Capítulo 364
El fuerte atractivo visual y el deseo incontrolable habían superado completamente la lógica y el autocontrol de Ivan.
Durante años, nunca habia sentido algo por ninguna mujer. Irónicamente, tenía 28 años, pero nunca había tenido un contacto intimo con una mujer. Ni siquiera tuvo su primer beso. Entonces, ¿cómo podria resistir tal tentación?
La persona frente a él, era la que habia estado ocultando en su corazón durante más de veinte años.
Iván temblaba por todo el cuerpo, cada movimiento de Beatriz parecia querer acabar con su vida.
Estaban en un piso alto del edificio. Toda la pared lateral era una ventana panorámica. Las cortinas no estaban cerradas. La luz de la luna se derramaba sobre el suelo.
La luna era brillante, el interior era hermoso…
Evelyn todavia se sentia un poco insegura después de regresar. Pero al menos había entregado personalmente a Beatriz a Iván. Mientras Beatriz estuviera con Iván, Evelyn pensaba que no tenia que preocuparse demasiado, sin importar lo que sucediera.
Cuando Evelyn volvió al hotel, Renzo todavia no había regresado. Habia comenzado a estar ocupado otra vez. A veces llegaba más tarde que Evelyn.
Cuando Renzo regresó, Evelyn acababa de ducharse.
Viendo lo cansado que estaba, Evelyn sintió pena por él: “Quizás deberías seguir viviendo en Villa Valentina, tienes que conducir casi una hora cada vez que vienes desde alli”
Durante este tiempo, Renzo habia estado ayudando a Perla Casal a reorganizar su nueva empresa en Maridad. Pero eso quedaba a una hora de aqui.
Evelyn estaba preocupada por el tiempo que Renzo desperdiciaba en la carretera.
Sin embargo, Renzo se acercó y abrazo a Evelyn directamente después de su ducha.
El aroma fresco de su cuerpo era reconfortante. Renzo cerró los ojos, su cara enterrada en el pelo de Evelyn, su voz era suave: “Hmm, asi que quieres echarme de nuestra habitación.”
Evelyn no queria echarlo, solo se preocupaba por él.
Antes de que pudiera decir nada, Renzo continuó haciendo berrinches: “De todos modos, me voy a ir pronto, así que estarás contenta.”
Evelyn se rio: “Renzo, ¿por qué te comportas como un niño? Por supuesto que quiero que estés conmigo todo el tiempo, solo me preocupo porque estás cansado, ¿por qué no me lo agradeces?”
Renzo levantó una ceja: “¿De verdad?”
“Por supuesto
“Entonces, te costaría mucho dejarme ir.”
Evelyn abrazo la cintura de Renzo: “Por supuesto que te extrañaré mucho, mi corazón me duele al escuchar que te vas.”
Renzo asintió satisfecho: “No te preocupes, después de que me vaya, vendre a verte cada tres dias.”
Evelyn se sorprendió, ¿no se marearia volando tanto?
“No tienes que hacerlo, estás tan ocupado, puedo cuidarme sola, ¿qué tal si vienes una vez al mes?”
“¿Una vez al mes? Renzo frunció el ceño
Evelyn se apresuró a cambiar de opinión: “Cada quince días? ¿Una vez a la semana?”
La cara de Renzo se oscureció de nuevo: “¿No quieres?”
“No es que no quiera, solo me preocupo de que estés trabajando demasiado duro.”
Renzo dijo tranquilamente: “Puedo trabajar en el avión, así que lo dejaremos asi.”
Evelyn sabía que, si decia una palabra más, este hombre sensible podria enfadarse de nuevo. Así que solo pudo ponerse de puntillas y darle un ligero beso en la mejilla: “Cariño, eres tan bueno conmigo.”
“Con que lo sepas, es suficiente para mi”
Renzo miró su rostro fresco y natural. Incluso si no pudiera verla durante tres dias, se sentiría muy incómodo.
Al día siguiente.