Capítulo 167
Ella no tenis ni idea de todo esto.
Ahora, sentia que Lamberto era bastante bueno con ella, pero eso era porque él pensaba que era la madrastra de su hijo y que el chico también la trataba bien, lo que le provocaba cierta culpa
Pero si el descubriera la verdad.
“Lamberto, ¿puedo hacerte una pregunta?”
Lamberto le miro fijamente, “¿Qué?”
“Si estoy hablando hipotéticamente un dia descubres que te he engañado, ¿qué harías?”
“No es la primera vez que me haces esta pregunta, supongo que quieres preguntarmelo directamente, ¿verdad?” dijo Lamberto, “Dime, ¿en que me has engañado?” Felicia se arrepentia mucho de haber hecho esa pregunta.
¿Qué tipo de persona es este Lamberto? Ella solo queria probarlo
Al preguntarle de esta manera, no le estaba revelando la verdad?
“Lamberto, ¿por que estas tan seno? Sólo quiero saber In respuesta! Hoy, eh… vi una hoticia, decia que una mujer habla engañado a su esposo y que él la mató sin pensarlo Creo que tu personalidad
Estas diciendo que también mataria?”
“No, no es eso! Felicia se apresuró a explicar, “Estás pensando demasiado, sólo quiero saber cómo reaccionarias.”
Y como esperas que reaccione?”
¿Como voy a saber yo?”
“Eso depende de la gravedad del asunto”
Felicia se apresuro a decir, “Definitivamente sería algo serio! No mentiria por algo pequeño.”
“Parece que es muy serio. La mirada de Lamberto recorno su rostro, “Asi que es mejor que no me engañes, si tienes algo que decir, dilo ahora. No te haré la vida dificil. Pero si lo descubro por mi cuenta, seguro que no te dejaré salir tan fácilmente”
Lamberto decía esto para asustarla.
Pero Felicia estaba tan asustada que le temblaban las manos
Lamberto la consolo, “Si no me has engañado, no tienes por qué estar nerviosa. No soy ningún demonio, cómo voy a querer matarte!”
Por la tarde la hacienda de la familia Rivas.
Esmeralda miró la hora, sus dos nietos saldrian de la escuela en unas horas.
Le pidió al chofer que preparara el coche, “Hoy quiero ir personalmente a comprar algunos ingredientes para cocinar para mis nietos. Y luego, de paso, ire a recogerlos
“Entendido”
Pronto, el coche llegó
Esmeralda subió al coche, pensando en que podía cocinar para alegrarles
Eze, el pequeño, siempre decía que todo estaba delicioso, pero Sergio… ultimamente no tenía mucho apetito y parecia haber adelgazado.
“Seriora, los profesores de los niños llamaron hoy para decir que la salida de la escuela se retrasaria una hora. El chofer salió un rato, y el mayordomo llamo para
decirselo
Al escuchar esta noticia, Esmeralda asintió levemente, “Bien, vamos a comprar los pasteles favoritos de Sergio. Le compraré algunos, si no le gusta la comida que cocino, al menos podrá comer los pasteles de esa tienda”
El chofer respondió con una sonrisa, “Sergio y Eze son muy afortunados de tener una abuela como usted.”
“Es gracias a ellos que mi vida está completa. Esmeralda suspiro profundamente, cada vez que pensaba en la decisión que había tomado en su momento, sentia un poco de ansiedad
Hasta ahora, todavía no estaba segura si su decisión había sido la correcta