e informarle de la
situación
Sin embargo, antes de que los sirvientes pudieran hacer la llamada, Pedro entró por la puerta principal…
Pedro se mostró sorprendido al ver a Sergio y Jimena que estaban ayudando a Esther con su equipaje. Luego, dirigió su mirada a Esther que estaba lista para partir, y le preguntó “Esther, ¿estás planeando irte? ¿A dónde vas?”