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Capítulo 1384
El anciano no le echó ni una mirada, pero después de unos segundos de silencio, Selena sonrió un poco.
“¡No importa quién ayude a los Alonso, no tienen salvación! No me rebajaría a entrar en los Terrén, pero la esposa de David, en esta vida solo puedo ser yo. ¡Eso es algo que nadie puede cambiar! ¡Tú… debes cuidarte!”
Selena le echó un vistazo profundo, él frunció el ceño ligeramente, levantó la cabeza, y la miré friamente.
“¡Lárgate! No quiero verte, sin mi permiso, mejor que no aparezcas en frente mio…
“¡Tauro!” Antes de que el anciano pudiera terminar, Mateo entró corriendo desde el exterior.
“¿Qué pasa?” Preguntó mirándolo fijamente.
El rostro de Mateo estaba pálido, incluso sus labios estaban tan pálidos que daban miedo, temblaba por todo el cuerpo, incapaz de articular palabras.
“Tauro…Elisa…Sr. Terrén…Sra. Terrén…”
Mateo había estado siempre en los Terrén, era una persona tranquila, nadie en la sala lo había visto tan alterado.
“¿Qué pasó? ¿Qué ocurrió?”
El rostro de Elisa se volvió repentinamente muy sombrío, su voz era fría y temible.
David lo miró con los ojos entrecerrados, su mirada era afilada como un cuchillo.
Mateo tragó saliva con fuerza, su rostro estaba tan pálido que parecía rígido.
*…acabo de recibir la noticia… hoy el avión privado del Sr. y la Sra. Terrén se estrelló en su camino a Turquía…”
“¿Qué dijiste?!”
Al escuchar eso, los ojos de Elisa se abrieron de golpe, luego se cerraron de la misma forma, y toda la sangre en su rostro pareció ser extraída al instante.
La cabeza de Selena de repente se sentía como si hubiera explotado, se quedó allí por un momento, incapaz de asimilar la noticia.
El Sr. y la Sra. Terrén que mencionó Mateo, sin duda eran Felipe y Felisa.
Su avión privado se había estrellado en el camino…
En un instante, pudo sentir claramente cómo el cuerpo de David se tensaba.
Entrecerró los ojos, la mano que estaba en el brazo de David apretó un poco, intentando consolarlo.
Tauro se puso de pie de golpe desde el sofá tan pronto como Mateo terminó de hablar, y su cuerpo tembló en el lugar.
“¿Qué dijiste?!”
Ya había lágrimas en los ojos de Mateo, “Es cierto, la autoridad aérea ya lo ha confirmado, ya han encontrado el lugar del accidente, y los restos del avión también han sido identificados, es el avión privado en el que iban ellos…”
Tauro miró fijamente al mayordomo durante mucho tiempo, su pecho subía y bajaba violentamente, aunque estaba muy lejos, Selena podía escuchar la respiración pesada que salía de su garganta.
Parece que Mateo pensó en algo, su rostro cambió drásticamente y corrió hacia Tauro.
“¡Tauro!”
“¡Cof, cof, cof, cof…!”
¡El anciano comenzó a toser violentamente!
Al verlo, observaron que tosió un charco de sangre roja brillante, y su cuerpo entero se derrumbó.
“¡Tauro!”
Mateo gritó de repente, estuvo a punto de correr hacia él, pero David, que estaba a su lado, fue el primero en moverse, apoyando el cuerpo del anciano.
“¡Abuelo!” Dijo llamándolo en voz baja, su rostro mostraba un raro signo de pánico.
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Selena se acercó rápidamente, viendo que el viejo no tenía ninguna reacción, su corazón también entró en pánico, pero aun así sacó rápidamente su teléfono y marcó el número de emergencias.
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Por su parte, Elisa permanecía sentada en su silla de ruedas, con la mirada perdida, su rostro era tan pálido que no se podía describir con palabras.
Su hijo, y Felisa…
Después de un intenso rescate, no fue hasta que Tauro fue llevado a la sala de emergencias que Selena pudo respirar aliviada.
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De todos modos, lo llevaron a la sala de urgencias, lo cual era bastante mejor que estar preocupándose todo el tiempo.
Al darse la vuelta, vio a David, con la cara marcada por la preocupación. Ella apretó los labios, se acercó a él lentamente y tomó su mano.
Esa mano, que normalmente era cálida y reconfortante, ahora estaba fría como el hielo, y había un sudor frío en su palma.
Selena sintió un pinchazo en el corazón Agarró su mano con fuerza, esperando poder transmitirle algo de su calor.
“David…”
Él abrió los ojos
“Estoy bien.”
ligeramente. Al ver la preocupación en su rostro, le apretó la mano y la atrajo hacia él.
Estaba mintiendo.
¿Cómo iba a estar bien?
Estaba sufriendo, pero aun así se preocupaba por ella.
Ese hombre…
Selena reprimió las lágrimas que amenazaban con caer.
Sabía que este era su peor momento. Sabía que si derramaba una sola lágrima más, él no podría ignorarla, sin importar cuánto estuviera sufriendo.
No podía causarle más problemas.
Abrazó su cintura y se acurrucó en su pecho, buscando consolarlo en silencio.
En ese momento, realmente no sabia qué decir para consolarlo.
¿Un accidente de avión?
¿Cómo pudo suceder algo tan improbable?
Los aviones son revisados todos los días, no podía entender cómo un avión en perfecto estado podría fallar de repente en pleno vuelo.
Si hubiera sido por el clima, eso sería aún menos probable. El clima a lo largo de la ruta desde la ciudad P hasta Turquía había sido normal recientemente. Definitivamente no había ninguna condición climática que pudiera causar un accidente.
Frunciendo el ceño, tuvo la sensación de que algo no cuadraba.
Pero subconscientemente, no quería pensar demasiado.
No podía imaginar que eso fue premeditado.
Selena respiró hondo y soltó un suspiro.
Había dicho demasiado….
Había dicho todo lo que debería y no debería haber dicho, ¿por qué al final todavia eligieron irse?
Conociendo a Felisa, pensó que ella no querría hacerlo.
Pero no lo esperaba…
“Lo siento, David…”
Selena se sintió llena de culpa y remordimiento.
Si al principio no hubiera recurrido a una llamada telefónica, si hubiera ido a buscarlos en persona, tal vez no se habrían ido.
El trágico incidente de hoy no habría ocurrido.
David abrazó en silencio a la mujer en sus brazos. Sus ojos profundos emitían un brillo frío donde su esposa no podía ver.
Esa mirada helada podía congelar fácilmente todo a su vista. En esa frialdad, había una mezcla de ira suprimida en silencio, como si todo a su vista pudiera convertirse en ruinas con solo una palabra suya.
La voz suave de Selena en sus brazos dispersó algo de la frialdad en sus ojos, y acarició su cabello con suavidad.
Suvez fue tan suave como pudo, “Esto no tiene nada que ver contigo. No tienes que asumir la culpa cada vez que sucede algo.”
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