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Capitulo 1162
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Capítulo 1162
Leonardo soltó un bufido y dijo: “¡Nunca debería haber permitido que Esther estuviera con Adrián!“.
Pedro le dio una palmadita en el hombro: “No te preocupes, estás incapacitado ahora, espera aquí las noticias. Voy a buscar a Esther por ti“. Después de decir eso, se giró elégantemente y se fue.
Leonardo miraba la espalda de Pedro, frunciendo el ceño profundamente y suspirando. Cuando encontrara a Esther, tenía que llevarla de vuelta a casa, ¡no podía permitir que siguiera sufriendo en la familia Gómez!
En medio de la noche.
El avión aterrizó.
Adrián casi voló de regreso a casa, entró en la casa sin siquiera decir hola a sus abuelos, subió directamente las escaleras en busca de pistas en su habitación. El aroma de su champú favorito aún persistía en la habitación, pero ella no estaba allí.
Abrió el armario y vio que ninguna de sus ropas había desaparecido, no se había llevado nada. ¿Se fue de nuevo? ¡Se fue sin decirle adiós, igual que la última vez! ¿Por qué?
Adrián golpeó la puerta del armario con el puño, haciendo mucho ruido y despertando a Verónica, que aún no se había dormido. Cuando ella entró, y vio que Adrián tenía una expresión muy seria, le preguntó con cuidado: “¿Hermano, volviste?“.
Adrián levantó la cabeza hacia ella y le preguntó directa
“¿Dijo algo antes de desaparecer esta mañana?“.
Verónica negó con la cabeza: “No… Actuaba normalmente, ni vo ni la abuela notamos nada raro, no sé por qué…
Adrián apretó los puños, mordiéndose los dientes: “¿Quién
Verónica respondió confundida: “Ella misma dijo que se
palomas. Como la abuela la adora, ella accedió…”
dio
o permiso para llevarla afuera?!“.
sentía agobiada en casa y quería salir a dar un paseo, ir al parque a alimentar a las
Adrián tomó un respiro profundo y respondió: “¿Y ahora que la perdimos, están contentos todos?“.
Verónica respondió inocentemente: “Hermano…”
En ese momento, Sofía, que había regresado con Adrián, entró y trató de mediar: “Adri, no culpes a Vero y a la abuela, no lo hicieron a propósito. Ahora lo más importante es encontrarla, ¿verdad?“.
Las venas de la frente de Adrián estaban hinchadas, ¿acaso no sabía que lo más importante era encontrarla? ¡Sus hombres habían estado buscando durante todo el día y no habían encontrado ninguna pista! ¡Dónde más debería buscarla!
Verónica miró sorprendida a la mujer que acababa de aparecer, examinando su atuendo, que no parecía estar de moda en s país, preguntó con precaución: “¿Quién es esta mujer?“.
Antes de que Adrián pudiera decir algo, Sofía se acercó a ella con una sonrisa y se presentó animadamente: “¡Me llamo Sofía! conozcas, pero Adri solía hablarme mucho de ti“.
Verónica frunció el ceño y le preguntó: “¿Eres muy amiga de mi hermano? ¿Por qué estás en nuestra casa?“.
Sofía respondió: “Si, somos muy amigos, nos conocemos desde hace muchos años“.
vero, tal vez no me
Verónica la miró con más desconfianza. ¿Esa mujer decía que ella y su hermano eran muy amigos? ¿Cómo era que nunca supo que su hermano conocía a esa mujer?
Hace algunas noches atrás, su hermano y Esthe
tuvieron una pelea, no sería por esa señorita, ¿verdad?
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