Capítulo 31
En el auto.
El pequeño recién recogido de la escuela, en ese momento estaba sentado en la silla de seguridad para niños en el asiento trasero, no muy
ordenado
Rubén a su lado, lanzó una mirada profunda a la hoja de examen del niño, luego tomó un profundo aliento y se giró para preguntarle: “Izan, dime, ¿cómo te fue en el examen?”
“Me dieron una ‘E. Izan Estévez, sentado en la silla de seguridad para niños, anunció orgullosamente su calificación.
Karl, sentado en el asiento del copiloto, contuvo la risa.
Karl aprendió del niño que siempre habia alguien mejor que uno mismo.
Rubén miró fijamente a Izan con ojos profundos, ese chico era prácticamente su clon, excepto por su personalidad…
“Ultimo de la clase, ¿tienes alguna dignidad? Dime, ¿cómo conseguiste esa E?” Rubén se contuvo a duras penas de tirar al chico del auto y le pregunto.
Izan frunció sus suaves labios, luego sonrió y dijo: “Respondi correctamente una pregunta de opción múltiple y obtuve una “E”
Al escuchar las palabras de Izan, Rubén volvió a abrir el examen, mirando donde deberían estar las respuestas, no había ninguna, en cambio estaba lleno de garabatos que decían Rubén no es humano‘.
La única respuesta en todo el examen era la pregunta de opción múltiple que acertó
Mirando el examen, Rubén estaba furioso, pero su ira se desvaneció rápidamente, después de todo, el niño ya había hecho eso en varias
ocasiones
Señaló en el examen donde decia ‘no es humano y pregunto: “¿Sabes lo que significa esto?”
Izan se detuvo, y miró a su padre con desden: “Siempre estás buscando niñeras, ni siquiera te fijas en como lucen“.
El niño miró a Rubén con un aire de superioridad.
Rubén miró al niño con interès: “¿Qué pasa con esas niñeras? ¿No son de tu agrado?”
Dicho eso, Rubén le echó una mirada significativa a Karl
Karl afirmo que ya había ayudado a buscar niñeras de todas las edades para el chico, pero ninguna era adecuada, ¿acaso era su culpa?
Izan de repente desabrochó su cinturón de seguridad, miró seriamente a Rubén y le dijo: “Ruben, ¡solo tengo cinco años! Deberías buscarme una madrastra, no una niñera. La maestra dijo que los niños con madres son tesoros, los que no tienen son hierba ¿Quieres criarme como hierba para alimentar a los cerdos?”
Ruben: “…”
Viendo que su padre parecia molesto, Izan lamió nerviosamente sus labios y se abrocho de nuevo el cinturón de seguridad.
Ruben sacó un cigarrillo como de costumbre, queriendo encenderlo, pero al ver al niño a su lado, decidió guardarlo.
Al ver que su padre permanecia en silencio, Izan le dijo con una sonrisa forzada: “Rubén, fuma! Temo que si no fumas, me pegarás. Así que mejor fuma!”
Rubén tiró el cigarrillo a la basura y miró a su hijo diciendo: “No lo haré, temo que si enciendo un fuego, prenderé en llamas al hierba tonta que esta en el auto“.
Rubén parecía estar insinuando que él era el tonto. ¿Eso era una critica? Decidió hacer como que no lo entendia.
El vehiculo se quedó en silencio por un momento, Izan finalmente tuvo el valor de volver a mirar a su padre: “Papa, no necesitas buscar más niñeras para mi, puedes buscarme una madrastra decente?”
Las palabras de Izan hicieron que Rubén se girara y le pellizcara suavemente la barbilla: “Va a ser dificil encontrar a tu madrastra, pero puedo encontrar una niñera decente en el momento adecuado
“Ruben, he oido que solo los padrastros son tan duros con sus hijos.” Izan hinchó sus mejillas con expresión de pena
Rubén le acarició suavemente el pelo al chico y sonrió levemente, había algo inusual en él “No te preocupes, eres mi verdadero hijo”
Izan: