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Capítulo 24
Soledad se rio a carcajadas: “Ustedes, los jóvenes, siempre les gusta dar sorpresas“.
Luego preguntó con cariño. ¿Estás viviendo en tu casa?“.
Sara vaciló un momento antes de responder: “Tenia pensado quedarme en mi casa, pero casi nadie vuelve, la casa ya está un poco vieja, quiero renovarla. Vivir en el hotel siempre es incómodo, así que me puse a pensar…”
Soledad la miró sonriente, sin interrumpirla.
“Abuela Soledad, ¿podría quedarme en tu casa por un tiempo? Cuando termine la renovación de mi casa por completo, volveré alli. Pagaré el alquiler”
“No necesitas pagar alquiler, nuestra casa no es un hostal”
Soledad rechazo el alquiler, pero no le dio una respuesta concreta a Sara, dijo “Sara, soy mayor, ya me he retirado, ya no me preocupo por los asuntos de la empresa ni de la casa, Yago se encarga de todo. El es ahora el pilar de la casa, tiene la última palabra en todo. Si quieres quedarte en nuestra casa por un tiempo, tienes que hablar con él, si está de acuerdo, puedes mudarte cuando quieras, Rafael y yo estaremos encantados de tenerte”
Sara se quedó un poco atónita, no esperaba que Soledad dijera algo asi
¿Buscar a Yago?
Sara lo tenia muy claro, Yago no la dejaria quedarse en la antigua mansión de la familia Nuñez, aunque tenían muchas habitaciones de invitados, pero debido a lo que paso en el pasado, el todavia desconfiaba de ella, seria dificil para ella mudarse alli
“Tre a buscar a Yago a la empresa en un rato, le dare una sorpresa
Aparte de ella. Yago y Oriel, Sara no dejó que nadie más supiera la verdadera situación entre ellos.
Queria dejar que todos pensaran que ella era la chica que Yago había amado desde que era niño.
Soledad aceptó
Sara se quedo charlando con Soledad un rato más, luego encontró una excusa para irse de la Finca Núñez.
Una hora después, en el Consorcio Aurius.
Yago, que acababa de terminar una reunión, discutia asuntos de trabajo mientras caminaba con Eloy, este último asentía de vez en cuando, a veces expresaba su propia opinion.
“Yago” Una voz a la vez extraña y familiar sono
La voz era suave, si no fuera porque la voz era bastante clara, Yago podría no haber oido que alguien le llamaba. Se detuvo, vio a Sara sosteniendo un bolso de lujo de edicion limitada, con dos bolsas en la mano. Cuando él la miro, ella se acercó sonriendo, con una sonrisa dulce en el rostro.
Eloy tenia ganas de silbar, pero no se atrevía, temia que, si realmente silbaba, podria haber problemas
“Yago, ¿estas ocupado? Sara le preguntó con una sonrisa, y luego miro a Eloy
¿Eloy entendio que ella pensaba que él estaba interrumpiendo?
“Sr. Ibarra, voy a ocuparme de algo de trabajo Dicho eso, Eloy se apresuro a irse.
El Sr. Ibarra acababa de casarse, en secreto, pero su amiga de la infancia habia vuelto.
Eso era emocionante!
Cuando Eloy se fue, Yago preguntó con indiferencia: “¿Qué pasa?“.
Sara sintió un poco de dolor en el corazón, miró la cara todavia guapa de Yago. En realidad, ella también había pensado en renunciar a él, pero ese hombre era simplemente demasiado excelente, no podia dejarlo de ninguna manera. Si no podía dejarlo, entonces volvía a luchar
¿No puedo venir a verte?“.
Yago se dio la vuelta y se dirigió a su oficina. Cuando pasó frente a Iris, la miró con severidad.
