Capítulo 321
Capítulo 321
¡Mireia! ¡Mireia! ¡Mireia!”
“Mireia, tú puedes!”
Los fans de Mirela eran tan apasionados como los de Rosa, pero con mucho más clase que ellos.
Mireia sonrió y saludó a sus fans, lo que provocó un estallido de gritos.
La mayoría de ellos deseaban que Octavio tratara bien a Mireia y se lo hablan hecho saber por varios medios, p
ero en público, no se atrevían a enfrentarlo
Solo ver a Octavio, tan indiferente y distinguido, les hacia temblar.
Era sabido que Mireia le debía su posición a Octavio, su novio y benefactor. No puedes ofender al benefactor, así que, como fans con sentido común, no podian ofender a Octavio.
Enfrentar las consecuencias de ofender al señor Octavio era algo que nadie podia soportar.
Tanto ellos como Rosa compartían el mismo circulo, habla disputas constantes, pero Rosa no se atrevía a enfrentarse a Mireia y mucho menos a ofender a Octavio
Rosa, quien siempre buscaba mejorar su relación con Mireia, era ignorada por ella. En cambio, Mireia sonrió y saludó a Selena.
“Mi cuñada Selena ha llegado.”
Todos se sorprendieron, y luego se generó un alboroto.
“¿Qué qué… Selena?”
“¿Desde cuando Mireia tenía un hermano?”
Héctor y Rosa quedaron igualmente impactados.
¿El novio de Selena era el hermano de Mireia?
Pero ¿Mireia tenía un hermano?
Selena se mojó los labios, sintiendo una gran impotencia,
Renato le guiñó el ojo a Mireia, quien finalmente reaccionó y avergonzada se cubrió la boca al decir:
“Lo siento, vamos a entrar.”
Selena se pasó la mano por el cabello, indecisa.
En su vida, solo había conocido a unas pocas personas y hoy todas parecían querer complicarle las cosas.
“Selena, ¿entremos juntos, sí?”
No, Renato, es una mala mujer, mejor te mantienes lejos de ella.”
“Sí, Renato, su vida privada es un desastre, no dejes que te ensucie…”
Renato cerró los ojos, incapaz de soportarlo, luego se giró hacia el guardia de seguridad y dijo impaciente: “¿Quién dijo eso? ¡Sácalas de aqui!*
“Renato, ¿cómo puedes hacer eso? ¡Solo queremos lo mejor para ti!”
“Sí, solo queremos evitar que esa mala mujer manche tu reputación!”
Renato hizo un gesto con la mano: “Vamos, sácalas de aquí!”
“¿Por qué? ¡Vinimos a ver a Rosa, ¿por qué nos echan?!”
Rosa se puso seria y pensó: ¡Esos idiotas!
“Renato, son jóvenes, hablan sin pensar, creen que lo hacen por mi bien…”
“No.”
La sonrisa de Rosa se desvaneció, apretó los dientes, temblando de ira.
“Por favor, déjanos entrar, ¿por qué nos lo impiden… somos fans de Rosa…” Renato no se molestó en seguir lidiando con eso, se giró hacia Selena y le insistió: “Selena, no tienes compañía esta noche, yo tampoco, podríamos…”
La verdad es que no había nada de malo en entrar con Renato.
Selena estaba a punto de aceptar, pero luego vio a Renato aspirar aire frío de repente. Ella siguió su mirada y vio un imponente Maybach negro al final de la alfombra roja.
