Capítulo 159
“Ya entiendo, Sr. Rivas.”
Ricardo estaba a punto de irse cuando Lamberto lo detuvo
“No le digas nada a Felicia, nada en absoluto.”
“¿Por qué? ¿No deberia estar alerta de este individuo también?”
*Felicia es ingenua, no quiero que se desilusione demasiado con el mundo. Si no encontramos ningún problema, entonces todo está bien”
Ricardo asintió de acuerdo, “Ahora lo entiendol Sr. Rivas, usted realmente piensa en todo! Ni siquiera se me ocurriól Srta. Soler es muy afortunada de tenerlo protegiéndola todo el tiempo!”
“Es ingenua, así que tengo que pensar por ella más ”
Era incapaz de resistirse a esta mujer ingenua.
Al mediodía, Felicia queria invitar a Lamberto a almorzar y aprovechar para preguntarle sobre Silvia.
Pero después de meditar por un largo tiempo, decidió no hacerlo.
Si alguien la vela, seguramente empezarían a hablar a sus espaldas!
Y no queria causarle problemas a Lamberto.
Justo cuando estaba a punto de ir a almorzar sola, recibió una llamada de Silvia antes de salir de la oficina.
“¿Tienes un momento, Felicia?”
“Si, ¿qué pasa? Tu voz suena como si algo hubiera sucedido!
“Me me atropello un carro Llame a nuestra ama de llaves, pero no contestó. El médico me pidió que buscara a un familiar, pero no pude encontrar a nadie. ¿Podrías venir?”
Al escuchar esto, Felicia aceptó de inmediato, “Por supuesto! ¡Voy enseguida!”
Colgo el teléfono y tomó un taxi al hospital.
En el camino, hizo una llamada a Lamberto
“Una amiga mia fue atropellada por un carro. Necesito cuidara, asi que puede que no regrese esta tarde. ¡Haz que Ricardo haga mi trabajo
Lamberto respondió seriamente, “¿Cómo está tu amiga? ¿Necesitas que vaya contigo?”
Felicia se sorprendio y rechazo rapidamente, “No, yo puedo ir sola”
Si Lamberto descubre que va a ver a Silvia, seguramente se enfadara.
“Entonces ten cuidado. Si necesitas mi ayuda, llámame en cualquier momento”
“De acuerdo!
Felicia colgó el teléfono justo cuando el taxi estaba llegando al hospital.
Se apresuro a entrar al hospital siguiendo la dirección que Silvia le habia enviado.
Cuando Felicia llegó a la habitación de Silvia, la encontró acostada sobre la camilla, con los hombros temblando ligeramente, una imagen que desgarraba el
corazon
“¿Estás bien?” Felicia se acercó rápidamente y le dio unas palmaditas en el hombro. “¿Cómo pudo suceder algo asi? ¿Encontraron al culpable?”
Al escuchar la voz de Felicia, Silvia comenzó a llorar aún más fuerte.
“Finalmente estás aquil Pensé pensé que iba a morir…“