Capítulo 276
Gabriela no tenia ni idea de cómo lucía en ese momento, sus mejillas se enrojecian ligeramente de ira porque su diseño había sido cuestionado.
Como diseñadora, esto era peor que ser criticada en su cara.
En ese momento, su rostro carecía de sonrisa alguna, pero sus ojos brillaban intensamente, parpadeando un par de veces. “No fue intencional, solo escuché a la Srta. Torre llamándote, sabia que tenias una cita esta noche.”
Sebastián simplemente la miró en silencio, después de un tiempo, su garganta vibró levemente.
“¿Tu familia no dice nada acerca de que te quedes en un hotel después de casarte?”
Sorprendida por su cambio de tema, Gabriela respondió sinceramente de todos modos.
“Ha habido algunas cosas en mi casa últimamente, está más cerca del hospital“.
“¿Por qué te quedas en mi piso?”
No había usado su tarjeta para abrir la puerta, simplemente se quedó alli mirándola.
Aunque parecia casual, sus ojos eran afilados como cuchillas.
Casi como si quisiera ver a través de su corazón.
“Habia un problema con la habitación que reservé, el hotel me compenso y me reasignó a la suite presidencial“.
Gabriela mostró una sonrisa sincera mientras decía esto.
“El servicio del hotel de la Corporación Sagel es realmente bueno“.
Justo después de terminar su frase, sintió un frio en el aire.
El aire de despreocupación en Sebastian se desvaneció, y su mirada se volvió profunda y penetrante. “¿Solo por eso?”
Gabriela no estaba segura de qué respuesta queria oir, no estaba bien alabar a la Corporación Sagel?
Estaba confundida, se rio incómodamente, “Sr. Sagel, no entiendo a qué te refieres”
Sebastián sonrió suavemente, sintiendo una ligera opresión en el pecho. Por primera vez, se sintió un poco irritado, y este sentimiento había sido provocado por esta mujer
Retiró la mirada y usó su tarjeta para abrir la puerta.
“¿Por qué viniste a buscarme esta noche?”
Gabriela lo siguió, su tono era sincero, “Quiero entregar el diseño de Jardin del Ébano a otra persona“.
Sebastián se detuvo, no habia encendido las luces, y Gabriela tampoco lo hizo.
Gabriela estaba detrás de él, ni siquiera cerró la puerta, por lo que la luz del pasillo entraba desde atrás, creando sombras superpuestas frente a
ellos
Sebastian miró la sombra, sus dedos estaban ligeramente rigidos, su voz aun venía desde atrás.
“La Srta. Torre conoce a diseñadores mejores, estos son todos los materiales que he preparado hasta ahora, no sé si el diseñador que se encargue los necesitará, pero te los entrego primero“.
Pasó junto a Sebastián y dejó los materiales en la mesa de café.
Gracias a la luz del pasillo, la habitación no estaba oscura del todo.
El aire estaba lleno de su aroma, mezclándose con el suyo, asentándose lentamente.
“Sr. Sagel, creo que otras personas pueden hacer un diseño mejor”
Después de dejar los materiales, se volvió y camino hacia él, sonriéndole
No habló mal de Selena, después de todo, Selena era su primer amor, si decía algo, podria causar problemas.
Sebastián estaba de pie en la puerta, su traje delineaba su cuerpo perfecto, y su clavicula estaba expuesta debido a que su corbata estaba descolocada.
Gabriela planeaba pasar junto a él, pensó que ya había explicado todo y que no había nada más que decir
Pero él extendió una mano, con la palma apoyada en el marco de la puerta opuesta.
Este brazo largo y fuerte bloqueó su camino.
Gabriela no estaba segura de qué estaba pensando, tal vez fue un reflejo inatintivo, trató de agacharse para evitarlo, pero su brazo se movió unos centimetros hacia abajo, bloqueándola nuevamente.
Su nariz casi tocaba la tela de su traje, solo podía enderezarse y mirarlo.
En ese momento, sus pestañas se bajaron, la luz exterior iluminaba su rostro, destacando sus rasgos faciales, se vela calmado y majestuoso, su mirada era profunda, como un remolino, como si quisiera succionaria.