Capítulo 341
En su día, ella había hecho lo que fuera para convertirse en diseñadora.
Ahora, ella no quería serlo más y lo abandonó sin dudarlo.
Gabriela no notó que él se había detenido, no se detuvo a tiempo y chocó contra su espalda, sintiendo un dolor agudo.
“Dime por qué.”
Su tono no tenia ninguna fluctuación, pero era mucho más frio que de costumbre.
‘Siempre tengo problemas con Selena y Aitana, temo que mi suerte no será tan buena en el futuro.”
Ella estaba diciendo la verdad.
Si cada vez Aitana la atacaba asi, y siempre conseguia que alguien la sacara bajo fianza, no sabía cuánto más podria aguantar.
Sebastián ya habia entrado en el ascensor, y ella lo siguió
“¿Qué pasó hoy?”
‘Señor Sagel, no sabias que tengo conflictos con Aitana? Hace unos dias, ella intentó tenderme una trampa en la mansión, pero fracaso. Lo soporté. Luego, Selena envió a dos hombres para enfrentarme. Un amigo mio me salvó, pero heri mi cuello y recién hoy me quitaron el vendaje en el hospital. Por eso no pude contenerme y le golpeé la cara en el hospital, Por la tarde, Aitana intentó apuñalarme con un cuchillo, pero me esquivé. Sin embargo, en menos de media hora, fuiste personalmente a liberarla. Mi familia no es tan adinerada como la familia Torre, ni tampoco como tú, asi que he decidido mantenerme alejada de todos ustedes“, explicó Gabriela.
A estas alturas, el ascensor ya había llegado al estacionamiento subterráneo.
Sebastián la miraba, ella bajó la cabeza, sin levantarla.
No pudo resistirse a agarrarle la barbilla, obligándola a levantar la cabeza.
El espacio en el ascensor era estrecho, lleno de su presencia dominante
“¿Estás llorando?”
Gabriela no estaba llorando, pero mientras hablaba, se sentia cada vez más frustrada Además, Simón de La Rosa seguía sin despertar y la familia de La Rosa podria enfrentar la bancarrota. Estos dias no habia estado durmiendo bien.
“Penny lloras tan fácilmente?”
Gabriela frunció el ceño, tratando de mover su mano.
Pero el retiró su mano justo a tiempo.
“La herida en tu cuello, el otro dia te pregunté, ¿por qué no me lo dijiste?”
“No tengo pruebas, esos dos hombres ya se fueron del pais.”
“Entonces, ¿cuando te pedí que te disculparas con Selena, lo sentiste injusto?”
“Si, porque siempre pareces favorecerla, así que cualquier cosa que haga está bien“, se quejó Gabriela.
Sebastián levantó una ceja, luego bajó la mirada, mirándola seriamente.
“Nunca pensé así.”
Gabriela se quedó sin palabras, no sabiendo qué decir
Si Sebastian realmente creia que Selena estaba completamente en lo correcto, él no se habría limitado a pedirle que se disculpara.
Gabriela se dio cuenta de que estaba quejándose con su cliente. Un cliente era como un rey, y ademas Sebastián tenia el poder de hacerla fracasar por completo
Ella rápidamente quiso disculparse, pero Sebastian ya había abierto la puerta del copiloto
“Sube.”
Gabriela recién estaba muy segura de si misma, pero ahora, al calmarse, se sentia un poco insegura
Se subió al auto en silencio
Sebastián se sentó en el asiento del conductor y comenzó a explicarle
“No sabia lo que Aitana había hecho hoy, más tarde hablare con los Torre para que la envien al extranjero.”
El corazón de Gabriela dio un vuelco. Sonaba como si la familia Torre la estuviera enviando al extranjero, pero también podia interpretarse como si la estuvieran expulsando y no la dejaran volver.
¿Sebastián siempre actúa con tanta decisión?
Ella lo miró sorprendida, pero luego escuchó que él preguntaba: “¿Todavía estás enojada?”
Gabriela de repente se sintió un poco incómoda y rápidamente apartó la mirada.
“En cuanto a Selena, ya dijiste que no tienes pruebas, asi que es natural que la apoye.”
“¿Realmente te divorciarás de tu esposa y te casarás con Selena?”
Las puntas de los dedos de Sebastián se tensaron ligeramente sobre el volante, habia una pizca de confusión en sus ojos.
“Quiza.”
“¿Realmente odias tanto a tu esposa?“, preguntó ella.
“Penny“, su tono se volvió más bajo y todo el ambiente del auto se llenó con su aire frio, “esa no es una pregunta que debas hacer”