Capítulo 201
Petrona Gil se levantó emocionada de su silla y abrazó junto a Selena Morales, rodeandole el cuello y dándole dos besos en la mejilla.
“Selena, eres lo máximo! Te quiero mucho
Selena, frunciendo el ceño, miró a Petrona sonriendo sin poder evitarlo. Entonces antes no me querías?”
“No, siempre te he querido igual.”
Palabras bonitas”
“De verdad!” Petrona se sentó en el brazo de la silla de Selena, con el brazo alrededor de sus hombros,, “Nuestro mayor competidor ahora es Cedrés Business. Pensamos que el escándalo de esta mañana los debilitaria, pero no esperábamos que tuvieran este as bajo la manga… Dijo emocionada Petrona se detuvo por un momento, mirando a Selena con preocupación y discipándose. Pero de verdad vamos a dejar que sigan insultándonos asi?” Selena le dio una palmadita en la mano a Petrona. “No te preocupes. La reputación es algo que se recupera al doble de cómo se perdió.”
Petrona negó con la cabeza, mirando a Selena “Selena, has cambiado
Selena sonrió, pero no respondió.
¿Cambiada? Nunca fue alguien que se dejara manipular….
“De todos modos, ¿estás segura de que podrás atraer la inversión de Cedrés Esiness? La mujer en la foto eres tú, tal vez su esposa tenga algo en
contra tuyo…
Selena mostró una sonrisa segura en sus ojos y respondió con confianza. “No lo hará.”
Petrona suspiro aliviada, confiando en Selena. ¡A veces, verla aparecer era más reconfortante que ver a un hombre alto y fuerte! ¡Parecia que todo se resolveria fácilmente con ella presente!
Héctor Cedrés estaba realmente ciego al no elegir a una mujer tan confiable.
“Vamos, te invito a tomar un café.”
Petrona quería celebrar el éxito de Selena. Selena miró su reloj. No había pasado ni media hora desde que llegó a la oficina, ¿y ya iba a salir de nuevo?
Es hora de trabajar.”
“No te preocupes, te invito a distraerte un rato.”
Cuando Selena y Petrona bajaron al vestibulo del edificio, José Bernardo estaba hablando por teléfono.
Había venido a traerle el coche a la señorita Selena, pero el señor llamó de repente.
“Si, lo entiendo. No me entrometeré, señor, no se preocupe…”
“No hables ahora.”
La voz fria de David Terrén interrumpió a José, quien cerró la boca al instante, pensando que su jefe tenía algo que decirle. Pero, después de esperar un rato, no dijo nada.
Confundido, José vio a Selena y a otra mujer con un estilo moderno acercarse charlando animadamente y con expresiones relajadas en sus rostros.
José sintió un golpe en su corazón.
¿Era necesario ser tan sensible? ¿Podia oir la voz de Selena incluso por teléforty desde tan lejos?
José empezó a querer alejarse de su jefe. Si esto continuaba, nunca podría escapar de la soltería.
El comportamiento de su jefe lo desanimaba de perseguir relaciones.
