10:19
Capitulo 1009
Jacinta la miró con desprecio y frialdad en sus ojos. Te crees capaz de meter cizaña entre Patricia y yo? ¿De verdad pensaste que te iba a creer? Esther, maldita seas por tus malas intenciones.”
Después de unos minutos, asegurándose de que la mujer jamás despertaría, Jacinta fingió terror y corrió hacia la casa de los Gómez, gritando “Socorro, Sr Florencio, Sra Marisol, Verónical Salgan rápido, Esther ha sido atropellada!”
El mayordomo Jose fue el primero en sali, con una expresión de asombro, “¿Qué dijo, señorita Jurado?”
Jacinta lloraba, “Apenas hace un momento, después de que Esther me acompañó, le dije que no tenî que seguir conmigo, pero ella insistió en acompañarme hasta que tomara un taxe. No pude rechazar su oferta, asi que acepté Pero de repente, un coche salió de la nada y la atropello, jel conductor huyo
“¿Qué?”
Marisol y Florencio, que acababan de salir escucharon la explicación de Jacinta Marisol, asustada, casi se desmay, pero Florencio que estaba en su silla de ruedas, la sostuvo a tiempo para evitar que cayera.
Florencio más calmado, preguntó “¿Cómo está ahora, dónde está?“
Jacinta, con lagrimas en los ojos, respondió: “Esther está tirada allá afuera, sangrando mucho intenté reanimarla, pero no respondió
Marisol se llevo la mano al pecho, como si estuviera a punto de sufrir un ataque al corazón
Su esposo con el ceño fruncido, preguntó Llamaste a una ambulancia?”
Jacinta, visiblemente nerviosa, nego con la cabeza, “No, estaba tan alterada que se me olvidó. Voy a llamar ahora.”
Florencio le ordenó a José con sevendad: “Ve a ver a Esther, llama al doctor de la familia antes de que llegue la ambulancia”
Jose ya habia enviado a alguien, “Sil Señor Gomez, Adri…”
Florencio pensó por un momento, “No le llames todavia, para que no se preocupe y tenga un accidente en el camino
Jose estuvo de acuerdo con Florencio y se apresuro a seguir al médico…
Marisol sintiendo una opresión en el pecho, agarró su vestido, las lágrimas flulan de sus cariñosos ojos, “Espero que Esther esté bien.
intento levantarse para ir a ver por ella misma, pero su esposo la detuvo, “En este momento, es mejor que no añadas más caos. Si te desmayas, deberia atender primero el medico, a ti o a Esther?”
La anciana, consciente de su estado de salud, escuchó a su esposo, se secó las lágrimas, se sentó y tomó algunas pildoras para el corazón.
La sirena de la ambulancia resono
El hospital olia a muerte y desinfectante
La luz de la sala de emergencias permanecía encendida, la gente fuera de la sala tenia caras sombrías, algunos con lágrimas.
Adrian solo se enteró de lo ocurrido después de una reunión y se dirigio inmediatamente al hospital
Leonardo fue el primero en llegar después de recibir una llamada de Jacinta
Al ver que Adrian tardó tanto en llegar, Leonardo soltó sus muletas y le propind un puñetazo, “Bastardo, así es como cuidas a mi hermana!”