“Dime“.
Capítulo 372
‘Espero que puedas casarte conmigo, quiero ser tu esposa, quiero hacer muchas cosas contigo..
Hablaba despacio, clara y directa. Sus ojos claros miraban directamente a él, su rostro lleno de una sinceridad y pasión que nunca había mostrado.
David parecía estar completamente impresionado.
Se inclinó para besarla de nuevo, besándola casi frenéticamente, como si realmente quisiera devorarla.
“Siempre me vuelves loco“.
Después del apasionado beso, David la miró fijamente con los ojos entrecerrados, su voz era pesada y claramente contenida y reprimida.
Selena jadeaba suavemente, finalmente entérró su rostro en su pecho.
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David la abrazo fuertemente, y los corazones de ambos latian rápidamente.
Aunque Rosa no tenía mucho efecto en el negocio de Cedrés, algunos inversores anunciaron que se retirarian haciéndolos perder varios pedidos.
Después de salir del club nocturno, Héctor se sento en el asiento trasero del coche, masajeándose las sienes, con una expresión fría.
Nunca había asistido a tantas reuniones sociales como hoy.
No importa cuánto inviertan, siempre que alguien invierta, debemos estar agradecidos y sentir presión. Necesitamos demostrarles a los inversores que su inversión es correcta. Solo si los inversores creen en nosotros, seguirán financiándonos. No debemos subestimar ninguna inversión.
Esto es lo que Selena dijo durante una reunión cuando recién llegó a Cedrés Business. En ese momento, solo tenía 23 años, pero ya mostraba mucha confianza.
En aquellos días, él se esforzó todo lo posible. Y ella, siempre estuvo a su lado.
Ayudándolo a superar cada obstáculo.
De repente, el celular sonó. El timbre de llamada era exclusivo de Rosa.
Héctor echó un vistazo sin mucha emoción, pero no contestó, dejando que el celular sonara en el silencioso coche.
Después de un rato el celular dejó de sonar.
Veinte minutos después, en la mansión privada de Héctor.
Héctor se quitó la corbata al entrar, subió las escaleras y automáticamente abrió la puerta del baño para encontrar a una mujer en la bañera.
Los pétalos de rosa roja flotaban en la superficie del agua, haciendo que la piel de la mujer pareciera aún más blanca. Había una botella de vino tinto y una copa de vino al lado de la bañera.
Rosa estaba recostada con los ojos cerrados en el borde de la bañera. Cuando sintió que alguien entraba. lentamente abrió los ojos.
Hector, ¿ya volviste?”
La suave voz de Rosa resonó, lentamente se levantó de la bañera.
No llevaba ropa, y su piel blanca aún tenía pegados algunos pétalos de rosa roja.
Los ojos de Héctor parpadearon, ¿Por qué estás aquí?”
“Porque sabía que volverías aquí esta noche“.
Rosa salió de la bañera, sus delgados brazos cubiertos en gotas de agua se alzaron para rodear el cuello de Héctor, presionando su cuerpo contra el suyo.
Héctor se quedó un poco atónito, luego lentamente colocó las manos en la suave cintura de la mujer.
Cuando sus labios rojos se abrieron, Rosa se puso de puntillas para besar a Héctor, atreviéndose a sacar la lengua y provocarlo una y otra vez. Su otra mano comenzó a desabotonar la camisa de Héctor. Ella era tan directa, tan coqueta, ¿cuánto tiempo puede resistir un hombre cuando una mujer toma la iniciativa?
Su mano cálida y suave exploraba el pecho firme de Héctor, quien tensó ligeramente su cuerpo.
Rosa lo besó aún más intensamente.
Héctor se sintió mareado por el alcohol, se tambaleó un poco, se agachó para levantar a Rosa y salió del baño.
