Capitulo 101
Capítulo 101
Sin embargo, lo que Leila vio fue totalmente diferente a lo que se imaginaba. La cocina no estaba hecho un desastre, sino todo lo contrario, estaba muy ordenada. El hombre, vestido con ropa de casa de color gris claro, freia huevos con destreza en la cocina. No tenía nada que ver con elihombre que ella recordaba.
Quizás fue porque Leila lo miró con tanta intensidad que el hombre que estaba friendo los huevos se giró y le dijo: “Ven a ayudarme a ponerme el delantal
En vez de seguir las instrucciones de Rubén para buscar el delantal, Leila entró en la cocina con paso decidido: “¿Y si lo hago yo?“.
“Estás vestida de traje, no es apropiado para la cocina. Ve, traeme el delantal La voz del hombre sonaba muy atractiva.
Al ver su insistencia, Leila no tuvo más remedio que ir a buscar el delantal.
Habia vivido aqui antes, por lo que conocia muy bien la disposición de la villa Aunque Roxana se habia mudado, no había hecho muchos
cambios
Leila le paso el delantal a Rubén: “Pontelo tu!“.
“Tienes que ayudarme, o los huevos se queman. Mientras hablaba, el hombre se acercó a ella con la espátula en la mano.
Sin embargo, Leila se quedó inmovil.
“Si me ensucio la ropa, tendrás que pagarme“. Dijo él.
Aloir hablar de dinero, Leila se enfadó de inmediato: “¿por qué tengo que pagarte yo si te ensucias la ropa?“.
“Porque estos huevos son para ti. Dijo el hombre como si fuera lo más normal del mundo.
Volvió a voltear los huevos en la sartén y, de espaldas a Leila, dijo: “Ayúdame a ponerme el delantal“.
Leila no tuvo más remedio que ayudarlo a atarse el delantal
Luego, Leila salió de la cocina, subió las escaleras y cogió su bolso. Sabia que Ruben seguramente habría organizado que alguien llevara a Izan al colegio, asi que aprovechó que Izan y Rubén estaban en la cocina, saludó a Benicio y se fue directamente.
Benicio, de mas de cincuenta años, era un mayordomo de alto nivel graduado de una academia profesional. Siempre había trabajado para la familia Estevez desde que Leila tenia memoria. Fue uno de los pocos que apoyaron su matrimonio con Ruben. Después de casarse con Ruben, Benicio la habia cuidado en muchos aspectos
Ahora al ver a Benicio de nuevo, Leila se sintió muy agradecida.
Llamo a un auto en su celular y le dio al conductor la dirección del juzgado.
En el auto, mirando como Palacio Radiante se alejaba cada vez más, Leila se dio cuenta por primera vez de cuanto podia cambiar una persona en cinco años.
Ese hombre que antes no sabia hacer las tareas domésticas, ahora parecía tan hábil cocinando. Nunca habia pensado que un dia veria a Ruber cocinando con tanta elegancia en la cocina.
Si, la gente cambia, pero la persona que lo cambió no fue ella…
En Palacio Radiante, cuando Ruben salió con los huevos fritos, pero solo vio a Izan, Leila ya no estaba.
“¿Dónde esta Leila?“, preguntó Rubén a Benicio.
Benicio respondió con sinceridad
No fue una sorpresa Ruben siempre sabía que Leila lo estaba evitando
Bajo la mirada hacia izan, que parecia un poco decepcionado “A comer. Benicio te llevará al colegio más tarde. Esta noche tu mama Laila seguro volverá
“¿De verdad?“, pregunto Izan con los ojos brillantes al escuchar la promesa de Ruben
No fue hasta que vio a Rubén asentir con la cabeza que izan cogió su vaso de leche y se lo bebió de un trago
Ruben no tenia planes de asistir al juicio Leila lo habia previsto
Hoy tambien era la primera vez que Leila se presentaba en el juzgado en su papel de abogada Eduardo Espinoso, de Bufete LexElite, tambien estaba presente, junto con Paulo, para apoyar a Leila.
Después de intercambiar algunos saludos con Leila, Eduardo fue al baño.
Al ver a Eduardo y Paulo acercandose para apuyarla, Leila se sintió muy conmovida Con una sonrisa sincera, dijo “Gracias por su apoyo.”
Paulo evidentemente ya sabia que Eduardo habia usado a Leila para conseguir el caso de Rubén, por lo que respondió. Realmente vine a apoyarte, pero el Sr Espinoso probablemente solo vino para ver el resultado del juicio ¿Debe haber sido dificil tu tiempo en Simpo, verdad? También pienso que el Sr. Espinoso estuvo mal en usarte, aunque sea mi jele.”
‘Si sabes que es tu jefe, ¿por qué hablas asi? ¿No tienes miedo de que te despidan?” Lella no esperaba que alguien la defendiera. Se sintió un poco aliviada
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10 DE İ
El equipo de NetZeus llegó rápidamente.
