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Capítulo 49
En el salón privado del hotel
No sabia si había sido a propósito o no, pero a pesar de haber tantos lugares disponibles, todos dejaron el asiento al lado de Leila para Rubén.
Cuando Ruben regresó de su llamada, solo quedaba el asiento junto a Leila
Valerie, preocupada, le susurró a Leila. Leila, quieres que cambiemos de lugar?”
Leila negó con la cabeza Cambiar de asiento en ese momento seria demasiado obvio, ¿verdad?
Leila intentó manejar la situación de la forma más discreta posible. La primera mitad de la cena transcurrió sin problemas, pero luego Eduardo, ya borracho, comenzó a recordar el pasado de forma melancólica. Incluso le dijo directamente a Leila: “Leila, no tienes idea de cuánto te admiraba antes Eras tan apasionada en el amor! ¿Por qué no terminaste junto al Sr. Estévez? Venga, Leila, vamos a brindar por el amor y la juventud‘
Eduardo le pasó a Leila un vaso lleno con un fuerte licor
Despues de años sin verse, los viejos amigos siempre tenían mucho de que hablar en las reuniones. Después de tres copas, todos estaban un poco borrachos
Todos se levantaron para incitar a Leila y decirle “Venga, Púas tiene razón! ¡Por el amor y la juventud! Leila, tienes que beber esta copa.”
Leila, viendo la situación, sabia que no tenia escapatoria si no bebia
Valerie, que acababa de someterse a una operación de apendicitis, no podia beber a la ligera. De lo contrario, si hubiera sido por su carácter habitual, ya habria bebido por Leila.
Leila sabia que no podia evitar beber ese día, por lo que levantó su copa y se la bebio de un trago
“No esperaba que Leila fuera tan valiente! Viviana, brinda con Leila ¿Ustedes no eran compañeras de cuarto?” Propuso Eduardo
Viviana, muy generosa, levantó su copa y sonrió hacia Leila: “Leila, esto es por ti.”
Leila ya se habia bebido unas pocas copas a lo largo de la noche y ya estaba un poco colorada. Sonrió y negó con la cabeza: “No aguanto mucho
el alcohol, me pongo muy incómoda cuando estoy borracha ¿Qué tal si tomo jugo en cambio?”
“Eso es aburrido. ¿Que tal si jugamos a Quarters? Si ganas, yo bebo, si pierdes, bebes dos copas.” Propuso Viviana, que siempre era tan desinhibida
Leila rapidamente se nego: “No puedo, no sé jugar”
“Entonces juguemos a Piedra, Papel o Tijera.” Interrumpió Rubén con una voz suave, como si simplemente estuviera haciendo una sugerencia casual
Leila no pudo evitar mirarlo y en su interior deseó matarlo.
Viviana se no: “Entonces asi sera. Si ganas, bebo yo y puedes pasar al siguiente desafio. Si pierdes, debes seguir desafiandome hasta que me ganes¿Que tal?”
La propuesta de Viviana fue interesante y todos asintieron. Si Leila se negaba, ella seria la que desentonaria
Eduardo dijo: “Estamos aqui para pasar un buen rato, Leila, ¡no lo dudes más!”
Leila fue acorralada y se vio obligada a participar en el juego. Sin embargo, ya sea por suerte o no, Leila superó todos los desafios sin problema hasta que llegó a Rubén
Cuando levantó la vista y se encontro con la mirada de Rubén, Leila se quedó paralizada.
El bullicio que había hasta hacia un momento se desvaneció e incluso se podia oir el sonido de una aguja cayendo al suelo.
Capitulo 50