Capítulo 43
Esos viejos recuerdos parecian haber ocurrido ayer, pero también como si hubiera pasado una eternidad.
César se acercó a Evelyn y le dijo: “Evelyn, te echo de menos“.
Evelyn respondió: “Ya no tenemos nada que ver el uno con el otro. César, por favor, no hagas esto“.
César extendió la mano para agarrarla: “Evelyn, sé que me odias, pero ¿podrías perdonarme por última vez? Evelyn, te amo, de verdad no puedo
vivir sin ti“.
Pero Evelyn retrocedió un paso, levantó la cabeza y lo miró: “César, las cosas ya han llegado a este punto, ya no puede haber nada entre nosotros. Aurora ya está embarazada, tienes que asumir tus responsabilidades como hombre, no me molestes más, lo nuestro ya terminó hace mucho tiempo“.
Un rastro de dolor brillo en los ojos de César, ella intentó marcharse, pero César de repente dijo: “El embarazo de Aurora fue un completo accidente, ella lo planeó todo. Evelyn, te suplico que no me alejes de tu lado, ¿sabes cuánto he sufrido estos últimos dias?”
Su voz sonaba como la de un niño mimado. Esa era su costumbre, cada vez que la enfadaba, se comportaba como un niño mimado, aunque era mucho mayor que ella y ella siempre solia perdonarlo.
Sin embargo, en ese momento Evelyn se sentia muy molesta: “César, ¿podrías madurar un poco? Ya no eres un niño, aún no ves la realidad? ¿Crees que puedes solucionar esto con una simple disculpa? Y, además, yo ya no soy la misma de antes, entre nosotros nunca más será posible
estar juntos
Estaban en la entrada de la escuela, aunque no había mucha gente al mediodía, ya algunos comenzaban a mirar en su dirección. Even se dio la vuelta y corrió de regreso a la escuela, él la siguió, pero Evelyn se metió en la biblioteca cercana. Nadie podía entrar a la biblioteca sin identificación de estudiante, asi que César se quedó afuera.
Evelyn se sentó en un rincón. Estaba distraida, pero en su mente solo estaba la cara de Renzo, ella sabia que incluso si Aurora no estuviera embarazada, no habria ninguna posibilidad entre ella y César, porque entre ellos ya estaba Renzo. En ese momento, no pudo evitar preguntarse: “¿Qué estará haciendo Renzo ahora?”
En ese momento, en la oficina del presidente en el piso 60 de la Torre Gabriel.
Un joven vestido informalmente apuntó a la cara de Renzo y gritó: “Yo, el Sr. K, soy uno de los mejores hackers del país! Me llamaste de tanta prisa, y pensé que el sistema secreto de Grupo Gabriel había sido invadido. ¿Pero resulta que me quieres para hackear un foro universitario!” ¿Un foro de campus? Renzo, ¿me estás menospreciando o humillándome?”
Renzo, con un rostro inexpresivo, cogió lentamente un boligrafo, firmó un cheque y lo pasó: Cien mil dólares, es suficiente para ti?“.
El Sr. K, cuando escuchó aquello, ya habia abierto su laptop, se sentó derecho y dijo con seriedad: “Mira, somos amigos desde hace muchos años. Esto es facilisimo, te lo puedo resolver enseguida“.
Aunque hablaba de esa manera, no dudó en guardar el cheque en su bolsillo
En solo unos segundos, el Sr. K chasqueó los dedos: “Ya listo, solo era hackear un pequeño foro. ¿Quieres que me encargue de la página oficial
de la Universidad A también?“.
Renzo dijo: “No hace falta, pero necesito la información real del autor de aquella publicación anónima“.
“Eso es fácil, solo espera medio minuto“. Como dijo, medio minuto después, el Sr. K habia encontrado toda la información de la identidad del
autor anónimo.
El Sr. K cerró su laptop y dijo: “Siendo el presidente de una gran empresa, tus escándalos nunca se detienen. Nunca te había visto tan serio antes en este tipo de asuntos, ¿por qué ahora te importa un insignificante rumor universitario?“.
El señor K echó un vistazo rápido, Renzo lo había llamado solo para eliminar un post, ese post se llamaba: [Revelando la relación entre Evelyn y el jefe de Grupo Gabriel, Renzo]