Capítulo 243
Juan pensó que ella habia aceptado su ayuda, asi que se apresuró a decirselo a Gabdela, pero ella simplemente giró su cabeza.
“Gracias, pero el camión de remolque llegará pronto, puedo esperar un poco. Además necesito mi auto, si lo arreglan hoy, tengo que volver a la Ciudad de San
José.”
Juan la había visto temblando de frio y quería que entrara en el auto para que se calentams.
Pero al oír esto, decidió no insistir
El remolque más cercano tardaria solo 20 minutos en llegar, Gabriela se quedó afueti esperando, estomudando de frio.
Juan fue a explicar la situación a los jefes en el auto y luego a Sebastián
Sebastián simplemente cerro la ventana del auto, indiferente
Veinte minutos después llegó el camión de remolque
Gabriela subió al remolque y siguió a este auto hasta el taller.
Era la primera vez que montaba en un vehiculo asi, el conductor era bastante divertido, por lo que se relajó un poco mientras miraba el paisaje por la ventana
Detrás del remolque seguían algunos autos pequeños, todos rumbo a la ciudad.
Al llegar al taller, pasaron media hora más antes de poder arrancar el auto de nuevo
Gabnela pagó, compro algunos medicamentos para el resfinado en la farmacia de al lado, tomó un par y luego planed regresar a Ciudad San José
Pero justo entonces. Susana la llamó Gabriela la vio y colgó sin dudarlo, luego piso acelerador.
Susana suspiró al oir que la colgaban, mirando a Manuel, que fumaba en silencio al lado de ella.
Dentro de la casa, se podia oir todavía los gritos de Olivia, insultando a Leo por ser un inútil.
Leo la miraba, querendo responder varias veces, pero siempre se contuvo.
No fue hasta las cuatro de la tarde que Gabriela regresó a la Ciudad de San José
Este viaje
le habia agotado toda su energia Queria ir a casa, pero temia encontrarse con la mujer loca que habia estado acosando a Leo.
Queria regresar a Chalet Monte Verde, pero temía que Sebastián también volviera a la Ciudad de San José ese dia
Así que al final decidió registrarse en un hotel, evitando a propósito el hotel donde Sebastián siempre se quedaba.
Después de un baño, tomo algunos medicamentos más y se metió en la cama, finalmente sintiendo que se recuperaba.
Por otro lado, Simon no se sentia bien, y en los últimos dias habia estado en el hospital. Esa noche, habia decidido regresar a casa sin avisar a nadie Lorena le habia dicho que se quedana en el hospital durante una semana, y Nerea de la Rosa también estaba en el hospital. Maximiliano de la Rosa se había ido a la empresa. Sin embargo, Simón no llamó a nadie para informar que estaba regresando
Cuando Simón llego a casa y no encontró a los sirvientes alli, se preguntó por qué no había nadie Subió al segundo piso y escuchó la voz de Lorena fuera de su habitacion. La escucho decir “Ese anciano tiene cáncer de higado y no vivirá mucho tiempo más. El médico dijo que le queda un año, como mucho. Cuando muera, la empresa será nuestra Dijo que quería darle una participación a Gabriela, pero tenemos que evitarlo. Si no, cuando Gabriela regrese de la Ciudad de Santa Cruz, será demasiado tarde
Simon quedo petrificado y no podia creer lo que estaba escuchando. Sintió que la irà se apoderaba de él y casi derramaba lágrimas. Luego, escuchó la voz de José Manuel diciendo “Eres realmente increible, Simón ha caido en tu trampa Si no fuera por ti, crees que me hubiera quedado con el tanto tiempo? ¿Puedes ver como nos besamos y no te sientes celoso?”
“Solo estoy pensando en nuestro futuro. Una vez que tengamos la empresa, podremos vivir la vida que queremos. Ahora es un momento critico, solo tienes que aguantar un poco más.”
Jose Manuel, de verdad no te importa que me acueste con él?”
“Canfic, claro que me importa, ven aqui ahora, es una oportunidad única esta noche esta vez no podemos ser interrumpidos de nuevo, casi nos descubre Gabriela la ultima vez, casi me muero del susto”
“Maxime ha advertido vanas veces, me pide que tenga cuidado en casa.”
Luego, se escuchan unos sonidos que no se deben describir aqui
Simón no podia soportarlo más, empujó la puerta y vio a los dos en la cama. Gritó furiosamente “Ustedes dos, mujeres sinverguenzas Estaba tan enojado que apenas podia hablar coherentemente, estuvo a punto de desmayarse.