Capítulo 57
Aurora no podía aceptar la realidad, se cubrió la cara, se sentó en el suelo y empezó a llorar amargamente.
Al ver a Aurora asi, a Evelyn le vino a la mente el recuerdo del día que hablaron por primera vez.
Era el primer dia de clases del año y la primera clase de educación fisica, donde el profesor exigía que todos los estudiantes llevasen zapatillas deportivas. Si no las tenian, debian soportar el castigo de estar parados en el patio.
Cuando todos estaban en el vestuario cambiándose las zapatillas, Evelyn notó que Aurora estaba sola, llorando en una esquina.
Evelyn se acercó a ella para preguntarle qué pasaba, fue su primera conversación
Aurora le dijo que no tenia zapatillas y que seguramente tendría que soportar el castigo
Ese día Evelyn llevaba zapatillas, pero no se las puso.
Aún recuerda cuando las dos fueron castigadas por el profesor y tuvieron que quedarse paradas debajo de la canasta de baloncesto
Aurora le preguntó “Si tenias zapatillas, ¿por qué no te las pusiste?”
Evelyn le sonrio y dijo: “Es para hacerte compañia, si somos dos, al menos no nos aburriremos.”
Evelyn habló con una ligereza que contrastaba con la situación, Aurora no pudo evitar llorar y le dijo: “Evelyn, ¿quieres ser mi amiga?”
Evelyn respondió: “Desde ahora, seremos las mejores amigas”
Luego, al salir de la escuela, Evelyn fue a la tienda y le compró un par de zapatillas deportivas Nike a Aurora.
Aurora, por su parte, le preparó una tortilla casera para desayunar
Todos esos hermosos recuerdos del pasado parecían una pelicula que se reproducia en su cabeza.
El corazón de Evelyn estaba muy pesado en ese momento, nunca imagino que su relación con Aurora, que comenzó tan inocentemente, llegaria
a un punto tan terrible.
El tiempo y el destino son crueles, pueden cambiar los corazones y cambiarlo todo.
Evelyn recordó una frase que escribió cuando era niña, cuando su madre le enseñaba caligrafia, “las nubes de colores se dispersan fácilmente, el vidrio es frágil“.
Le preguntó a su madre qué significaba eso.
Su madre simplemente suspiro y le dijo: “Las cosas bonitas en este mundo siempre son efimeras.”
Evelyn no dijo nada más y se fue, seguida de cerca por César.
Cerca del Hotel César Internacional se encontraba la Plaza Campeón.
La plaza estaba llena de gente y era muy animada.
Evelyn se sento silenciosamente en uno de los bancos de la plaza.
César se acercó y se detuvo frente a ella.
Evelyn levantó la cabeza para mirarlo, sintiendo como si estuviera mirando a un extraño.
“Evelyn, lo siento mucho“, dijo César.
Evelyn respondió: “No hiciste nada malo, en realidad, tú fuiste la verdadera victima.”
César dijo: “Sólo me comprometi con Aurora porque temia que te hiciera daño. Decidi llevarla al extranjero para protegerte, pero nunca imagine que incluso el embarazo era parte de su plan.”
Evelyn simplemente asintió para indicar que había escuchado, pero no respondió.
César guardó silencio un rato y luego volvió a hablar: “Evelyn, ¿puedes perdonarme? Ahora debes saber que todo lo que pasó fue planeado por Aurora, yo fui sólo su presa. No puedo olvidarte ni dejarte, Evelyn, te amo.”
El corazón de Evelyn dolía como si hubiera sido atravesado por flechas.
-César siempre fue dulce con sus palabras, había dicho “Te amo a Evelyn durante diez años, y ella se había acostumbrado a ello y nunca habia
dudado de su amor.
Pero esta vez, nunca antes había escuchado a César hablar con un tono tan desesperado y suplicante. Los ojos de César estaban rojos, este chico con quien había crecido, nunca había llorado delante de ella.
Evelyn lo miró firmemente, sin poder responder, sufría por dentro.
César preguntó: “¿Podemos volver al pasado?”
Después de un par de segundos de silencio, preguntó de nuevo: “Evelyn, ¿todavía me amas?”
Evelyn siempre habia creido que amaba a César.