Capitulo 473
Natalia no estaba de humor para de lidiar con Brisa. Ayudado por su guardaespaldas, se acosió en la cama.
Brisa intenté sembrar discordia, pero para su sorpresa, Natalia no picó el anzuel
Con los dientes apretades y visiblemente enfadada Brisa se fue
Después de que Brisa se fuera, Natalia le dijo a su guardaespaldas: “No le digas a Sr. Roldán que Brisa estuvo aquí“.
Ella sabia que estos guardaespaldas eran los ojos de Ricardo,
Cada uno de sus movimientos, lo que comia, lo que bebla toda estaba bajo la vigilancia de Ricardo.
El guardaespaldas frunció ligeramente los labios, Sra. Roldan, descanse bien“.
Obviamente, él no sabia cómo responder, asi que optá por evadir.
Natalia tomaba medicación todos los dias. Se suponía que deberia estar mejorando gradualmente, pero para su sorpresa, su estado de salud empeoraba cada dia. También empezó a dormir cada vez más
Beatriz quiso visitarla, pero fue detenida por la seguridad. Enfurecida, llamo a Ricardo para reprenderlo. Natalia trató de calmaria, pero antes de poder terminar de hablar, se sintió abrumada por el sueño y se quedó dormida.
Beatriz estaba funosa, pero no recibió respuesta de Natalia. Resignada, colgó el teléfono.
Mansión de Castil
Al mirar el reciente mensaje del guardaespaldas, el rostro de Ricardo se puso preocupado: “No decias que tenias una forma de encontrar un antidoto?” Paula tampoco esperaba que la condición de Natalia fuera tan grave
“Esta toxina habia sufrido varias mutaciones, por lo que no era fácil encontrar la enzima desintoxicante. Dame un poco más de tiempo. Lo haré lo antes posible“.
Paula sabia que la única razón por la que Ricarde estaba dispuesto a trabajar con ella era por Natalia.
Si algo le pasaba a Natala, habla una buena posibilidad de que Ricardo rompiera el contrato.
No queria tener problemas con Ricardo, y también tenia un cando por Natalia. No queria verla sulnr.
Ricardo cerró el documento “Sa Castillo, le day otro medio mes. Si para entonces no ven el efecto, no me culpe por romper el contralo“.
“Lo entiendo“.
Paula y Hicardo hablaron durante mucho tiempo. Antes de irse, Paula preguntó “Escuché que la Sra. Torres fue encerrada por usted. ¿Cómo está?”
“No se recupera bien“.
“No piensas decirle sobre el bebé? Paula estaba confundida. ¿Por qué Ricardo no le decla directamente a Natalia que el bebé no habla muerte por su culpa, sino que no había podido sobrevivir?
“Le encantaba ese niño. No quiero que se sienta mal“.
Paula soltó una risa fria. ¿Así es como se ve el amor?
“Sr. Roldán, déjeme aconsejarle, es mejor no mantener en secreto a la Sra. Torres sobre nuestra cooperación De lo contrario, definitivamente se arrepentira cuando llegue el momento“.
Paula solo necesitaba usar a Ricardo para aumentar aus propias fichas. Aparte de eso, no tenia ningún interés en
De hecho, le encantaria ver a Ricardo y Natalia viviendo felices juntos.
‘Eso es asunto mic‘. Ricardo se lue.
En la amplia sala de estar, Paula cogió una rosa de la mesa y la acarició con cuidado. Después de un rato, un olor vino desde la cocina. Inconscientemente se tupo la boca-
Su estómago se rolvid, sintiéndose tan mal que queria vomitar.
Paula apenas púdo reprimir las náuseas. Entró en la cocina y vio a la sirvienta preparando la cena,
“¿Qué te pasa, Srta. Castillo?”
Paula frunció el cero: “No cocines nada que huela fuerte de ahora en adelante“.
Solo con el olor se sentia mal.
La sirvienta respondió nerviosa
Natalia estaba cada vez más tiempo despierta. Rcardo pasaba la mayoría del tiempo en al hospital. Graciela vino un par de veces, pero como Natalia no queria hablar con ella, poco a poco dejó de visitarla..
En uno de sus raros momentos de lucidez, Ricardo le ayudó a Natalia a cambiar de ropa para el invierno: “Mañana es Ao Nuevo. Te llevard a dar una
Según el plan original, ess Nochevieja, el debería haber llevado a Natalla de vuelta a la Mansión da Roldan, para recibir el Año Nuevo con surfermie
Nataliu tenis dolor en su herida, pero se negó a usar una silla de ruedas, insistiendo en caminar por al misma.
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Capitulo 479
Ricardo le ayudó a ponerse las botas. Dentro de ellas habla una capa gruesa de lana, cálida y suave, se sentia como si estuviera caminando sobre nubes. “Vamos”
Ricardo le tendió la mano.
Natalia evitó su mano. Con los dientes apretados, se puso de pie: “Quiero ver a Angel”