Capítulo 447 Es la hija de la señora Nevaeh
Un enorme ruido sobresaltó a todos los presentes en la sala de conferencias.
El té se derramó de la taza de Beatrix y casi le quemó la mano.
Todos miraron hacia la fuente del sonido, sólo para ver a un grupo de personas de pie en la puerta, mirándolos furiosamente.
Tras un momentáneo aturdimiento, todos, incluido el presidente de la Organización de Perfumes, se levantaron personalmente y le saludaron respetuosamente.
“Señor Jenkins, ¿cómo es que está aquí?”
Cada uno de este grupo de ancianos era una figura destacada en la industria de las fragancias, y podía decirse alcanzado la cima de sus carreras.
Sus gestos eran realmente aterradores.
El anciano, llamado Sr. Jenkins, se apoyó en su bastón y le miró con severidad.
“¡Si no vuelvo, no sé qué clase de tonterías podréis hacer, panda de granujas!”
El presidente preguntó con urgencia: “¿Qué quiere decir con eso?”
que habían
El señor Jenkins resopló friamente, pero antes de que pudiera hablar, una anciana con un vestido largo que estaba detrás de él Con expresión poco amistosa habló: “He oído que planean descalificar a esa chica llamada Selena del concurso. ¿Es cierto?”
El presidente, sorprendido y perplejo, habló con sinceridad: “Es cierto, nos disponíamos a hacer un anuncio…”
“¡Hijo de puta!” El Sr. Jenkins cogió airadamente su bastón y se lo lanzó.
Los demás se asustaron e inmediatamente se adelantaron para detenerlo.
“¡Sr. Jenkins, tenga piedad!”
“¡Hable amablemente, no recurra a la violencia!”
El presidente estaba completamente desconcertado y rápidamente aconsejo: “Señor Jenkins, si hemos cometido algún error, por favor, señálelo, pero no se altere demasiado y afecte a su salud“.
El Sr. Jenkins, un buen modelo a seguir, se sentó en su sitio después de ser persuadido, pero seguia mirando con rabia a la gente de la sala de reuniones.
Un grupo de personas de la Organización de Perfumes estaban todos perdidos, ante las miradas pesadas y descontentas de los ancianos y ancianas.
¿Cuál era la historia de Selena?
Inesperadamente, consiguió reunir a los viejos titanes de la industria del perfume para que salieran en masa a apoyarla.
¿Acaso era sólo porque Selena era la señorita de la familia Riddle de la capital?
¡Imposible!
Èste grupo de viejos era conocido por ser testarudo. Cualquiera podía ser comprado, pero ellos eran los únicos que no podían.
En este momento, el grupo de personas que acababan de erguirse con confianza y arrogancia como codornices, agachan ahora la cabeza ante un grupo de viejos expertos.
El presidente de la Organización de Perfumes dijo a regañadientes: “Sr. Jenkins, usted no sabe que Selena tuvo un mal historial
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de seducción de jueces hace tres años. Esta vez, además, ha hecho algunos movimientos impropios, lo que ha causado descontento entre otros perfumistas“.
*Si no revocamos su participación, todos esos perfumistas podrían retirarse colectivamente del concurso. Por el honor de la Organización de Perfumes, no tengo más remedio que…”
Antes de que el presidente pudiera terminar de hablar, el Sr. Jenkins rugió furioso: “¡Entonces que se vayan todos de aquí!”
La multitud miró al Sr. Jenkins, que de repente cogió una rabieta, con expresiones confusas.
A Beatrix le entró un sudor frio en la frente.
Los perfumistas temían sobre todo ser irritables y temperamentales. El señor Jenkins, que se había convertido en un veterano de la industria de la perfumería, era conocido por tener buen temperamento.
Era la primera vez que le veían enfadarse tanto.
Preferiría renunciar a todos los demás perfumistas y quedarse con Selena…
El corazón del presidente dio un vuelco, dándose cuenta de que podía haber hecho una tontería.
