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Capitulo 115
Capítulo 115
“¿Tienes algún problema? Quizás pueda ayudarte.” Le preguntó el hombre.
“No necesito tu ayuda.” Negó con la cabeza.
“Evelyn, no te traje aqui para que te sintieras asi de mal. ¿Te gustaria asistir al baile de máscaras que la Condesa Alexandra está organizando en el salón de baile esta noche?”
“Ve tú, yo no quiero ir.” Respondió con desgano.
Insistió en llevarla, pero cuando abrió su maleta, no encontró ni un solo vestido, ni siquiera un par de tacones.
Jenaro la miró sin entender “¿Cómo es que no tienes ni un solo vestido?”
Frustrado, pensó por unos segundos y dijo: “Espera un momento, conozco a alguien que podría prestarle uno.”
Ella no tuvo tiempo de responder cuando él ya habia salido de la habitación.
No pasó mucho tiempo hasta que regresó, llevando un minivestido negro y unos tacones de cristal blancos.
*¿De dónde sacaste esa ropa?”
“No necesitas saber de donde la saqué. Pruébatelo a ver si te queda bien.”
A pesar de que no quería asistir al baile, finalmente se puso el vestido y los tacones a insistencia del hombre.
Cuando el la vio, sus ojos se iluminaron: “Te ves hermosa hoy. Sería aún mejor si te maquillaras.”
“Es un baile de máscaras, todos llevarán máscaras, no necesito maquillarme.”
“Estás hermosa sin maquillaje, si no quieres maquillarte, no pasa nada.” Respondió riendo.
La fiesta se celebró en el salón de baile en la parte superior del hotel. Doña Alexandra invitó a todos los invitados importantes
Evelyn eligió una máscara negra que cubría casi toda su cara.
Jenaro, en cambio, eligió una máscara de principe. Ella se puso la máscara tan pronto como entro, aunque ella era una desconocida, él no Habia oido que habria muchos periodistas en la fiesta, asi que decidió ser cautelosa.
El salón estaba lleno de gente y el ambiente era animado. Todos brindaban y reian.
Evelyn vio a Beatriz, quien llevaba un vestido largo blanco lleno de brillantes diamantes, su maquillaje era exquisito, parecia la Reina de las Nieves en un cuento de hadas.
No llevaba máscara, al igual que Jenaro, simplemente la llevaba en su mano.
Y el hombre que estaba a su lado, hablándole…
¡Era Renzo!
El corazón de Evelyn se aceleró todo el día, estaba inquieta.
Pero cuando vio la cara de Renzo, su corazón de repente se calmó.
Se sintió como si algo se hundiera en él.
Renzo dijo que estaba de viaje de negocios, pero resultó que estaba de vacaciones con Beatriz…
