Capitulo 319
No se esperaba que cuando volvieron a casa, la abuela ya habia hervido agua desde temprano.
La cocina estaba llena de termos de agua caliente.
Evelyn sacó la tina de madera que iban a usar para bañarse.
La tina estaba muy limpia, la capa superior estaba encerada y parecia completamente nuevo.
Pero cuando Evelyn comenzó a verter agua en él, botella por botella,
Renzo no pudo evitar arrugar el ceño y preguntar “De verdad voy a bañarme en esto?”
Evelyn asintió seriamente y dijo: Nunca viste una pelicula de época? En esas peliculas, todos se bañan en tinas de madera Voy a esparcir algunos pétalos de flores secas en el agua, eso es un trato real digno de una reina, ¿qué te parece?‘
Renzo bromeó. Y como era el trato de los reyes en aquel entonces? ¿Podian bañarse con el amante que quisieran?”
Al ver la mirada traviesa de Renzo, Evelyn sabia lo que iba a decir a continuación,
Asi que levantó la mano en un gesto de alto y dijo: “Deja de soñar, no eres un rey”
Una vez que todo estuvo listo, Evelyn se frotó las manos satisfecha y dijo: “Te esperaré en el patio, disfruta”
Luego, antes de que Renzo pudiera responder, Evelyn se fue rapidamente.
Si no se iba pronto, Evelyn temia que no pudiera irse en toda la noche.
El clima era perfecto ese día. Aunque no habia luna, las estrellas estaban densamente pobladas en el cielo.
Habia un viejo arbol de acacia caido en el patio.
El árbol habia sido golpeado recientemente por un rayo y todas sus ramas y hojas habían sido cortadas, dejando solo un tronco grueso tirado allí, aun sin limpiar.
Evelyn se sentó en este viejo arbol de acacia, mirando las estrellas
La noche en el campo era tranquila y soñadora.
Evelyn recordó que su madre le habia dicho cuando era niña que las estrellas en el cielo eran los ojos de las personas que habían fallecido.
Incluso si no estaban junto a las personas que más amaban, seguirian vigilándonos desde el cielo.
Evelyn habia crecido y sabia que esto era solo un hermoso cuento de hadas.
Pero preferia creer que era verdad, asi su madre estaría mirándola desde el cielo.
Evelyn se sintió repentinamente melancólica.
Si, extrañaba a su madre.
Para no dejar que sus pensamientos divaguen, Evelyn decidió encontrar algo que hacer.
Después de buscar en el patio, vio los camotes que su abuela había desenterrado ese mismo dia.
Evelyn tuvo una idea, hizo un pequeño fuego con unas ramitas y enterro los camotes en él.
También tomó un par de mazorcas de maiz de la cocina y las metió en el fuego.
Luego se sentó frente al fuego para calentarse
Cuando Renzo salió después de bañarse, vio a Evelyn sacando cosas quemadas del fuego.
Cuando Evelyn vio a Renzo salir, lo llamó emocionada y dijo “Ven aquí, tengo algo genial que mostrarte.”
Con el ceño fruncido, Renzo se acercó y preguntó: ¿Qué estás haciendo?”
Evelyn sonriendo, agarró un camote, sopló un rato y luego lo partió por la mitad.
El camote desprendia un olor a caramelo quemado, que hizo que a Evelyn se le hiciera agua la boca.
Evelyn partió una mitad y se la pasó a Renzo. “Camote asado, apuesto a que nunca lo has probado. Era mi favorito cuando era niña.”
Renzo miró la piel quemada y arrugó el ceño, sin extender la mano para tomarla Eso se puede comer?”
Entonces, al siguiente segundo, Evelyn le puso medio camote en la mano. Sus manos estaban algo sucias, pero se sentó en el tronco del árbol con su ropa recién cambiada.
Renzo dijo “Oye, acabo de bañarme.”
Evelyn respondió sin importarle: “Cariño, es hora de que superes tu mania por la limpieza. Comer este camote podría ayudarte a superarlo. ¿No me creec? Pruébalo, te garantizo que no te parecerá sucio”