Capítulo 200
Leila fue detenida por Rubén en la puerta.
Cuando ella abrió la puerta de la habitación, el libro que Rubén tenia en sus manos ya habia desaparecido
“Apostaria que no me vas a decir donde escondiste el libro!” Se paró frente a él, inspeccionando el lugar.
El bajo la vista y la elogio: “Apuestas bien”
Realmente desearia no estar tan curiosa, de verdad Se puso de puntillas para mirar detrás de Rubén. Después de todo, el lugar más peligroso suele ser el más
seguro
Rubén se volted sin preocupación, permitiéndole ver todo lo que queria, luego se gird, agarró sus hombros y le preguntó “¿Quieres dormir?”
“No cambies de tema Ella apartó su brazo, acercandose paso a paso, hasta que la empujó hasta la cama: No acordamos no tener más secretos?”
Su mirada firme hizo que él se sentara en la cama. Miraba a la seria Sra Estévez y respondió seriamente “No es un secreto entre nosotros. Es precisamente,
mi secreto
Después de terminar de hablar, dejó de resistirse y se acostó de una vez en la cama ‘Cariño, quieres dormir?”
Ella se quedó firme junto a la cama, no cayó en la trampa, y en cambio le dio una patada suave en la pierna: “¿Por qué es El pequeño ladrón de sombras?”
“Quizás porque no había un pequeño ladrón de corazones El hombre en la cama parecia pensativo.
Evidentemente, era una excusa para despistar Leila le preguntó directamente “Hablaste mal de mi en el libro?”
Apenas terminó de hablar, Ruben se sentó de golpe, agarró su muñeca y volvió a acostarse pesadamente. Entonces, Leila fue arrastrada por su peso y se cayó
sobre él
Leila puso sus manos a ambos lados de su cabeza para no aplastarlo. Ella queria levantarse, pero sus grandes manos la rodeaban por la cintura.
Su voz sensual resonaba en su oido: “Mmm, por eso temía que te sintieras mal después de leerlo. No deberias leer libros”
¿Eso lo dice un estudiante destacado? Leila por supuesto no lo creia
“Deja de bromear, sueltame primero. Necesitamos hablar“. Ella se apoyó con las manos a ambos lados del hombre, en una postura demasiado intima
Por si fuera poco el aún la sostenia por la cintura. Acababa de salir de la ducha, vestida solo con un delgado camison de seda. La mano ardiente del hombre estaba como una marca de hierro caliente en su cintura, era dificil ignorarla.
Con una mano agarró su cintura y con la otra jaló la manta, envolviendo a ambos.
¿Qué te parece si charlamos debajo de la manta?”
Cuando dijo eso, Leila se dio cuenta de cómo habia cambiado tan fácilmente de tema.
Ella dijo: “Ya no lo voy a leer”
Su tono era serio, no parecia estar coqueteando ni fingiendo estar enojada Miraba seriamente a los ojos profundos del hombre y dijo: “Si el libro contiene insultos hacia mi, me doleria. Si contiene tu amor por mi, temo que esas promesas serán olvidadas. Así que, no quiero leerlo“.
Con respecto a lo que te intriga, el tiempo te dará una respuesta satisfactorial
Al escuchar las palabras de Leila, Rubén extendió su brazo y la abrazó fuertemente. Yacian en la cama. La abrazo con dulzura, apoyó su barbilla en su cabeza y acanció suavemente su espalda
“Leonor, eres la unica en mi vida a la que no me atrevo a hacer ninguna promesa
Ella entendió lo que quería decir
Ella abrazo su cintura y hundió su cabeza con fuerza en su pecho.
Recordaba que su madre le había dicho que una persona madura y cargada de responsabilidades no suele hacer promesas con facilidad, ya que a menudo son una negación de la vida y la muerte. Quien te ama de verdad, valora tu vida más que cualquier cosa.
Después de un tiempo, levantó la cabeza rompiendo el silencio y le preguntó: “¿Aún no te has duchado?
intento salir de encima de él, pero de alguna manera, el volvió a tumbarla en la cama. Evitó la herida en su cuerpo, miraba su cara ligeramente asustada. ¿Hacemos abdominales juntos y luego nos duchamos?”
