Capítulo 73
Cuando Gabriele entró en la habitación, vio a una mujer de unos veintiocho años sentada en el sofá viendo la tele. Mientras, su tia Susana Orozco estaba ocupada
cocinando.
La mujer en el sofá vio a Gabriela y dejó cher la manzana que tenia en la boca.
“Oh, chas regresado de la gran ciudad? La casa está un poco desordenada, busca un lugar para sentarte”
Manuel y Susana mostraron una expresión de incomodidad en sus rostros, pero no dijeron nada.
Susana tomó a Gabriela del brazo y la miro detenidamente antes de preguntar preocupada: “Parece que has adelgazado, es que tu padre solo se preocupa por esa mujer y se olvida de ti?”
“Eso es seguro. Su madre munó hace muchos años Los hombres son asi, se encuentran con una mujer más bonita y se olvidan de la ex
La que hablaba era la mujer de unos veintiocho años la prima politica de Gabriela. Olivia Bazán, la nuera de la familia
Tenia un aire frio y agudo, y luego echo un vistazo a la cocina.
“¿Todavía no terminas la comida y tienes tiempo para chismorrear?”
Susana tuvo que soltar la mano de Gabriela, “Gabi, sientate, terminare la comida enseguida.”
Gabriela funció el ceño
Oliva rodo los ojos. “Solo digo la verdad. Todos los bienes de su familia ahora pertenecen a esa mujer. Tu padre no ha vuelto en años. Solo te mantiene porque le eres util*
Gabriela levantó la mirada ligeramente y miró a Olivia, encendiendo la ira en su corazón,
“Los problemas de mi familia no te incumben, ¿vale? No te metas.”
Olivia rodo los ojos de nuevo, “Claro, tu familia es rica en la ciudad, incluso tiene una gran empresa, y escuché que un auto de ustedes vale millones ¿Por qué deberian preocuparse por pobres como yo? No ganamos en toda nuestra vida lo que tu ganas en un dia
Manuel tiro de Gabriela, indicandole que no se rebajara a discutir con Olivia, sus ojos incluso mostraban un poco de suplica.
Gabriela tuvo que tomar una profunda respiración y ya no miro a Olivia
Olivia bufć se puso sus tacones y regresó a su habitación, cerrando la puerta con un golpe y puso la música a todo volumen, incluso cuando los vecinos vinieron a quejarse, no salió
Manuel suspiro, y se fue a disculparse con los vecinos.
Viendo todo esto, Gabriela entendio por qué Manuel y Susana toleraban tanto a Olivia
No podia decirle nada a Olivia.
Olivia claramente no la recibia bien En realidad, no había planeado pasar la noche aqui
Después de la cena, cuando Gabriela menciono que se iba, Susana la detuvo de inmediato
“Gabi, tu habitación ya esta lista Acabo de cambiar las sabanas, te costara dinero quedarte en el hotel y ademas no es seguro Quédate aqui esta noche.”
Olivia no sarcasticamente. ¿Es que no tiene dinero para un hotel? ¿Por que te preocupas por ella? Deberías preocuparte más por nosotros.
Gabriela apreto los labios, si no fuera por respeto a Manuel y Susana, definitivamente tendría una gran pelea con Olivia
La mano de Susana la agarro firmemente parecia sentirse culpable y preocupada al mismo tiempo
Gabriela le tranquilizo con una sonrisa, Tia, no te preocupes, ya he reservado una habitación de hotel
Antes de que terminara de hablar, alguien golpeó la puerta de repente.
Manuel se apresuro a abrir la puerta y vio que era el capitán Juan de Ciudad Santa Cruz
Juan vio a Gabriela como si hubiera visto a un salvador.
“Caray! Su estudiante universitaria realmente ha regresado! Los lideres superiores me pidieron que viniera a preguntar. Dijeron que querian pintar un mural en el muro blanco del Barno Torrejón donde reciben a los distinguidos invitados. Ahora está completamente blanca y se ve vacia. Pero los superiores temen que el mural que compren sea demasiado vulgar y no satisfaga a los huéspedes Gabriela es una estudiante universitaria en el Instituto de Bellas Artes de San Jose, los superiores me pidieron que viniera a preguntar si estaria dispuesta a hacer el mural alli. Te proporcionaremos alojamiento y te daremos cien dolares adicionales, ¿qué te parece?”
Gabriela suspiro aliviada esto le servia como una excusa perfecta
“De acuerdo, ine, ¿qué tipo de mural debo hacer?”
“Mientras se mezcle bien con el entorno Manuel me dijo esta tarde que vendrías y se me escapó, dejando que los superiores to oyeran. Ultimamente han venido muchas personas importantes a nuestro condado y no podemos cometer ningun error. Si estás dispuesta a ayudar, seria genial
Gabriela miro a Manuel y Susana
“Tio, tia, ustedes lo oyeron, me necesitan alla”
-Susana ya no pudo insistir más, y junto con Manuel, la acompañaron a la puerta
Gabriela llevaba su equipaje y subió a su auto
El auto de Juan iba delante, quiandola
Al llegar a Barno Torrejón, Gabriela vio un Bentley aparcado en el exterior. El número de la matricula le resultaba extrañamente familiar.
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