Capítulo 230
El lugar donde ella tocaba parecía subir de temperatura.
De repente, él perdió el ritmo de su respiración.
Gabnela se concentraba en aplicar la pomada, asegurándose de no dejar ninguna parte sin cubrir, después tomó una venda para volver a vendarla.
Pero, para hacerlo, al igual que antes, tenia que inclinarse, lo que los acercaba aún más, casi podian sentir la respiración del otro
Sebastian desvió la mirada, frunciendo ligeramente el ceño
Gabriela sabia que a él no le gustaba estar tan cerca de una mujer, asi que aceleró su trabajo.
Cuando terminó de vendar, exhaló aliviada, pero su aliento rozó la piel de Sebastián, quien instintivamente se movió un poco hacia atrás.
“Sr Sagel, ya está
Gabriela también se sintió un poco incómoda y se dispuso a retroceder
Pero no se dio cuenta de que la mano de Sebastián estaba justo en la esquina de la toalla, por lo que cuando retrocedió, la toalla se soltó y se deshizo
Sebastian giro la cabeza y se encontró con una toalla sobre su rostro
Gabriela entró en pánico y cubno la vista de Sebastián con la toalla.
Sebastian no dijo nada, solo trago saliva.
“Penny, que estas haciendo?”
Gabnela estaba completamente desnuda, la toalla cubria su rostro, evitando la verguenza.
Sin embargo, la pregunta de Sebastian la hizo sonojarse
Simulo calma y respondió, “Mi toalla la tienes tu
Estaba tan asustada que instintivamente quiso bloquear su vista.
Pero al volver en si, se dio cuenta de lo inapropiado que era cubrir su rostro con la toalla que ella misma habia estado usa
Pero su ropa estaba en el baño, no podia ponersela, se sentia tremendamente incómoda y queria esconderse
Sebastián no dijo nada, se quitó la toalla de la cabeza
“Sr Sagel, no..”
Gabriela se sintió terriblemente incomoda, vio que cerro los ojos y extendió la toalla hacia ella.
Se quedo paralizada, escucho su voz tranquila, “No la quieres?”
Gabriela rapidamente agarro la toalla y se envolvió de nuevo.
Sintió que la temperatura a su alrededor habia subido y que estaba tan caliente que parecia que iba a derretirse.
Sebastián actuo como un caballero, manteniendo los ojos cerrados, solo podia escuchar el ruido de Gabriela luchando con la toalla.
El aroma del gel de baño todavia flotaba en su narz, como su dulce aliento, tentandolo.
Una vez que Gabriela se envolvió, no pudo evitar mirarlo.
Aun tenia los ojos cerrados, su rostro era hermoso e inmaculado.
Su belleza era indescriptible
Como Gabriela se quedó en silencio, Sebastián supuso que ya estaba lista y abrió los ojos
Gabriela no esperaba que abriera los ojos tan de repente, sus miradas se encontraron
Estaba mirando su rostro distraida, aunque solo habian pasado unos segundos, pero ahora se sentia avergonzada por haber sido descubierta Inmediatamente aparto la vista y carrasped incómodamente.
“Ya esta, Sr Sagel
Ella queria decir, ya puedes irte
Pero Sebastián no se movió. En sus ojos, esta mujer brillaba roja, con el cabello desordenado sobre los hombros, su rostro pequeño lleno de insegundad, sus ojos todavía tan claros como aquella noche
Quizás el ruido de la lluvia fuera era demasiado fuerte, Sebastián bajo los párpados, se puso de pie y apartó un mechón de cabello de su oido
Gabriela se asustó y dejó de respirar, queria preguntarle qué estaba haciendo, pero un beso frio recorrió su oreja
Sus pupilas se contrajeron ligeramente y su mente quedo en blanco, solo podia escuchar el ruido de la lluvia fuera
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