Capítulo 2
Begoña se despertó con un sobresalto, con los ojos rojos, se acercó y tomó la mano de Leonor, consolandola: “Señora, anoche tuviste un aborto
Antes de que Begoña terminara de hablar. Leonor se quito bruscamente las sábanas
La herida se volvió a desgarrar debido a su movimiento brusco El aborto” que dijo Begoña era como si alguien hubiera metido un puñado de vidrio roto
en su corazón, el dolor era insoportable
Las lágrimas brotaron de sus ojos en un instante, volvió a agarrar la mano de Begoña con desesperación, sus pupilas se contrajeron de repente, como si hubiera perdido su alma, y le grito a Begoña Begoña, quiero ver a Rubén. Haz que me devuelva a mi hijo, te lo ruego, por favor, que me devuelva a mi hijo, no quiero nada más, solo quiero a mi hijo, por favor.
Su voz se volvió suplicante al final Sin embargo, lo unico que respondió a Leila fue la cara silenciosa de Begoña.
La puerta del hospital fue empujada desde afuera de repente, emitiendo un sonido pesado.
Leila levantó la cabeza hacia esa luz brillante
Rubén entró con paso firme, vistiendo un traje de color negro profundo, tan pulcro que no tenia una sola arruga.
Al ver a Rubén, Leila parecia haber encontrado un salvavidas, agarró su manga con fuerza y le preguntó: “Rubén, ¿dónde está nuestro chico? Dime que está vivo, ¿verdad que aun está vivo?”
Su voz ya estaba ronca de tanto llorar, su gemido era un contrapunto al melodioso tono que solía tener
Mirandola suplicar una sombra de tensión dificil de notar cruzó el hermoso rostro de Rubén.
Permaneció en silencio por un momento, mirándola sin expresión, y dijo friamente,
“El bebé está muerto”
En ese momento, el corazón de Leila se sintió como si hubiera sido arrancado, el dolor era inmenso
No fue hasta ese momento que entendió que el amor en el que habia creido durante catorce años, toda su juventud, se habia destrozado en esa noche
de tormenta
Los recuerdos fueron tan dolores que Leila tenia que recuperarse a la realidad
Leila sonnó y sacudió la cabeza, colocó el café hábilmente en la caja de entrega de la moto, tomó una respiración profunda y arrancó la motocicleta.
Palacio Radiantel
Leila no era ajena a este lugar Hace cinco años, ella y Rubén vivian en una villa en Palacio Radiante, viviendo la vida de una dama rica sin preocupaciones. Y ahora, volvia a la zona de villas de Palacio Radiante, vestida con un uniforme de repartidor y montando una motocicleta vieja.
De repente. Leila olvidó que numero de villa era. Se detuvo y bajo la cabeza para mirar la dirección, solo para descubrir que su moto estaba estacionada frente a la villa donde ella y Ruben habian vivido.
Irónicamente, la dirección de entrega que tenia en su mano era esta villa
Despenada, se encontraba junto a una pequeña moto, con gotas de sudor todavia pegajosas en su flequillo, formando un marcado contraste con la elegante y hermosa villa al estilo europeo
Leila ni siquiera sabia por que estaba parada alli. Si hubiera sabido que la dirección de entrega era este lugar, probablemente no habría venido.
Segun los informes de las noticias, la boda de Roxana y Ruben seria a fin de mes, en aproximadamente una semana.
¿Roxana habia esperado seis años y finalmente se casaria con Ruben? ¿Podrían ella y Rubén finalmente formar una familia feliz con su hijo?
Los dedos de Leila que agarraban la bolsa de entrega se tensaron ligeramente, sus puntas se volvieron ligeramente blancas y todo su cuerpo estaba lleno de un aire frio
Al final, tomó una respiración profunda, se dio la vuelta y arrojó todos los cafés a la basura.