Capítulo 414
En Ciudad San José, había un montón de mujeres que querían algo con Sebastián, pero Gabriela era la única que se molestaba con sus
frecuentes insinuaciones.
Sebastián vio como ella giraba la cabeza, ignorando sus palabras
Se quitó el traje y lo extendió en el suelo, el cual estaba decorado con azulejos de alta calidad.
Luego la levantó y la colocó sobre el
Esa vez Gabriela no se resistió.
Después de todo, ¿cuántas veces en su vida tendría la oportunidad de sentarse en un traje tan caro como el de Sebastián?
Además, acababa de aprovechar su fama para conseguir un pedido de Judson
Sintiendo que su actitud comenzaba a suavizarse, Sebastián bajó la cabeza para besarla.
Uno estaba de pie y el otro sentado, se besaron durante quince minutos, hasta que sonó el teléfono de Sebastián. Probablemente era una
llamada de un socio que estaba esperando su respuesta.
En ese momento la soltó.
Gabriela apoyo la frente en su hombro, mientras respiraba profundamente, y olía su aroma fresco y elegante, sintiendo como si le estuviera
robando el alma.
Sebastian contesto la llamada justo al lado de su oido, luego le dijo al interlocutor
“Ya voy
Después de colgar, le dio unas palmaditas en la espalda.
Apoyada en su pecho, y a traves de la delgada tela, Gabriela podia sentir las vibraciones de su pecho al hablar.
Pregunto: “¿Con quien viniste esta noche?”
“Sola” respondió ella
Sabia que Sebastián tenia que irse, por lo que se levantó. El traje fue lanzado casualmente a la papelera de al lado.
Era un traje tan caro, y el lo había tirado sin dudar
“El cabello corto te queda muy bien.” Dijo el hombre alabandola
Gabriela recogió su bolso, sintiendose un poco avergonzada por el cumplido, y sus orejas se pusieron rojas.
“Gracias” respondió
En ese momento, Sebastian solo llevaba una camisa. Cuando estaban a punto de salir juntos, estaba a punto de llamar a Alvaro Quijano para que la llevara a casa
Fue entonces cuando oyo la voz de Noe diciendo: “Penny”
El sudor cubria la frente de Noé Parecia que después de despedir a Judson, estaba preocupado por Gabriela y habia regresado a buscarla.
Miró a Sebastián, que estaba a un lado, y dijo cortesmente “Sr. Sagel.”
La sonrisa en los ojos de Sebastian desapareció por completo, al igual que el rastro de alegria en su corazón.
Gabriela no esperaba realmente que Noe viniera Escuchó la nisa fria de Sebastián a su lado, y la atmosfera se enfrio.
Noe no sabia cómo habia ofendido a Sebastian Estaba tan asustado que no se atrevia a decir nada. Simplemente se acerco a Gabriela en silencio
Cuando Sebastian abrió la puerta del cuarto privado, no pudo evitar echarles un vistazo. Les parecia muy desagradable
Luego entró en la habitación
Cuando la gente lo vio salir para hacer una llamada, aún llevaba su traje. Pero al regresar, el traje habia desaparecido
Ahora solo llevaba una camisa blanca y pantalones negros, vestuario que lo hacia lucir muy joven.
De hecho, Sebastian tampoco era viejo
“Sr Sagel donde esta su traje?‘ preguntaron otros al notar que su traje habia desaparecido, pensando que lo había olvidado y hasta estuvieron a punto de enviar a alguien para que lo buscara
Sebastian sonrió y se sentó a un lado.
“El traje se ensucio, por eso lo tire”
Alvaro que estaba sentado a su lado, noto que su estado de animo no era muy bueno
Sebastian siempre había sido muy bueno controlando sus emociones, siempre pareciendo muy tranquilo, actuaba de manera decisiva frente a los competidores. Tenia un fuerte orgullo y raramente perdia el control.
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Capitulo
Alvaro no pudo evitar preguntarse si Sebastián se habia encontrado con alguien mientras hablaba por teléfono Después de la fiesta, Álvaro fue al baño y vio el traje de Sebastián en la basura.
Los trajes de Sebastián eran todos personalizados y seleccionados por él mismo, hechos de la tela más fina.
Pero, una ropa tan cara habia terminado en la basura.
Alvaro no dijo palabra alguna, regresó a la cabina de inmediato, justo cuando Sebastián se estaba despidiendo de alguien, luego todos se fueron cada cual por su lado
Cuando Sebastián bajo las escaleras y se metió en su auto, la sonrisa en su rostro desapareció al instante, se veia bastante molesto y empezó a desabrocharse la camisa.
“Alvaro”
Lo llamo
Álvaro giró su cabeza, con una actitud respetuosa “¿Necesitas algo?”
Sebastian frunció el ceño, vaciló unos segundos, luego dijo: “No, nada. Vamos”
Alvaro no se atrevió a decir más y pisó el acelerador en silencio.
Lo que Sebastian realmente queria preguntar era, que diablos es esta mezcla de emociones?
O tal vez, un hombre, después de involucrarse con alguien, inevitablemente desarrollaba algún tipo de deseo de posesión.
Siera asi, ese sentimiento seria normal
No era que realmente le gustara ella.
No había manera de que le pudiera gustar la esposa de alguien más.
Quizas con el tiempo, perderia el interés en ella.
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