Capitulo 795
Capítulo 795
Ella se quedó callada, bajó la cabeza y camino hacia el elevador, pero escuchó su voz.
“No me importa cuántos exnovios hayas tenido, pero a partir de ahora, debes cortar toda relación con ellos.”
Apenas terminó de hablar, Gabriela se detuvo, se giró y lo miró furiosa: “¿Qué tipo de relación tengo contigo?”
Sebastián se quedó callado ante la pregunta, mientras fruncia el ceño
Gabriela apretó los dientes, sintiendo que iba a vomitar de rabia.
“Me trajiste aqui solo porque temias que me enfermara, esa es tu percepción de mi. No me conoces en absoluto, pero te atreves a decir que me quieres, ¿no te parece ridiculo? En tu cariño, no hay confianza alguna”
Terminó, sintiendo un repentino aburrimiento y solo mirándolo con sus ojos rojos e hinchados.
“Alejate de mi, no me molestes.”
Sebastián se quedó quieto, sin entender qué había hecho mal otra vez. Realmente la habia herido tanto con su comportamiento?
Si realmente estaba enferma, solo necesitaba tratamiento, nunca habia pensado en rechazarla.
Si no estaba enferma, eso seria lo mejor
Gabriela llego furiosa a la entrada del hospital, sintiendo un dolor en el pecho.
Sebastian siempre era asi, siempre dañando su dignidad con indiferencia.
Tomo un taxi, sintiendo el sabor metálico de la sangre en su boca.
Sebastián llegó a la entrada del edificio, viéndola marcharse sin mirar atrás, también se sintió algo molesto.
Regresó a su auto, desabrochándose varios botones para respirar mejor.
Después de un rato, le dijo a Álvaro: “Vamos.”
Quiza había sido demasiado impaciente, por eso ella no lo tomaba en serio.
Las mujeres eran realmente dificiles de entender.
Decidió tomar un descanso y calmarse por unos días.
Gabriela condujo hasta su oficina, pero al pasar por una gasolinera, vio a un vagabundo desamparado.
Arrastraba una piema, arrastrándose por el suelo.
Aunque no salió del auto, sintió que percibia el hedor de su cuerpo.
Busco en su cartera y sacó todo el efectivo que tenía, solo cien dólares.
Le pidió al empleado de la gasolinera que le llenara el tanque y luego se bajo del auto para acercarse al vagabundo.
El vagabundo estaba despeinado y sucio, una de sus piernas estaba inflamada y le faltaba un pie, claramente había sido cortada por alguien y la
herida no había sido tratada
Dejó el dinero frente a él, pero antes de que pudiera levantarse, escuchó que decia algo
“Busca a Gabriela”
“Estoy buscando a Gabriela.”
Gabriela se quedó helada, mirando al hombre con incredulidad.
“¿Leo?”
Pero Leo ya no podia responderle, solo se arrastraba poco a poco hacia adelante, como un perro, golpeando el suelo con la cabeza.
Al verlo asi, Gabriela sintió un dolor en el corazón.
*¿Cómo?”
En la mente de Leo, solo había un pensamiento: buscar a Gabriela
Gabriela sacó rápidamente su teléfono y marcó el 120, la ambulancia llegó rápidamente y se llevó a Leo.
Esperó a que el tanque del auto se llenara de gasolina y luego siguió a la ambulancia hasta el hospital
La pierna de Leo ya habia sido examinada muchas veces por los médicos, pero ya que su pie habia desaparecido por completo, dejando solo el tobillo, los médicos no podían hacer nada. Además, esa parte ya estaba necrosada y necesitaba ser amputada
Gabriela esperaba afuera, apoyada en la fria pared.
Su tío y su tia ya habían muerto, y actualmente Leo habla terminado asi habría sido obra de esa misteriosa organización?
Habla conseguido el Sello de Medusa y luego lo habla escondido. ¿Hablan vuelto a encontrar a Leo esos hombres?
Dós horas después, Leo fue sacado.
Una enfermera le había dado un baño y en ese momento Leo estaba limpio.
Pero habia perdido al menos 30 libras, estaba tan delgado que solo quedaban huesos.
El médico le dijo: “Está desnutrido, probablemente no ha comido nada recientemente, solo ha estado bebiendo agua de la calle, la infección de la herida es severa, ahora necesita una amputación hasta la rodilla, puede que necesite una silla de ruedas en el futuro, y su estado mental también presenta problemas graves.”
Gabriela se sentó a su lado en la cama, escuchándolo llamarla en sus sueños: “Busca a Gabriela, me equivoqué, Gabi…”
Pensando en su tía y su tío, Gabriela se sintió culpable.
Aunque ya había decidido cortar lazos con aquella familia, nunca imaginó que sufririan tanto, actualmente solo quedaba Leo vivo. Pero su estado de vida también era bastante doloroso.
No fue hasta la tarde que Leo despertó
Se veia un poco perdido y hasta asustado de las personas.
Cuando vio a Gabriela, sus pupilas se contrajeron por un momento y dijo. “Busco a Gabriela, me equivoqué, no me pegues.”
En su vagabundeo, también había sido golpeado.
“Leo, soy Gabriela.”
THE
Gabriela intentó hablar con él, pero Leo solo balbuceaba una y otra vez, como si no pudiera ver nada frente a él.
Gabriela agitó su mano frente a él, por suerte él reacciónó, lo que indicó que sus ojos estaban bien
“Soy Gabriela, estás a salvo, no tienes que tener miedo.”
Las lágrimas de Leo se intensificaron, parecia darse cuenta finalmente de que había encontrado a Gabriela.
“Gabi, ésas personas eran demasiado aterradoras, aquella mujer también era muy aterradora.”
Se referia a Rocio, pero Gabriela no lo sabia.
2/2