mentera, lo que hizo que Valerie también se sintiera impotente.
N
Capítulo 26
Mamá, por qué te preocupas tanto si Leila ya dijo que no hay prisa?” Valerie hizo un gesto con los ojos y cogió una manzana para comérsela.
Daniela le quito la manzana de las manos y se la dio a Leila, luego se giró hacia Valerie y le dijo: “Solo te importa comer! Trabajas para una revista de moda, ¿no deberias cuidar tu figura? Si engordas, podrían despedirte cuando salgas del hospital”
“¡Ya entendi! Mamá, eres muy molesta!” Valerie hizo un mohin y le lanzó a Daniela una mirada de descontento.
Pero Daniela ignoró por completo el disgusto de Valerie y, llena de entusiasmo, le dijo a Leila “No pasa nada si una mujer se divorcia, sigue siendo valiosa ¿Recuerdas a la Sra. Valdomar que vive en el edificio de enfrente? Su hijo tiene treinta y cuatro años, una edad adecuada. Lo importante es que es un tipo confiable, tiene una empresa de tecnologia con un amigo. No es muy guapo, pero tampoco es feo, creo que no deberias enfocarte solo en la apariencia cuando buscas un novio”
Leila no sabia como responder a la charla de Daniela
Daniela siguió aferrada a la mano de Leila y dijo: “Ese chico nunca se ha casado, tuvo una novia con la que estuvo siete años y luego terminaron. Ahora ha estado solo durante mucho tiempo. Le mencioné tu situación y dijo que no le importa que estés divorciada, creo que es muy honesto. ¿Por qué no se encuentran y conversan? Si realmente no te gusta, podrias considerarlo como un nuevo amigo, siempre es bueno tener más amigos…”
“Mama, ¿podrías dejar de actuar como una casamentera? Leila no tiene problemas para casarse.” Valerie volvió a defender a Leila.
Daniela se giró y fulmino a Valerie con la mirada “¿Estás celosa? Si Leila no quiere ir, puedes ir tu!”
Valerie se señaló la nariz y se quedo mirando a su madre con los ojos muy abiertos: Yo?”
Leila sonrio y asintió hacia Daniela: “Gracias, Daniela. Iré.”
Valerie se quedó boquiabierta al ver la expresión de Leila.
No fue hasta que Daniela se alejó felizmente para organizar la cita que Leila se rio y le dijo a Valerie: “¿Quieres agradecerme?”
Valerie golpeó el borde de su cama: “¿Te gustaría sentarte?”
Solo entonces Valerie entendió que Leila no estaba interesada en la cita, sino que quería ayudarla a manejarla. De todos modos, si su madre no encontraba a alguien para llevar a la cita, ella y Leila probablemente no tendrían paz….
Valerie miro a Daniela, que hablaba por teléfono junto a la ventana para organizar la cita, y suspiró: “Mi madre siempre se preocupa demasiado por los
asuntos matrimoniales.”
“Que quieres decir con demasiado preocupada? Todo lo que hago es para tu felicidad futura.” Daniela colgó el teléfono y miró a Valerie con una mirada
amenazante
Valerie se giro, fingiendo que todo estaba normal, y luego le dijo a Leila: “Leila, te diré algo, no te preocupes demasiado por tu apariencia cuando te encuentres con alguien en una cita a ciegas. Trata de vestirte de manera normal, asi no solo se fijarán en tu belleza. Los hombres que mi madre encontró para mi en citas a ciegas, de diez, nueve no eran confiables.”
Leila sonrio.
Daniela se acercó y agarró el brazo de Valerie: “¡Lo peor que he hecho en mi vida ha sido tener una hija tan irresponsable como tu!”
“Mama, aunque sea tan irresponsable, me has criado todos estos años, por lo que parece que me quieres mucho… Rio Valerie
Daniela respondio “Eres mi hija, por supuesto que tengo que criarte bien.”
Despues de hablar, ella se volvió hacia Leila y le dijo: “Leila, ya he organizado tu cita a ciegas para el mediodía de mañana. Mañana por la mañana te llevare a comprar ropa adecuada. Deja de hacerle caso a Valerie, cuando la tuve, fue un parto dificil, puede que tenga algo mal en la cabeza.” Valerie se quedó sin palabras.
La relación entre madre e hija era incomprensible, parecía que siempre estaban discutiendo.