Capítulo 1068
Felipe se sintió un poco perdido, bajó la cabeza y suspiró, luego levantó la mirada de nuevo, mirándola con determinación, Esther, si quiero decir, si algún día vuelves a estar soltera, yo…
“Oye, ¿qué te parece Verónica?” Esther interrumpió con una sonrisa, parecia que sabia lo que él iba a decir y lo cortó a tiempo.
Felipe se quedó atónito. “¿Qué?*
Esther sonrió, “¿Qué impresión te da ella?”
Felipe se sorprendió un poco, “Eh… Está bien, hay algún problema?”
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Esther sonrió. “Si está bien, entonces está bien. Ya es muy tarde, no te detendré más. El chofer de Verónica está afuera, te llevará a casa.”
El adiós cortes y educado dejó a Felipe un poco incomodo, no se sentia bien seguir con lo que no había terminado de decir, asintió con cortesia y se despidió, luego se dio la vuelta y se fue.
Esther observó como Felipe se alejaba hacia el coche, luego ella también se dio la vuelta para regresar a casa.
Sin embargo, al darse la vuelta, vio a Verónica acercándose a ella con un aire de desafio, preguntándole con disgusto: “Oye, Esther! ¿Qué estabas hablando con Felipe?”
“No dije nada” Esther estaba un poco cansada, tenia que levantarse temprano al día siguiente para ir a Villa Ibarra, no queria discutir más con ella.
Verónica no era una persona fácil de convencer, se cruzó de brazos frente a Esther, “Si no me lo dices, illamaré a mi hermano y le diré que has estado viendo a otros hombres a sus espaldas!”
Esther cruzó los brazos despreocupadamente, dijo con una sonrisa desafiante en su rostro, “Adelante, llama. En Albaria es la mañana ahora, mi hermano debería tener tiempo para atenderte.”
Por supuesto, Verónica solo queria asustar a Esther para que le contara sobre su conversación con Felipe, pero olvidó que Esther no era una persona que se asuste fácilmente.
Pero en ese momento que ya lo habia dicho, era un poco incómodo….
Esther bostezó. “Vas a llamar? Si no lo haces, me voy a dormir. ¿Podrías hacerme un hueco?”
Verónica dijo con enojo, “Hmph! ¡Llamare! ¡Si no me lo dices, mi hermano te preguntará!”
Dicho eso, Verónica realmente sacó su teléfono y llamó a su hermano…
Esther entrecerró los ojos, mirando el teléfono de Verónica.
No esperaba que Verónica realmente llamara, porque por mucho que esa chica se hiciera la dura normalmente, tenia miedo de su hermano y no se atrevió a ser arrogante frente a Adrián.
Pero ya que ella ya había hecho la llamada, estaba interesada en ver si Adrian responderia y qué diria.
El teléfono sono durante mucho tiempo, nadie contestó al otro lado, justo cuando Esther y Verónica pensaban que no habia esperanza, la llamada fue respondida…
Sin embargo, la voz que se escuchó al otro lado del teléfono no fue la de Adrián, sino la de una mujer con una voz sexy y profunda.
“¿Hola?”
Esther se encogió un poco, mirando sorprendida el teléfono con sus fríos ojos.
Veronica queria demostrarle a Esther que tenía el valor de hacer esa llamada, por eso puso el teléfono en altavoz. Sin embargo, cuando una voz femenina sono al otro lado del teléfono, ise quedó muy sorprendida!
¡Dios miol¿Interrumpió algo privado de su hermano?
“¿Quién eres? ¿Por qué tienes el teléfono de mi hermano?” Verónica preguntó con cierto disgusto.