10:34
Capítulo 135
“Mamá, ella va a vivir con nosotros de ahora en adelante dijo Lamberto con una sonrisa, planeando acercarse, pero vio a Sergio salir
de la casa.
Sergio vio a Felicia y corrió hacia ella emocionado.
“¡Mamá! ¡Te extrañé mucho!”
Felicia se agachó de inmediato, levantó a Sergio en sus brazos y le besó la mejilla, “Mamá también te extrañó!”
Sergio se sonrojó un poco, bajó la cabeza y miró a Eze, “Papa, ¿él es mi hermano?”
“Si” asintió Lamberto, “¡Dejemos de charlar en la entrada y entremos!
“¡Si!” Esmeralda asintió repetidamente, Entremos y charlemos con calma! ¡Quiero mimar a mis dos nietos!”
Por la noche, la familia Rivas preparó una cena abundante para darle la bienvenida a Eze.
Felicia miró a Eze feliz entre sus abuelos, y se sintió un poco emocionada.
Quizás realmente habia sido demasiado egoísta, privando a Eze de todo el amor que merecía.
“¿En que piensas?”
Después de la cena, Lamberto notó que Felicia aún parecia distraida y le preguntó.
Felicia se quedó perpleja por un momento, luego negó con la cabeza, “No pienso en nada… solo anhelo este tipo de ambiente familiar tan armonioso“.
“No necesitas anhelarlo, ya eres parte de él” Lamberto sonrió levemente, “Felicia, ¿estás… pensando en tener otro hijo conmigo?”
“Eh?”
“Antes de la cena, mi madre me hizo esa pregunta Lamberto la miro senamente y dijo suavemente: “No tienes que sentirte presionada, nadie te forzará a tomar una decisión. ¡Solo necesito saber lo que piensas! Mi madre solo queria conocer nuestros
planes”
Felicia parpadeo, sin saber qué decir.
De hecho, nunca habia pensado en esto
¡Además… su matrimonio con Lamberto estaba basado en mentiras en este momento! No sabía cuándo se revelaria la verdad, asi que no habia pensado tan a largo plazo.
Quizás en unos dias, cuando se revele la verdad, tendrá que irse con su hijo.
¿Todavia no estás segura?” Lamberto levantó las cejas, “Entonces piensalo más! No es algo que se decida en uno o dos dias”
“¿Y tú?” Felicia de repente se sintió curiosa acerca de su respuesta, “¿Quieres tener otro hijo?”
*¡Si, pero prefiero una hija!” Lamberto respondió sin dudarlo, “Ya tengo dos hijos, me gustaria tener una hija”
Felicia lo miró, riendo, ¿Tú? No eres de los que deberían tener hijas”
“¿Por qué no? ¿Por qué no debería tener una hija?” Lamberto sonrió curioso, “¿Crees que tengo una cara fea?”
Felicia negó con la cabeza rápidamente, “Si tú eres feo, jentonces no hay nadie guapo en este mundo!”
“¿Entonces me estás elogiando?”
Felicia se sonrojó, se giró avergonzada, “No era eso lo que quería decir. Solo pienso que, con tu carácter tan dominante, si tienes una hija, ¿quién se atreva a casarse con ella?”
Lamberto pensó por un momento. “Esa persona tendría que ser excepcional! Y, por supuesto, no puede tratar mal a mi hija!”
*¡Ya ves! Seguro que serás uno de esos padres que intervienen en el matrimonio de sus hijas”
“¡Depende de la situación! Si mi hija sufre alguna injusticia pero yo no hago nada, ¿acaso soy digno de ser padre?”
+