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Capitulo 72
Cuando Yago recibió los quinientos dólares de alquiler que su esposa le había transferido, no los rechazó, sino que los aceptó. Pronto, le transfirió cinco mil dólares a Tatiana. Y escribió: (Cariño, aquí tienes tu dinerillo]
Tatiana: [¡Qué generoso eres!)
Le habia dado de verdad cinco mil dólares para gastar. Rápidamente, Yago se acercó a ella, la abrazo por la cintura y le susurró al oido: “Cariño, este es tu propina de hoy. Si no te lo gastas todo, mañana te doy el doble“.
Tatiana no pudo articular palabras.
Ella pensaba que era la cantidad de un mes Resultó ser la de solo un dia!
¿Acaso parecia que podia gastar cinco mil dólares en un dia? No ganaba ni cinto mil dólares al mes.
Parecia que Yago habia leido lo que pasaba en su mente, le pellizcó la cara y dijo con cariño: “No te preocupes, aunque no tenga muchas cosas, si tengo dinero. Gastalo como quieras”
“No tengo nada en particular que comprar“. Asi que en definitiva ella no iba a gastarse los cinco mil dólares
“Mañana por la noche tengo una fiesta Ven conmigo, te presentaré a algunos amigos“.
Sus amigos eran la élite de la sociedad, ¿qué pasaría si no pudiera comunicarse con ellos? Tatiana quería expresarle sus preocupaciones, pero pensando en su insistencia en no divorciarse y que no veia desventajas en estar casada con él, decidió seguir con él. Tendria que acostumbrarse a sus amigos Al igual que el también estaba tratando de acostumbrarse a los suyos
“De acuerdo“. Tatiana ya no estaba preocupada, ni tenia miedo.
Si alguien era sincero con ella, ella también lo seria Si alguien se burlaba de ella por no estar a la altura de Yago, definitivamente lo refutaria.
“Tati, sobre lo de esta noche
“La última vez que me llevaste a conocer a tu familia, recuerdo que dijiste que tus padres se habian ido de viaje y que no volverian hasta dentro de dos
meses.
Yago sonrio: “Si, pero mis abuelos están en casa“.
“Si crees que tus abuelos van a despreciar a mi familia y a mi, no les avises para ir a cenar hoy y evitar malos ratos“.
“No, no lo harán, mis abuelos son muy abiertos de mente. Siempre me apoyarán incondicionalmente mientras yo esté feliz. Yago se apresuro a defender a sus abuelos.
“Si es asi, ¿qué tienes de qué preocuparte? La verdad siempre sale a la luz, tus mentiras serán descubiertas tarde o temprano. ¿Fue tu idea ocultar tu identidad y ahora tienes miedo de asustar a tu suegra?“. Tatiana lo dijo con una sonrisa triunfante.
Yago realmente queria llevarse a esa esposa suya que estaba tratando de enfadarlo a casa y darle una buena lección
Tatiana: “¿Lección? ¿Tienes lo que se necesita?”
Yago: “Pues no lo tengo!”
Finalmente Yago decidió que, durante la cena, se disculparia formalmente con la madre de Tatiana y le revelaria su verdadera identidad.
Entonces, llamó a su abuela, esta le respondió rápidamente.
“Abuela” Yago llamó a su abuela y luego comenzó a reir
La abuela de Yago conocía bien el carácter de su nieto Cuando reia asi, seguramente tenia alguna petición.
“Dime” La abuela dijo con calma “Deja de reír o asustarás a la gente, pueden temblar tanto que se les caigan las gafas. No tenemos una óptica, asi que no ganariamos dinero con eso“.
Ella sabia que su nieto era como una máscara, a veces amable, a veces frio, a veces alegre, impredecible. Pero eso estaba bien. Si fuera tan fácil de predecir, ¿cómo podria tener éxito en un mundo tan complicado? Entonces no podria darles a sus competidores un golpe inesperado.
Ella se lo había enseñado, en el mundo de los negocios tenia que ser tan astuto como un zorro.
“Abuela, podríamos entrar en el negocio de las gafas
“Mejor no, ya tenemos suficientes negocios. Deberíamos dejar un camino para los demás”
“Abuela, el abuelo y tu podrian salir esta noche?“.
Le dije riendo: “¿Qué pasa, quieres invitarnos a un espectáculo?”
A ver cómo engañaba a su suegra
“Quiero invitarte a ti y al abuelo a cenar, así pueden salir un rato, de paso chequear cómo le está yendo a Camilo. Si sus logros no son buenos, podríamos organizarle una fiesta e inyltar a todas las chicas solteras”
La abuela de Yago rio y dijo. “Si Camilo supiera como lo tratas, moriria de rabia. El te respeta mucho como hermano mayor y tu le haces esto”
“Solo me preocupo por su felicidad” Aunque tenia muchos hermanos, en realidad no había mucha diferencia de edad entre ellos. Camilo solo era un año menor que él. Ya era el momento de que se casara.
“Ya tienes a tu propia mujer y ahora te preocupas por ellos. Es obvio que es porque tú no te casas por lo que ellos llevan una vida tan libre”
Yago no tuvo respuesta. Ya le habian insistido demasiado para que se casara. Solo que sus hermanos siempre lo usaban como escudo, ya que, si el aun no estaba casado, ¿por qué deberian apurarse ellos?
“¿Por qué nos invitas a cenar? ¿Cuál es la razón?“. La abuela de Yago preguntó a propósito
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suagra viene esta noche“.
“¿Suegra? ¿De dónde sacaste uña suegra?“.
La abuela de Yago fingió confusión y Yago sonrió amargamente: “Abuela, ¿qué puedo esconderles a ti y al abuelo? Ya sabían sobre mi matrimonio relámpago. ¿verdad?”
Hasta Oriel Basurto lo sabía. Esa noche, persuadió a Tatiana para que lo acompañara a la fiesta, todos vieron que tenía una acompañante, no creia que pudieran evitar investigar quién era su acompañante
Aunque ya era el jefe de la familia, los que realmente mandaban eran su abuelo y su abuela. Siempre conseguian saber lo que querian saber
La abuela de Yago resopló con fuerza: “Con algo tan importante, no nos lo dijiste. Casi dejo que Sara se mudara a nuestra casa”
“Todavia no he convencido a mi mujer, debo convencerla antes de decirtelo“.
La abuela de Yago se echó a reir. Yago se sintió extremadamente impotente, debido a que la persona que se reia de él al otro lado del teléfono era su propia abuela, no había nada que pudiera hacer
“Yago, tú también tienes estos momentos, resulta que no todos te obedecen, te mereces este trato, las personas dominantes siempre reciben su castigo algún día, tu esposa está destinada a enseñarte una lección!“.
Yago impotente dijo “Abuela, eres mayor, no te rias tanto“.
“No te preocupes, soy fuerte, no me pasará nada si me rio, ven a ayudarme y podré reirme un poco más“.
Yago se quedó sin palabras.
El abuelo de Yago se acercó, sosteniendo a la abuela con una mano y con la otra quitandole el teléfono, y le dijo a Yago al otro lado del teléfono: “Hora y lugar?”
“A las seis de la tarde, en nuestro Hotel Aurius“.
“Bien, puedes colgar ahora, si sigues asi, realmente se reira de ti hasta que le duela el estómago, ten cuidado o te voy a golpear!“. El abuelo de Yago colgó inmediatamente después de decir eso.