Abdominales y flexiones tienen un significado especial en su diccionario
Se sonrojó Lárgate,Ya me he duchado! ¿Quién quiere hacer abdominales contigo?”
Empujó los hombros de Rubén, con una expresión muy seria
Sola jo mencionó al pasar. Las heridas de Leila apenas habian cicatrizado, asi que no le haria nada en realidad. Pero la expresión de Leila era demasiado seria. Rubén no le dio mucha importancia La besó en la frente, luego se levantó y fue al baño
Fue entonces cuando se percato de que sus manos temblaban. Cuando Rubén cerró la puerta del baño, ella finalmente pudo respirar con alivio, pero su ceja se fruneió aún más.
Después de mucha indecisión, sacó su móvil, abrió WhatsApp y envió un mensaje
Cuando Rubén salió del baño, fue directo a su lado de la cama, se sentó junto a ella, in abrazo y apagó la luz
Deberia estar muy cansada después de un dia tan agotador, pero no podia dormir, dándoso vueltas en la cama
“¿Qué sucede?” preguntó el con preocupación
Ella guardó silencio un momento, luego preguntó: “¿Recuerdas lo que dijiste antas, sobre el amor platónito?”
“SI“, respondió él, y luego preguntó “¿Y qué má
10:00
Capitulo 200
De repente siento que ese tipo de amor es bastante bueno Tan pronto como terminó de hablar, se encendió la luz.
Ella lo miraba inocentemente “¿Qué estás haciendo?”
“Qué estás haciendo?“, Preguntó de nuevo. En medio de la noche, de repente ella le dijo que un amor platónico era bastante bueno. Su expresión ya era muy tranquila
Leila empujó a Rubén, apagó la luz y dijo “Ya lo entiendo. No soy yo la que te gusta, es el contacto fisico con mi cuerpo!”
Ruben parecia un poco inocente Volvió a encender la luz, acarició la cara de Leila y dijo: “Si crees que valoro más el contacto fisico, entonces debería estar teniendo relaciones contigo ahora mismo, de lo contrano es que no he entendido nada.”
Leila apartó la mano de Rubén, apagó la luz y dijo: Podriamos intentar un amor platónico entonces?”
Ruben bajo la cabeza y le dio un suave beso en los labios a Leila, y dijo. “Puedo aceptar cualquier manera, pero no un amor platónico. Prometo que nuestra relación será fresca cada dia Hoy podemos intentar abdominales, mañana flexiones, pasado mañana sentadillas y también planchas, yoga…”
Leila ya no podia soportarlo y rápidamente tapó la boca de Rubén “A dormir!”
Rubén volvió a encender la luz y de inmediato se volted para poner a Leila debajo de él.
Comenzó a besar a Leila Los labios de Leila eran como un pudin suave, atrayéndolo. La besaba apasionadamente, queriendo quitarle todo el aliento. Lo que comenzó como un beso de castigo se volvió cada vez más profundo y apasionado.
Leila empujaba con ambas manos su pecho, pero su cuerpo cedió.
Justo cuando estaban a punto de asfixiarse….
La puerta se abrió repentinamente desde afuera Izan se paró inocentemente en la puerta con una almohada en sus brazos, miraba con cara de pena a las dos personas en la cama y dijo: “Rubén, hay un monstruo en mi cuarto!”
Leila asustada, echó a Rubén al lado con un pie. Dijo en pánico. “No tengas miedo. No existen los monstruos, solo las personas malas!”
Ruben frunció la ceja ¿Por qué no cerró la puerta esta noche? ¿Por qué?
Rubén miraba a izan en la puerta y pregunto: “¿Por qué el monstruo no te comió?” Sabia que ese niño, aunque parecía independiente, en realidad dependia mucho
de ellos
Izan sonrió “Venci al monstruo, pero temia que la policia me atrapara. Me asusté y me levante de la cama para beber agua Y justo en ese momento vi la luz de su habitación parpadeando.”
Rubén no creyó en su histona, pero Leila sonrió y abrazó a Izan: “Voy a dormir contigo!”
Izan se acurruco comodamente en los brazos de Leila, luego le lanzó un beso volado a Rubén. Vio que Rubén parecia un poco molesto, así que le dijo a Leila: “Papa parece tan triste ¿Deberiamos dejarlo dormir con nosotros?”
Ruben