El juicio fue prácticamente un hecho. El juez se pronunció exactamente según las condiciones propuestas por Rubén. NetZeus perdió estrepitosamente. No solo tuvieron que pagar una gran suma en indemnizaciones, sino que también tuvieron que publicar una carta de disculpa en la portada de todos sus sitios web y periódicos durante un mes.
Dada la situación financiera actual de NetZeus, con solo las indemnizaciones ya podrían llevarlos a la bancarrota.
Pero lo que alivió a Leila no fue su primera victoria en la corte, sino que cuando finalizó el juicio, su contrato con Rubén también terminó
Finalmente no tendria que estar con el todos los dias, lo consideraba un hombre peligroso.
Leila salió de casa esa mañana con el contrato que habia firmado con él. Cuando terminó el trabajo de la corte, Eduardo propuso celebrar una fiesta en honor a Leila.
Sin embargo, Leila lo rechazó firmemente. Le dijo a Eduardo: “Necesito volver a Simpo primero para contarle la noticia de mi victoria al Sr
Estevez.”
Eduardo comprendió la ansiedad de Leila de querer contarle rápidamente el resultado a Rubén después de ganar, asi que asintió: “Está bien.”
Leila tomo un taxi a Simpo.
Habia estado apareciendo en la oficina del presidente todos los dias, por lo que Leila prácticamente no encontró ninguna barrera y llegó directamente desde la puerta del edificio de Simpo hasta la oficina del presidente
Apenas salió del ascensor, se encontró con Karly Rubén.
Parecian estar a punto de entrar al ascensor. Leila, temiendo perder esta oportunidad, se apresuró a acercarse a ellos.
“Sr Estévez, tengo algo…
“Ganaste?” Rubén le preguntó antes de que Leila pudiera hablar.
Leila asintio y luego dijo: “Vine hoy para hablar…”
“Entra primero.” Ruben ya habia entrado al ascensor. Karl también lo siguió.
Ruben y Karl parecían tener planes para salir
Leila lo pensó un momento y al final decidió seguir a Rubén al ascensor.
“¿Ya le hablaste a Daniel?” Rubén miro de reojo a Karl y preguntó
Karl asintio rápidamente: “Todo está arreglado.”
“Dime la agenda de los próximos dias.” Dijo Rubén
Desde que entraron al ascensor, la conversación entre Rubén y Karl no se detuvo. Leila no tuvo oportunidad de meter la cuchara.
Cuando Karl termino de informar la agenda de Rubén para los próximos dias, el ascensor ya había llegado al estacionamiento subterráneo.
Ruben parecia recordar la presencia de Leila solo hasta en ese momento. Mientras caminaba hacia la salida del ascensor, le dijo a Leila. “Habla
en el auto”
Leila no tuvo más remedio que seguir a Rubén al auto.
Cuando finalmente tuvo la oportunidad de hablar mientras Rubén la llevabia al asiento trasero, dijo: “Vine hoy para hablar sobre nuestro contrato.” “Dime
“Ahora que he ganado, ¿eso significa que nuestra cooperación ha terminado y el contrato también ha expirado?” Leila sacó el contrato que llevaba consigo
Ruben tomó el contrato, miró a Leila con una mirada profunda y pregunto: Y despues de que el contrato termine? ¿Que planeas hacer
“Ya no necesitaré trabajar en Simpo. En cuanto a mis planes futuros, eso es asunto mio Leila hizo todo lo posible para que su tono sonara más amigable
Pero lo que ella no sabia era que no importaba cuán amigable fuera su tono, siempre que hablaba de este tema, a Ruben no le iba a caer bien.
Espero un buen rato sin obtener respuesta de Ruben
Leila tuvo que hablar de nuevo ‘Sr Estévez, si no hablas, lo tomare como un si
“¿Sabes qué dia es hoy?” Rubén le preguntó de repente a Leila.
Leila estaba completamente desconcertada
Penso cuidadosamente Hoy no era el cumpleaños de nadie, ni el aniversario del divorcio que marco a Ruben. No podia averiguar que tenia de especial el dia de hoy.
Justo cuando Leila estaba a punto de preguntarle que tenia de especial el dia, Karl, que estaba en el asiento delantero, dijo. “Sr. Estévez, hemos llegado
Rubén le dijo a Leila: “Baja del auto. Te diré qué dia es hoy.” Después de decir esto, abrió la puerta del auto y bajó.
Leila se quedó en el auto, sin moverse. Este lugar le era totalmente desconocido.
Rubén ya habia rodeado el auto y le abrió la puerta a Leila: “Baja.”
Ya que Rubén lo había dicho asi, Leila no podia seguir en su auto, así que no le quedaba otra que bajarse.
Cuando bajo del auto, Leila vio que estaban en la entrada de un centro comercial
Antes de que Leila pudiera reaccionar, Rubén ya la habia tomado de la mano y entraron al centro comercial.
Leila miró la espalda guapa pero fria de Rubén, no pudo evitar fruncir el ceño.…….
Capitulo 102