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Capítulo 131
*¿No mencionaste que la firma y el sello eran falsos?”
Rosalinda pareció escuchar que todos los documentos eran falsos, por lo que la firma y el sello también deberían serlo.
“Sí, eran falsos pero tenían casi el mismo aspecto que los auténticos, e incluso la antifalsificación del sello era muy similar“.
Era similar, pero todavia habia algunas diferencias. Se encontrarían pruebas de falsificación si se realizara una autenticación.
“¡Entonces los que le vendieron telas venenosas a Gabriel tenian algo que ver con el Grupo Bernaola!”
Leonardo estaba muy triste. No esperaba que sus empleados se atrevieran a hacer estas jugarretas delante de sus narices.
Tomas asintió levemente, afirmando el pensamiento de Leonardo.
“Eso es todo lo que hemos encontrado. Sucedió hace mucho tiempo, y llevará tiempo investigar a fondo“.
Rosalinda asintió y de repente se le ocurrió una idea, mirando a Tomás.
“¿Sabes donde vive Gabriel?”
Desde que el Grupo Juárez se metió en problemas, la familia Juarez nunca había hablado con la familia Roca. Se decía que la familia Roca se habia mudado hace unos años.
“Vas a preguntarle a Gabriel sobre lo que pasó en aquel entonces? ¡Es demasiado peligroso!”
Leonardo frunció el ceño con desaprobación.
Ya sea que fuera Gabriel quien empujó a Jorge o no, si malversó el dinero. Si Rosalinda fuera a verlo en persona, estaria en peligro si Gabriel tuviera malas intenciones.
“No vendrás conmigo?”
Rosalinda lo soltó inconscientemente, pero en cuanto lo dijo sintió de pronto que sus palabras sonaban engañosas.
Rosalinda se avergonzó al notar la alegría y la conmoción en los ojos de Leonardo, asi como la sonrisa maliciosa en el rostro de Tomás.
“¿No quieres saber quién en el Grupo Bernaola te juega una mala pasada en las narices?”
Rosalinda se apresuró a tratar de explicar.
Sin embargo, no importa lo rápido que trató de ocultarlo, su reacción subconsciente hizo que Leonardo se deleitara
Parecia estar abrumado por la alegria, su voz un poco frívola.
“¿Eso es una invitación?”
Al ver el rostro orgulloso de Leonardo, Rosalinda lo observo con tristeza.
Tu… Si no quieres ir, olvidalo…
“Si, iré contigo… ¡Haré lo que quieras!”
Al escuchar esto, la boca de Tomás se crispó ferozmente después de haber mantenido una cara seria durante mucho tiempo.
Penso: “¿Desde cuando Leonardo, el CEO del Grupo Bernaola… se ha vuelto tan atento? ¿Sigue siendo el Leonardo que conozco y que domina la industria empresarial?
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Capítulo 131
Con razón Braulio sigue diciendo que Leonardo ha cambiado. Al fin hoy lo vi con mis propios ojos. Leonardo parece ser menos arrogante y más sensato.
“Te enviaré la dirección de Gabriel una vez que la encuentre. ¡Ustedes dos salgan ahora!”
Tomás de repente se arrepintió de haber invitado a estas dos personas aquí. Coquetearon como si no hubiera nadie más alrededor, ¡ignorando por completo los sentimientos de un hombre soltero como él!
¡Era tan molesto!
Desde que Leonardo se mudó a Villa de la Montaña Profunda, venia a cenar a casa de Rosalinda casi todos los días. Inevitablemente, siempre pelearia con Ivana y Carlos.
Rosalinda no se dio cuenta hasta pasado mucho tiempo.
O la silla de Leonardo estaba manchada con pegamento, que lo pegó a la silla después de sentarse en ella, o Carlos se cayo al suelo con la intención de sentarse en una silla, o a alguien le cayó un cuenco lleno de guindillas y la cara roja.
