Capítulo 106
Felicia caminaba sola por la calle, un millón de posibilidades cruzaban su mente…
Podria perder al hombre que amaba.
Podría perderlo todo…
Pero cuando vio a Lamberto, quedó muda, no podía decir nada!
“¿Necesitas algo de mi?”
“Yo… um…” Mientras Felicia dudaba, sin saber cómo hablar con Lamberto, jel celular de Lamberto sonó de repente!
Lamberto la miró de reojo y dijo, “Siéntate, tengo que atender esto“.
“Está bien”
Lamberto se alejó con su celular y respondió.
Se escuchó la voz de Duero al otro lado.
“Sr. Rivas, he encontrado a la mujer.”
“¿La encontraste?”
“Si, pero tiene algunos problemas en este momento. Si queremos que venga, puede que necesite algo de tiempo. ¿Puede esperar?”
Lamberto frunció el ceño, “¿Y mi otro hijo?”
“Probablemente también vendrá.”
“Puedo darles tres dias.”
Parecia que Duero suspiro aliviado del otro lado, “Bien, en tres dias, la llevaré a verte.”
Lamberto colgó y volvió a buscar a Felicia.
Felicia se puso de pie nerviosamente cuando lo vio, luego dijo, “Lamberto, en realidad ese año–”
“Encontraron a la madre biológica de Sergio.”
“¿Qué?” Felicia se quedó sorprendida.
“Duero dice que la traerá a verme en tres dias.” Lamberto se sentó, cruzó las manos y frunció el ceño. “Podría tener otro hijo, te
molestaría?”
“¿Otro hijo?”
“Si, al parecer Sergio tiene un gemelo, acabo de enterarme. No sé si puedes aceptar a mi otro hijo, pero… tú serías su madre.”
Felicia giró sus ojos, “¿Y qué piensas hacer con la madre biológica de tus hijos?”
“Eso no es algo de lo que debas preocuparte. No tendre ninguna relación con ella. Ya estamos casados, sólo te reconozco a ti como
mi esposa.”
Lamberto frunció los labios, se sirvió un vaso de agua, “No sé si Duero ha hablado contigo sobre esto, el también tiene responsabilidad en esto.”
Al escuchar esto, Felicia se apresuró a decir, “No puedes culpar a la familia Muñoz por esto. Incluso incluso por mi bien! Duero me ha ayudado mucho, es un buen tipo, muy inocente, no puedes hacerle nada a la familia Muñoz por esto, ¿de acuerdo?”
*Te preocupa Duero.”
Esto le molestó.
“Sólo estoy ayudando a un amigo! ¡Nuestra relación es sólo amistad! Admito que antes pensé en estar con él, pero no estamos juntos porque al final me di cuenta de que es mejor ser amigos. Y además… Duero no sabe que estamos casados! No se lo conté.”
Lamberto entrecerró los ojos, “¿Por qué no se lo contaste? ¿Quieres que el juegue el papel de tu amante?”
“¡Absolutamente no! Siento que somos sólo amigos, ino tengo por qué contarle todo! ¡Así de simple!”
“¿De verdad?”
Felicia asintió rápidamente, “¡De verdad! ¡Prometo que mi relación con Duero es puramente amistosal