La Srta Pérez siempre visitaba al Sr. Ibarra cuando volvía al país cada año, todos decian que la ella era la amiga de la infancia del Sr. Ibarra, decian que el Sr. Ibarra habia estado soltero esperando que la Srta Pérez regresara al país para establecerse. Asi que, esa vez que la Srta. Pérez llegó, Iris no la detuvo
Como resultado, pasó algo. El Sr Ibarra estaba muy enojado
Sara se mordió el labio, la actitud de Yago le daba ganas de darse la vuelta y largarse, ella también tenia su dignidad.
En realidad, si ella quisiera, Oriel podria casarse con ella al instante. Pero al final, Sara siguió los pasos de Yago.
Yago tenía una cara muy sombria Cualquiera que lo viera en ese momento sabria que estaba enojado y que detestaba a esa mujer delante de él. Se sentó frente a su escritorio, no miró a Sara, solo estaba ocupado con sus propios asuntos.
Sara se sirvió un vaso de agua y también le sirvió uno a él Dejó las dos bolsas que llevaba en su escritorio y luego se sentó frente a Yago.
“¿Yago, me detestas tanto? Hace un tiempo que no nos vemos Sara suspiro mirándolo
“Incluso si no me amas, crecimos juntos, aunque no haya amor, hay amistad. No es necesario que me trates así después de tanto tiempo sin vernos” Desde que intentó seducirlo sin éxito, él nunca le mostró una cara amable. Pero los demás aún los velan como una pareja, todo porque ella seguía creando la ilusión de que Yago no se casaba esperando que ella regresara a casa.
Yago todavia no levantó la vista, simplemente dijo con indiferencia: “Si tienes algo que decir, dilo. Si no, la puerta está all, puedes irte
Sara se quedó sin palabras.
Su actitud hacia ella se estaba volviendo cada vez más desagradable. Eso significaba que su comportamiento se volvia cada vez más repulsivo.
Mirando su guapo rostro, Sara reprimió su enojo y dijo: “Yago, esta vez que regresé, y no me iré“.
¿Y qué tiene que ver eso conmigo?”
Podia ir a donde quisiera, podia regresar cuando quisiera, a él no le importaba en absoluto. Sara se quedó en silencio por un momento y luego dijo: “Mi casa necesita renovaciones, la casa fue construida hace veinte años, es muy vieja y necesita renovarse”
“No tienes dinero? Si necesitas pedir prestado, no tengo
Sara de nuevo se quedó sin palabras ¿El no tenía dinero? ¡No lo creeria ni un fantasmal
Como presidente de Aurius Consorcio, el era el que más dinero tenía.
“No planeaba pedirte dinero para renovar la casa”
“Incluso si quisieras pedir prestado, no podria prestarte”
Ya para ese momento el tenia familia, para prestarle primero tendría que obtener el consentimiento de su esposa
Sara estaba tan enojada con Yago que queria estallar. Se contuvo por un rato, y finalmente terminó de hablar: “No me falta dinero, mi trabajo es bastante bueno y no puedo gastar todo lo que gano. Decia que mi casa necesita renovaciones, no tengo donde vivir, asi que quiero quedarme en la Finca Núñez. Soledad me dijo que viniera a preguntarte, dijo que tú eres el jefe de la familia”
Al final, agregó. Pagaré una renta”
“Lo siento, la Finca Nuñez no se alquila a extraños, tampoco necesitamos tu renta. Hay muchos hoteles afuera, incluyendo muchos de cinco estrellas, puedes elegir libremente. Si no te gustan los hoteles, la familia Basurto estaria dispuesta a alojarte totalmente gratis”
“No me resulta conveniente quedarme con la familia Basurto”
¿Te resulta conveniente quedarte en mi casa? Puede que a ti te resulte conveniente, pero a mi no”
Ya estaba casado, si su esposa descubriera que Sara se estaba quedando en su casa, el se encontraría en una situación dificil de explicar
Sara respiro hondo varias veces, no se enojo. Sintió que cuando estaba con Yago, podia volverse muy tranquila muy rápidamente
te compre una corbata y un reloj Sara levantó las dos bolsas y se las pasó.