Capítulo 646
Rosa se acercó, agarró el brazo de Michelle y le dijo sonriente: “Eres mucho más talentosa y experimentada que yo. Con tu ayuda, seguro que ganaremos el campeonato.”
Al escuchar esto, Michelle sonrió satisfecha. “Es bueno tener una meta“.
Rosa solo sonrió sin decir nada, pero ya tenia una opinión de Michelle.
“¡Michelle, Rosanna, ambas son aprendices de un mismo maestro! ¡Qué suerte tenemos de conocerlas! ¡Michelle, soy tu fan número uno!” Anna estaba muy emocionada, pues a diferencia de Rosa, Michelle había sido campeona dos veces.
Los demás asintieron y exclamaron, “Vuestro mentor debe ser increíble.”
“Oye, por cierto, ¿dónde está mi idolo? ¿Dónde está mi superestrella?”
En cuanto se mencionó el nombre de Star, la sala se animó de inmediato, todos la buscaban.
“Sí, sí, Star, jes una genio! Rosanna quedó en cuarto lugar en su primer concurso, lo cual ya es increíble, ¡pero Star ganó el Concurso Internacional de Perfumistas en su primer intento! Además, fue la campeona del último concurso, ¡hizo el doblete! Star es increíble!”
Al oír esto, los dientes de Michelle rechinaron.
Cada vez que se mencionaba a Star, se enfurecia. Si no fuera por ella, su posición en el mundo de la perfumería sería inamovible. Ahora, toda la atención estaba en Star, cuyo trabajo aún no había salido al mercado y ella no podía evaluar su talento. Ni siquiera conocía a Star en persona.
“¿Quizás ella no vendrá? Es muy misteriosa, incluso siendo dos veces campeona, nunca la hemos visto recibir un premio, ni siquiera sabemos si es hombre o mujer. Ah, ahora que lo pienso, tengo mucha curiosidad por conocer a Star, ¡no sé si podré verla!”
“Yo también quisiera conocerla. ¡Vamos, busquemos a Star, seguro que está entre la multitud!”
Así, todo el lugar se animó, todos preguntaban los nombres de los demás, esperando encontrar a Star.
Cuando alguien preguntó a Rosa y las demás, Michelle estaba tan enfadada que casi se le torció la nariz.
Cuando Seléna llegó, el lugar estaba hecho un desastre. El viento marino de la noche era un poco frío, y Selena solo llevaba jeans y una camisa blanca. Al verla vestida tan sencilla, algunos la miraron y siguieron su camino sin parar.
Selena se acercó a la mesa de comida y empezó a buscar algo para comer.
“Oye, Rosa, mira.”
Anna le dio un ligero empujón a Rosa y señaló con la barbilla hacia Selena. Todos siguieron su mirada y vieron a Selena eligiendo comida sola al lado de la mesa larga.
Un destello de melancolía y disgusto pasó por los ojos de Rosa. Finalmente, después de dudar un momento, dejó su copa de vino y se acercó a Selena.
“Selena.”
Selena no levantó la vista, solo puso un par de uvas en su plato. Luego se movió un poco hacia adelante y Rosa retrocedió de inmediato, dejándole espacio. Su rostro mostró una ligera decepción. Esta escena era un viejo cliché, pero aun así conmovió a algunos.
“Selena, ¿por qué eres tan fría? Rosa se acercó a saludarte, deberías responder por cortesía.” Anna obviamente era una de las conmovidas.
“Sí, ¡es muy fría!”
“¿Quién es ella?”
