Capítulo 654 Un error en la noche
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El aire frio entraba por la ventana, y Selena sintió el escalofrío del inminente cambio de tiempo. Estaba pensando en ello cuando Osvaldo se dio la vuelta y se dirigió a la ventana francesa, cerrando la ventana y corriendo todas las cortinas con fuerza.
Buscó el mando a distancia y ajustó la temperatura de la habitación a un nivel constante antes de volver a la cama y levantar a Selena.
Su cuerpo estaba desprevenido, y Selena inconscientemente levantó la mano para rodear el esbelto cuello de Osvaldo, su cara mostraba un poco de conmoción. “Tú…“.
Osvaldo explicó suavemente: “Tomar un baño caliente durante un cambio de tiempo es mejor para ti“.
El rostro de Selena se enrojeció ligeramente al recordar que, efectivamente, el médico se lo había indicado, y no tuvo más remedio que tranquilizarse.
La llevó al cuarto de baño, donde ya soplaba aire caliente y la temperatura era alta. Osvaldo la colocó sobre el lavabo y cerró la
puerta.
El cuarto de baño era muy pequeño, y Osvaldo estaba de pie junto a la puerta, ligeramente inclinado hacia delante, observándola inmóvil con una mirada concentrada y seria, pero no habia ningún atisbo de frivolidad en sus ojos.
En ese momento, sin embargo, Selena sintió una presión sin precedentes por su mirada concentrada y seria.
Aunque los ojos del hombre eran muy claros y su respiración no era pesada, Selena sintió inexplicablemente una sensación de peligro y miedo.
Selena se mordió el labio y un atisbo de vergüenza asomó en sus ojos claros. “Vale, ya me encargaré yo del resto…“…
Los ojos negros sin fondo de Osvaldo revelaron un atisbo de paranoia, y dio un paso hacia Selena.
Un aliento suave y encantador envolvió a la chica en un instante, y la distancia entre ambos se llenó de tensión al instante.
El rostro de Selena enrojeció y se quedó mirándolo, perdida.
Un muro de defensa se había levantado ya en sus ojos.
Osvaldo levantó la mano y se la acercó a la cara.
El esbelto cuerpo de Selena se tensó en un instante, y justo cuando iba a levantar la mano para apartarlo, vio que la larga y hermosa mano habia cruzado por encima de ella y se habia posada en la válvula de agua caliente que tenia detrás.
Selena se quedó de piedra.
El sonido del agua sonó en sus oidos y se quedó mirando al hombre que tenía delante con los ojos muy abiertos, como un animalito asustado.
Los labios de Osvaldo se curvaron ligeramente: “Sólo te estoy ayudando con el agua… ¿en que estabas pensando hace un momento?“.
Selena se quedó de piedra.
Osvaldo rió suavemente, y las frías yemas de sus dedos le rozaron los ojos.
Las encantadoras yemas de sus dedos parecían llevar magia, como si pudieran marcar toda su persona centimetro a centimetro dentro de su alma.
La miró, con una sonrisa complacida en el rostro: “¿Soy esa clase de persona en tu corazón….
Pareció pensarlo un momento, luego sonrió y continuó: “¿Un desesperado… canalla con piel de cordero?”.
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Capitulo 654 Un error en la noche
Selena, “…”
Su rostro blanco y puro se enrojeció en un instante.
Habló en voz baja: “Lo siento“.
Después de todo el alboroto, resultó que estaba pensando demasiado las cosas.
Conocía a aquel hombre desde hacía mucho tiempo y siempre había sido amable, considerado y todo un caballero. Si hubiera tenido malas intenciones hacia ella, se habría dado cuenta.
La última vez que hubo una tormenta fue en la ciudad de Tonyan, la noche en que resultó gravemente herida y tuvo mucha fiebre. Debió decir algo bajo el delirio que hizo que el hombre se preocupara tanto por ella.
