Capitulo 1041
“Señora, esta vez no pienses en escapar, necesitamos explicarle esto a Gustavo“.
Adriana, como si estuviera loca, empujó a los sirvientes. “Larguense! ¡Quiénes se creen que son! ¡Cómo se atreven a controlarme!”
Los sirvientes, engañados en el pasado, ya no eran tan corteses. Dos de ellos se adelantaron y controlaron a Adriana, mientras los demás se encargaban de recoger sus cosas.
Adriana solo habia estado alli menos de un dia, asi que prácticamente no había nada que recoger. Los sirvientes recogieron sus cosas y se prepararon
para irse
Antes de irse, el lider de los sirvientes escuchó un llanto que venia del dormitorio y envió a alguien a investigar
“¡Es el chico que la señorita adopto! ¡Parece que se lastimo y está llorando en el suelo!”
El lider de los sirvientes fue a ver y efectivamente, vio a Max acurrucado en un rincón, temblando de miedo en el suelo y sollozando débilmente. Se veia muy patético.
Adriana fingio preocupación y dijo: “Ay! ¿Cómo se pudo haber caido el niño? Rápido, miren si está lastimado! Si se lastimó, tenemos que llevarlo al hospital de inmediato”
El lider de los sirvientes estaba un poco en guardia, ya que antes, la señora y la señorita habian escapado usando la enfermedad de Max…
Se agacho y examinó al niño que estaba en el suelo. Confirmó que Max estaba realmente lastimado esta vez y se sintió algo incómodo.
Adriana instó: “¿A qué están esperando? ¡Lleven al niño al hospital ahora mismo!”
El lider de los sirvientes frunció el teño y preguntó “Señora, la lesión de Max no parece ser de una caida. ¿Qué pasó?”
Adriana parpadeo nerviosamente, “Cómo voy a saber cómo se lastimo? Los niños pequeños son tan descuidados y su madre no está aqui, puede haberse lastimado mientras caminaba No importa cómo se lastimo, sueltenme, tengo que llevar a Max al hospital para un chequeo!”
Dicho eso, Adriana intentó liberarse para ir a recoger al niño del suelo
Al oir eso, Max, que estaba acurrucado en el suelo, se asustó aún más.
Adriana no pudo liberarse del control de los sirvientes. Sin la orden del lider, ninguno de ellos se atrevería a soltarla
El lider de los sirvientes pensó por un momento y dijo: “Señora, no tiene que preocuparse por Max. Gustavo ya nos ha ordenado que lo llevemos de vuelta y que esté a cargo del señor de la familia Gómez y la Srta. Galan“.
Al escuchar eso, Adriana se asusto. Luego, frunció el ceño con determinación. No puede ser! ¡Absolutamente no! Max es mi nieto, nadie puede llevárselo de mi lado! Si no puedo ver a mi nieto, no me ire felizmente con ustedes a la mansión! ¿Qué sentido tiene mi vida si voy alli sola? Podria terminar mi vida ahora mismo!”
Dicho eso, Adriana parecia estar a punto de morderse la lengua y terminar con su vida.
Al ver que su señora quería terminar su vida, el lider de los sirvientes se apresuró a detenerla. “Señora, tiene que calmarse!”
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