Cuando Leonardo estaba en casa de Rosalinda, siempre había incidentes.
Rosalinda a veces se preguntaba: “Aunque Ivana y Carlos dijeron que no les gustaba Leonardo y que no la dejarian, ċa ellos tambien les gustaba jugar con Leonardo?”
El padre siempre tuvo un papel diferente al de la madre en la familia. Por mucho que ella los quisiera, no podia sustituir el papel del padre en su vida.
Por eso, aunque Rosalinda se había estado advirtiendo a sí misma que no se acercara demasiado a Leonardo, al ver que los dos niños se estaban divirtiendo con Leonardo, Rosalinda ya no cerró a Leonardo.
Si Carlos e Ivana supieran que piensa Rosalinda de ellos, se enfadarían mucho.
No les gustaba pasar tiempo con Leonardo. En cambio, estaban luchando contra él.
Sin embargo, Leonardo era demasiado escandaloso. No hacían más que gastarle bromas, pero Leonardo tuvo que defenderse. A veces sufrian una gran derrota y se enfadaban, pero no podían hacer nada con Leonardo.
La razón por la que Leonardo siempre peleaba con Ivana y Carlos no era que fuera mezquino, sino que sabia que a la gente le gustaba desafiar, independientemente de su edad.
Ivana y Carlos intentaban engañarlo todos los días. Si tenian éxito cada vez, pronto perderian interes.
Solo cuando se sentian desafiados podían estar siempre interesados en él. De esta manera, podria entrar en el lugar de Rosalinda con frecuencia.
Esta fue la experiencia adquirida en años de hacer negocios, que siempre lo ayudó a tener éxito.
Dentro de la Villa de la Montaña Profunda, cuando Leonardo estaba a punto de ir a cenar a la casa de Rosalinda, de repente oyó la voz de un hombre y de Ivana animándose
Leonardo frunció el ceño. ¿Vino Damián?
Llamó a la puerta y esperó mucho tiempo antes de que ésta se abriera. No era Damián o Ivana, que normalmente corrian más rápido, sino alguien a quien Leonardo no queria ver, Juan.
“¿Qué estás haciendo aquí?”
El rostro de Leonardo se oscureció al ver a Juan.
Capitulo 181
¿No estaba Juan en un viaje de negocios? ¿Por qué volvió tan rápido?
“¿Por qué no puedo estar aquí? Yo preguntaría lo mismo. ¿Qué haces aquí?”
Juan puso una cara larga cuando vio a Leonardo. Con los brazos cruzados, se apoyó en el marco de la puerta, reacio a permitirle el paso a Leonardo.
Habia descubierto que Leonardo era el que estaba detrás del viaje de negocios. De lo contrario, no habría estado fuera tanto tiempo.
No es de extrañar que Leonardo lo enviara lejos por tanto tiempo en un viaje de negocios. Resultó que intervino mientras estaba fuera.
Leonardo era tan despreciable.
Leonardo ignoró a Juan y lo empujó.
Entonces vio un montón de comida, bebida y juguetes sobre la mesa. Parecía que todos eran los favoritos de los niños.
Leonardo maldijo a Juan en silencio por engatusar a los niños con estos articulos cubiertos de azúcar.
En este momento, Ivana estaba apoyada en la mesa con una cara alegre y mirando esas cosas deslumbrantes.
Especialmente cuando vio la comida, sus ojos brillaban con luz.
Sin embargo, Carlos, que siempre había sido ingenioso, mantuvo la calma. Parecia no estar interesado en esos
Leonardo penso que Carlos era genial y recto, que no podia ser comprado fácilmente con cosas baratas.
“Carlos, ¿por qué está aquí?”
articulos.
Leonardo se aproximo a Carlos y le preguntó en voz baja. Parecían haberse aislado de los demás, formando un grupo.
“Mañana es el cumpleaños de la mamá–de Juan. El vino a invitarnos a la fiesta de cumpleaños de su mamá“.
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