Encima, se habia salvado por los pelos de la desfiguración, y al hombre sólo le preocupaba que pudiera tener miedo, así que se desvivió por consolarla.
Todo estaba en su cabeza…
Selena dejó escapar un suspiro de alivio, miró al hombre increiblemente guapo que tenía delante y sonrió: “Osvaldo, eres muy
amable“.
Realmente no había hombre en el mundo más amable, más considerado y más gentil que él.
Osvaldo se inclinó y le plantó un suave beso en la frente, su voz aún más suave, “Buenas noches“.
Al oir el familiar “buenas noches“, la sonrisa de Selena volvió a ser dulce y relajada. Levantó la vista hacia el hombre y dijo: “Buenas noches“.
Osvaldo la miró un momento y luego se dio la vuelta y salió, cerrando caballerosamente la puerta.
Selena vio cómo la esbelta y fantasmal figura desaparecía ante sus ojos, parpadeo y su corazón se ablando en extremo.
Soltó una suave risita, se dio la vuelta y empezó a desvestirse y a darse un baño.
Separado por una puerta, Osvaldo se quedó en silencio en el umbral, escuchando el sonido que procedía del cuarto de baño, y sus largas pestañas cayeron ligeramente..
Tal vez fuera por los consejos y la compañía del hombre antes de irse a la cama, pero Selena durmió inusualmente bien aquella
noche.
La tormenta eléctrica arreció durante toda la noche y cesó justo cuando amanecía.
Selena abrió los ojos al oír caer las gotas de lluvia y miró confusa las cortinas de colores cálidos. Tardó un momento en darse cuenta de que ya era de día.
Anoche no tuvo ninguna pesadilla.
Selena sonrió débilmente, se levantó,
cortinas.
El aire, bañad
descalza la mullida alfombra, se acercó a la ventana del suelo al techo y abrió las
por la lluvia, entró a raudales.
Selena sintió un frescor
tendría buen humor.
ductor y miró el jardin que había al otro lado de la ventana, bañado por la lluvia, sintiendo que hoy
Tras cambiarse de ropa y terminar de lavarse, abrió la puerta.
Lo primero que vio fue a Leia en la puerta.
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Leia vio a Selena y corrió hacia ella feliz, con lágrimas en los ojos: “Señora……
Selena echaba de menos a Lela después de no verla durante varios días, y levantó la mano para tocar el pelo de la niña, sintiéndose aún mejor. “Es bueno estar de vuelta“.
El desastre que le había ocurrido a Lela seguía estando causado por ella.
Selena se sintió culpable y decidió salir más tarde a comprar un regalo para Leia.
Leia vio la cara sonriente de Selena y supo que su ama estaba hoy de buen humor.
Normalmente, cuando Selena está de buen humor, el humor de Osvaldo también se vuelve muy bueno.
Leia se sintió aliviada y dijo con una sonrisa: “Señora, he traido regalos para usted y Hattie cuando sali. Iré a traérselos“.
Antes de que Selena pudiera hablar, Leia ya se habia precipitado escaleras abajo como una ráfaga de viento.
Selena ni siquiera podia alcanzar su velocidad.
Selena miró a su espalda y sonrió feliz. En efecto, la vivaracha y activa Leia era muy mona.
El sonido de una puerta que se abría procedia de la habitación contigua, Selena se dio la vuelta y vio a Osvaldo saliendo.
Selena miró el apuesto rostro del hombre y recordó el bochorno de la noche anterior, sus orejas se pusieron rojas. Dijo con una sonrisa: “Buenos días“.
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La profunda mirada de Osvaldo se detuvo un momento en su rostro, confirmando que Leia no había tenido una pesadilla anoche y que, en cambio, había dormido muy bien. Su mirada se profundizó ligeramente y respondió: “Buenos dias“.
Selena se acercó y, con naturalidad, cogió la mano de Osvaldo, tirando juntos de él escaleras abajo para desayunar.
Los sirvientes del castillo se levantaron temprano por la mañana y observaron a los dos amos….