Capitulo 1111
Capítulo 1111
Pedro experimentaba lo que se sentia estar enamorado de alguien, pero se dio cuenta de que esa sensación era similar a la de un corazón roto.
A un lado, Leonardo apretó fuertemente sus puños, resistiendo el impulso de atacar a Adrián Decidió hacer la vista gorda y salir de ahi
Giro la cabeza para irse, pero vio la cara de Pedro, con una expresión de desamor que nunca habia visto antes.
Leonardo era un tipo listo, entendió rápidamente lo que estaba pasando, frunció el ceño y le hizo un gesto a su amigo “Basta de mirar! No importa cuánto mires, ella no es tuya“.
Pedro volvió en si, pareció un poco avergonzado de que su amigo le hubiera leido la mente, se encogió de hombros y se burló de sí mismo. *¡Vamos, Leo! No seas tan directo. Quizás un día Esther se cansará de Adrián y yo tendré una oportunidad“.
Él se quedó atónito por un momento, frunció el ceño mientras lo miraba “¿Estás hablando en serio?”
Pedro se echó a reir y dijo con total sinceridad: “¿Parece que estoy bromeando? ¿Cuándo me has visto perder la compostura asi por una mujer?”
Leonardo lo miró con seriedad. “De todos modos, necesitas controlarte! Eres amigo de Adri y los demás, no puedes seguir acosando a su
esposa
Su amigo respondió con desden. “De todos modos, ellos nunca me han visto como un buen tipo, ¿por qué debería importarme lo que piensan?”
La mirada de Leonardo reveló un atisbo de desprecio. “Ya te han dado una oportunidad. Si no hubieras acosado a las mujeres de Gerald y Johan, no te habrian alejado. El hecho de que todavía te consideren un amigo muestra su magnanimidad. Si fuera yo, ya te habrías desvanecido del mundo“.
Pedro, con un aire de inocencia, protestó “Oye! Leo! ¿Por qué hablas asi de mi? En aquel entonces les expliqué claramente que no acose a las mujeres de Gerald y Johan, ellas me acosaron a mi, diciendo que ellos no eran serios con ellas. Yo solo les dije unas palabras de consuelo, y resultó en malentendidos. ¿Acaso tú tampoco me crees?”
El lo miró con escepticismo. “Ja! ¿Normalmente haces que las mujeres se desnuden cuando las consuelas?”
Su amigo rio “¿Me creerias si te dijera que ellas se desnudaron por su propia voluntad? Además, nunca acosé a esas dos mujeres. Creeme amigo!”
Leonardo se giró con sus muletas. “No me llames amigo, con un amigo como tú, siempre tendría problemas
Pedro lo siguió riendo. “Tienes que tener una casa para tener problemas! Leo! Tienes que pensar en tu futuro también! Mira, tu hermana ya está casada y tú sigues soltero. ¿No te sientes avergonzado?”
Leonardo se detuvo y golpeó a Pedro con sus muletas. “¡Lärgate! ¡Deja de meterte en mis asuntos! ¿Quieres seducir a mi hermana mientras eres un desastre? Te lo digo ahora, incluso si Adrián no estuviera, nunca permitiría que Esther estuviera contigo“.
Evitó el golpe de Leonardo y sonrió “¿Por qué? ¿No soy más gentil, más interesante y más divertido que Adri? Conmigo, Esther siempre estaria feliz”
El se rio con desden. “No digas tonterías! Si estuviera contigo, Esther tendria que gastar todo su tiempo lidiando con tus problemas complicados. ¿Dónde estaria la felicidad? ¿Solo serias feliz tú?*
El hombre bromeó: “Qué forma de hablar!”
Cuando llegó la noche, el cielo se oscureció.
Sergio vio a su jefa y a Adrián llegar juntos, su cara se volvió fria y rio con desden,
“Asi que Sr Gómez, has vuelto al país!”
Adrian respondió, “Si, necesitas algo de mi esposa?”
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