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Capítulo 226
Manuel se asustó tanto que saltó en el lugar y luego buscó el interruptor por toda la habitación.
Finalmente, el ingenioso Manuel, en medio de la crisis, vació un poco el agua del florero y el sonido de la alarma finalmente cesó.
Luego, casi agotado fisica y mentalmente, se desplomó en el sofá.
¿Un simulacro de levantarse?
¡Nadie le gana a Selena!
Habiendo resuelto un gran problema, Selena comenzó a organizar el segundo evento: ponerse en contacto con Petrona Gil para la cena de esta noche.
Petrona estaba en su oficina bebiendo café y navegando por las últimas noticias en línea.
Cuando llamó Selena, Petrona estaba viendo una noticia interesante.
“Selena, ¿qué pasa?”
“Mmm, asegúrate de tener tiempo libre esta noche, te presentaré a alguien.”
Mientras manejaba el mouse, Petrona respondió, “Bueno, de todos modos, he estado más relajada últimamente. ¿A quién conoceremos?”
“Mmm, a mi novio.”
“Ah sí, tu novio…”
Petrona siguió hablando un rato y después procesó lo que dijo, “¿Novio?”
“Si.”
Selena, ¿no te habrás enfermado, verdad?” Petrona tardó un rato en decirlo,
¿Crees que si me enfermara, te lo presentaría?”
“Eso es cierto.” Petrona asintió, “De acuerdo, iré esta noche. Estoy ansiosa por ver quién es el afortunado. ¡Ah, sí! Me trajeron algunos lápices labiales de El País F, te llevaré un par esta noche.”
“Está bien. Después del trabajo, iremos juntas.”
“Mmm…” Petrona asintió y luego echó un vistazo a las noticias en la pantalla de su computadora, riendo: “¿Viste las noticias en línea?”
Selena se mostró perpleja: “¿Qué noticias?”
“Rosa se desmayó frente al edificio de Cedrés Business.”
Selena se detuvo y dijo: “¿En serio?”
“¿Actuando?” Petrona adivinó.
Selena encendió su computadora, se recostó en su silla y rio ligeramente: “No del todo. Tantas cosas han pasado en estos dos días. No ha sido fácil para ella. Además, no comer durante dos días y desmayarse es normal.”
Recordando cómo Selena había elegido intencionalmente publicar la noticia al mediodía ayer, Petrona también se echó a reír.
Rosa se desmayó por hambre sin tener que fingirlo, fue un movimiento inteligente.
Hospital.
Rosa se despertó por la tarde después de recibir dos bolsas de líquidos nutritivos.
Héctor estaba sentado junto a su cama y se dio cuenta de que ella estaba despierta de inmediato. Rápidamente, tomó su mano.
“Rosa, estás despierta.”
“Héctor… ¿dónde estamos?” La voz de Rosa era un poco ronca. Miró a su alrededor y entendió más o menos lo que estaba pasando.
Héctor dijo: “Te desmayaste. ¿Por qué no has comido en más de dos días?”
Rosa tenía un rostro delicado y sus ojos estaban llenos de lágrimas, lo que la hacía parecer conmovedora.
“Héctor, no pude contactarte… Pensé que ya no me prestarías atención después de que te fuiste enojado…”
Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras hablaba.
Héctor, con el rostro lleno de preocupación, le secó las lágrimas con la mano. “Tonta, estás pensando demasiado. Hemos llegado tan lejos juntos, ¿cómo podría abandonarte tan fácilmente?”
“Entonces, ¿por qué no contestaste mis llamadas?”
“Estoy muy ocupado en la empresa…”
Rosa todavía lo miraba con los ojos llenos de lágrimas, aparentemente sin creer completamente lo que decía.
Héctor suspiró: “Ayer, después de que se publicaron las fotos, algunos inversionistas querían retirar su dinero… Los directores de la empresa han estado causando problemas…”
