Capítulo 12
Dario se acercó a Evelyn y, tomando su mano, le dijo: “Evelyn, ¿por qué no le dijiste a tu viejo sobre algo tan importante?”
Evelyn respondió: “En realidad no hay mucho que decir, solo fue una ruptura, todo eso ya es cosa del pasado.
A pesar de que Evelyn decía eso, Dario conocía bien a su hija. Estos dos niños habían sido amigos desde la infancia y tenían un vínculo muy profundo. La familia Ibáñez y la familia Alarcón siempre se habían considerado parientes, no creían que algo así pudiera suceder.
Darío se sentó al lado de Evelyn y dijo: “Ya que las cosas han llegado a este punto, no tiene sentido tratar de repararlas. No importa si te separaste. Siempre fuiste una estudiante excepcional, César nunca se preocupó por sus responsabilidades, incluso creo que ese patán no está a tu altura. El hombre que se case con mi hija será el mejor del mundo.”
Mientras hablaba, Darío sacó una invitación de su bolsillo y dijo: “Esta es la invitación a la fiesta de cumpleaños número 70 del multimillonario Gabriel Casal. Todas las grandes familias de Flemania recibieron una, e incluso especifica que cada familia debe llevar a una hija. Obviamente, es para arreglar citas para el hijo de la familia Casal, Renzo. Cada familia sólo tendrá un cupo para una mujer, y planeo llevarte a ti.”
Evelyn no esperaba escuchar el nombre de Renzo en su casa. No sabía cómo reaccionaría Darío si supiera que ya se había casado con el hombre que acaba de mencionar.
Pero Evelyn no dijo nada.
Darío puso la invitación en la mano de Evelyn y dijo: “Evelyn, tu viejo sabe que te he descuidado en esta casa, pero tienes que saber que siempre serás la que más quiero.”
Si Evelyn aún fuera una niña, definitivamente creería.
Pero ahora, sólo bajó la cabeza y dijo suavemente: “Lo sé.”
Darío miró a Evelyn y suspiró antes de irse.
Evelyn se quedó mirando la invitación en su mano.
¿Planeaba la familia Casal organizar citas públicas para Renzo?
Evelyn miró la fecha de la invitación. Resulta que el cumpleaños de Gabriel es en una semana, pero Evelyn nunca había oído a Renzo hablar de él. Sentía un poco de desilusión, pero ¿y qué iba a cambiar aunque Renzo lo hubiera mencionado? Su matrimonio era un secreto, Renzo no la llevaría realmente a
casa.
A veces, cuando Evelyn reflexionaba en silencio, sentía que su matrimonio con Renzo era una broma.
Mientras Evelyn estaba perdida en sus pensamientos, la puerta se abrió y Vivian entró a la habitación con arrogancia.
Evelyn frunció el ceño y preguntó: “¿Qué haces aquí?”
Vivian dijo directamente: “Escuché todo lo que papá te acaba de decir. Evelyn, es una broma que Renzo se fije en ti, dame la invitación.”
Evelyn no había decidido si iría o no, pero al ver a Vivian así, tampoco quería dársela. Así que escondió la invitación detrás de ella y dijo: “Vivian, todavía eres menor de edad, ¿para qué quieres ir a citas?*
Vivian respondió: “En dos meses cumpliré 18 años. Aunque todavía soy menor de edad, tengo más posibilidades de convertirme en su esposa que tú. César ni siquiera te mira, mucho menos lo hará el joven Casal. Deja de soñar en vano, mejor dame esa invitación. Nuestra familia Ibáñez aún tiene un poco de esperanza de relacionarse con la familia Casal.”
Evelyn dijo fríamente: “Puedes irte, no te daré la invitación.”
Viendo que sus palabras no tenían efecto, Vivian decidió tomar la invitación por la fuerza, empujó a Evelyn sobre la cama tratando de quitarsela de las
manos.
Evelyn nunca imaginó que Vivian sería tan irracional. Con un solo movimiento de defensa personal, inmediatamente inmovilizó a Vivian en la cama. Desde pequeña practicó taekwondo y había alcanzado el nivel de cinturón negro, quinto dan.
El dolor en la muñeca de Vivian la hizo gritar: “Evelyn, no puedo creer que te atrevas a hacerme esto, le diré a papá, suéltame ahora mismo”. Evelyn soltó a Vivian: “Anda, dile, no tengo miedo”.
a w w sa
Vivian no podía disimular su frustración. Sabía de las habilidades de Evelyn, normalmente solo se atrevía a atacarla con palabras. Cuando estaba a punto de marcharse, de repente vio la marca de un beso en el cuello de Evelyn.
