Capítulo 4
Evelyn tenía la intención de darse la vuelta y marcharse.
Pero justo entonces, César la vio, se bajó del auto y agarró el brazo de Evelyn: “Evelyn, déjame explicarte.”-
Evelyn se giró, con un tono frío: “Está bien, habla, yo escucho.”
César dijo: “Aquel día estaba borracho, creí que tú eras Aurora.”
Evelyn preguntó: “¿Ya terminaste de explicarte? Si es así, me voy.”
Justo era la hora pico de salida del trabajo, había mucha gente yendo y viniendo por la entrada.
Justo en ese momento, Leticia salía del garaje en su auto, Evelyn se giró de inmediato y se subió a su auto.
César no la siguió.
Cuando el auto subió al viaducto, Leticia preguntó: “¿Quién era ese guapo de antes? ¿Es el mismo que te trajo rosas esta mañana?
“¿Es tu novio?”
Evelyn negó con la cabeza: “Lo fue.”
“Oh, es tu ex novio. Parece que quería reconciliarse, pero ¿por qué terminaron? Es guapo, parece que es de buena familia, Evelyn, ¿cómo puedes dejar ir a un hombre así?”
“Uyy, Leti, me duele la cabeza.”
Evelyn siempre parecía alegre, incluso cuando era criticada por su jefe, rara vez se la veía como ahora.
Así que Leticia no preguntó más.
Evelyn miraba el paisaje nocturno por la ventana, sus pensamientos volvieron a tres meses atrás.
El 11 de noviembre fue el cumpleaños de Evelyn, el regalo de cumpleaños de César fue dejar que ella descubriera aquel día que él tenía una amante.
Y esa amante era su mejor amiga, Aurora González.
Traicionada en un solo día por las dos personas más cercanas a ella, Evelyn solo pudo volver al bar Reina Q y beber, y entonces ocurrió lo que sucedió después.
Durante tres días seguidos, en la mesa de Evelyn aparecieron rosas arco iris, y César la esperaba a la salida del trabajo todas las noches.
Todo el mundo en la oficina lo sabía, que había un hombre súper guapo persiguiendo locamente a Evelyn.
Evelyn no explicó nada, solo Leticia sabía la verdad.
El cuarto día, en la mesa de Evelyn aparecieron más rosas arco iris.
Pero además, otra persona también vino a buscarla a la oficina. Era Aurora.
Evelyn la miró frunciendo el ceño.
Aurora se apresuró a acercarse y dijo: “Evelyn, como es que no aceptas verme ni contestas mis llamadas, tuve que venir a buscarte directamente, ¿podemos hablar?”
Había mucha gente en la oficina, y todos miraban con curiosidad.
Evelyn no quería llamar la atención, así que dijo: “Ven conmigo.”
Evelyn llevó a Aurora a la sala de conferencias más cercana,
Una vez adentro, Aurora, con lágrimas en los ojos, agarró el brazo de Evelyn y dijo: “Evelyn, lo siento. ¿Puedes perdonarme? No quiero perder a una buena amiga como tú.”
Evelyn dijo: “Si realmente me consideraras tu amiga, no habrías hecho lo que habías hecho, recuerdo que aquel día no bebiste.”
Aurora comenzó a llorar más fuerte: “Evelyn, seguro que no sabes, he estado enamorada de César por mucho tiempo. Es cierto, ustedes dos han sido amigos desde infancia, no debería haberme metido, pero si el amor pudiera controlarse, entonces no sería amor
Al escuchar esto, la cara de Evelyn se oscureció.
Aurora continuó suplicando: “Evelyn, somos amigas desde hace años, ¿puedes dejarme al Sr. Alarcón? Eres la hija mimada de la familia Ibáñez, incluso sin César, podrás encontrar un mejor compañero en el futuro, pero yo no, si lo pierdo, realmente no tendré nada. Evelyn, siempre has odiado la competencia, ¿puedes perdonar a César?”
Evelyn se quedó sin palabras, ¿perdonarlo? De hecho, nunca había planeado aferrarse a él.
Después de lo que sucedió, Evelyn sabía que ella y César nunca podrían volver a ser pareja.
Evelyn se dio la vuelta y preguntó: “¿Viniste hoy solo para decirme todo esto?”