*Señor Jenkins, sé que he cometido un error. Por favor, no se enfade y explique la situación con calma…”
Una mujer con falda larga, experta en perfumes, los miró fijamente y dijo: “¿Están ciegos? ¿No habéis visto el concurso de la mañana? La forma en que Selena mezclaba los perfumes…”
Señaló directamente a la cabeza del presidente delante de todos sin ninguna reserva y dijo enfadada: “Tú, supuesto presidente de la Organización de Perfumes, a los 40 años, no eres necesariamente mejor que los demás“.
“Ella tiene un talento tan poco común y, sin embargo, te has burlado descaradamente de sus cualificaciones para participar. ¿Eres tonto? ¿Todavía quieres que un viejo de otro campo señale con el dedo a nuestra industria del perfume y nos maldiga por no saber lo que es bueno?”
“¿Qué?” El presidente se paralizó de repente.
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Tenía una reunión muy importante esta mañana y no acudió al recinto para ver el concurso en persona, completamente ajeno a lo que había sucedido.
así
que era
De repente, el presidente se dio la vuelta y miró a la gente que estaba detrás de él y que había visto el concurso.
Esas pocas personas también se quedaron atónitas en ese momento.
Especialmente Beatrix, a la que le brotó un sudor frío en la frente.
El presidente rugió enfadado: “¿Es cierto o no?”
Esas personas asintieron y dijeron: “Las técnicas de fragancia de Selena… eran de hecho… bastante notables…”
El rostro de mediana edad del presidente palideció por completo en un instante.
“¡No sólo eran extraordinarias!” La mujer del vestido largo, que era diseñadora de fragancias, se mofó. “Toda la industria de las fragancias, incluido su grupo…”
Recorrió uno a uno a los presentes y dijo con sorna: “Según los rumores, estos miembros de la Organización de Perfumes representan el nivel más alto de las técnicas de mezcla de fragancias, pero no hay nadie entre ellos que pueda superarla“.
Y los señalados bajaron la cabeza avergonzados sin tener dónde esconderse.
Beatrix se secaba con un pañuelo el sudor frío que le corría continuamente por la frente.
Aquella mujer volvió a mofarse fríamente: “Una chica de diecinueve años con unas habilidades tan sobresalientes, ¿te puedes imaginar cuándo empezó a practicar y cuánto trabajo duro le costó sentar unas bases tan sólidas? Con habilidades tan
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poderosas, ¿necesita hacer trampas?”
Toda la sala de conferencias se sumió en un silencio sepulcral.
El sudor goteaba de la cabeza de Beatrix como una cascada.
“Lo más importante es…” La perfumista miró al señor Jenkins a su lado con un suspiro, y aun así dijo: “Es la hija de la señora Nevaeh“.
¿Qué?
En ese momento, en la sala de conferencias, un grupo de perfumistas veteranos levantó la cabeza conmocionado.
La reputación de Nevaeh en la industria de las fragancias sigue resonando incluso 20 años después de su fallecimiento.
Después de todo, era la única que podía modular…
Los perfumistas que tuvieron la suerte de vivir en la misma época que ella tenían un atisbo de asombro y nostalgia en los ojos. Tras un momento de silencio atónito, el presidente se arrodilló de repente ante el señor Jenkins y le dijo: “Maestro, me he equivocado. Investigaré inmediatamente este asunto y sin duda le daré a la señorita Selena un trato justo.
Por fin comprendió por qué el señor Jenkins estaba tan enfadado.
Nevaeh fue una vez la discípula más querida y orgullosa del viejo maestro.
Su temprana marcha no sólo fue una pérdida para toda la industria del perfume, sino también el mayor pesar de la vida del señor Jenkins.
Cuando llegó la noticia de la muerte de Nevaeh, el anciano cayó gravemente enfermo.
Ahora que veía a su hija subir al escenario de la perfumería, seguía inmerso en la alegría de ver aparecer a una vieja amiga. Pero cuando de repente recibió la noticia de que Selena podría ser descalificada para participar en el concurso de perfumes, ¿cómo no iba a enfadarse muchísimo?
El señor Jenkins soltó un bufido frío y dijo: “Sé que algunos de ustedes no están convencidos y piensan que estoy utilizando mi antigüedad para suprimir a otros, ignorando los hechos y favoreciendo deliberadamente a la hija de Nevaeh“. Miró fijamente a Beatrix y dijo: “Ya que es así…”
Capitulo 448 Ven si quieres, vete si no