Capítulo 294
“Ay, este chiquillo, ¡todavía recuerda que tiene una abuela!”
Lola solo sonrió ligeramente, luego le pasó el teléfono a la anciana.
“Chiquillo, ¿me llamaste por algo en particular?”
Desde el otro lado del teléfono surgió una risita: “Si, y es algo muy importante,”
La anciana hizo un mohin: “¡Qué niño más travieso! ¿Qué pasa?”
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¡Por supuesto que te extraño!”
Aunque la anciana fingía ser dura, su rostro ya estaba lleno de una sonrisa complacida.
“Sabes cómo halagar, pequeño bribón. ¿Cuándo vas a venir a verme?”
La risa de Elio resonó de nuevo: “Abuela, no te impacientes. En cuanto termine con mis asuntos aquí, iré a verte. Te voy a dar una gran sorpresa”
Al escuchar esto, los ojos de la anciana se iluminaron: “¿Qué sorpresa? ¿Voy a ser bisabuela?”
El teléfono quedó en silencio: “… eso no.”
Al escuchar esto, la cara de la anciana se desplomó de inmediato. Elio parecía darse cuenta de que algo andaba mal, y rápidamente dijo:
“Abuela, deja que mi hermano tenga hijos primero… el todavía no tiene hijos, ¿cómo puedo tener yo?”
“¿Qué tipo de lógica es esa? ¿Solo porque él aún no tiene hijos, tú no puedes tener uno primero?! Ustedes son dos hermanos que realmente no paran de darme dolores de cabeza, quieren matarme de un disgusto…”
“Abuela… estaré de vuelta para verte en unos días, tranquila, entonces definitivamente intentaré convencer a mi hermano para que te dé un montón de bisnietos… Tengo cosas que hacer aquí, estoy muy ocupado, tengo que colgar, adiós abuela…”
“Un montón de bisnietos… ¿qué tan ocupado puedes estar? ¡Pequeño bribón!”
Elio habló tan rápido que la anciana no tuvo tiempo de reaccionar y quedó colgada.
Elisa tiró el teléfono a Lola con rabia: “Hubiera sido mejor si no hubiera llamado ¡Solo sabe cómo molestarme!”
Lola atrapó el teléfono y sonrió con resignación: “Abuela, cada vez que el Sr. Terrén te llama, mencionas esto, probablemente ya está asustado…” “¿Asustado? ¡Entonces debería darme un bisnieto ya!” Elisa murmuró algo, ya no tan enojada como antes.
Selena, sentada a un lado, comenzó a sentirse un poco incómoda.
Conocía el deseo de la abuela de tener un bisnieto desde el primer día que la conoció.
¿Era ella y David realmente tan lentos a los ojos de la abuela?
David se levantó para atender una llamada fuera de la sala.
La anciana miró a Selena, suspiró y le preguntó:
“Selena, ¿qué te parece David?”
Selena se enderezó un poco: “Él es muy bueno, abuela.”
La anciana asintió: “Puedo ver que le gustas mucho. Siempre ha odiado que la gente se entrometa en sus asuntos, pero hay cosas que no puede decidir solo…”
‘Sabes, en una familia tan grande como los Terrén, hay muchas cosas internas. Como el hijo mayor de los Terrén, siempre ha sido visto como el futuro heredero. Nunca nos ha decepcionado y se ha convertido en una persona seria y reservada. He visto cómo ha crecido, pero solo él puede entender lo que realmente ha experimentado…”
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