Capítulo 187
Sara estaba en un pico de ira. Las palabras de Tatiana eran como cuchillos afilados que la torturaban, había estado enamorada de Yago durante años, pero nunca recibió una respuesta. Desde lo ocurrido hace diez años, Yago la ignoraba o la trataba con frialdad extrema, sin mostrar el menor interes en ella. Durante todos esos años, no había ninguna otra mujer en la vida de Yago y Sara pensaba que tenia una oportunidad. Sin embargo, cuando volvió a su pais en busca de su amor, descubrió que él ya estaba casado con otra.
Tatiana, una mujer desconocida, se habia convertido fácilmente en la esposa de Yago. ¡Sara estaba tan celosa que casi se volvia local
“Taliana, no te hagas la importante, no eres digna de Yago. Cuando sus padres regresen, seguro que evitarán que sigan juntos. Te sugiero que mires la realidad y te alejes de Yago lo antes posible, de lo contrario, solo te espera ser expulsada de su casa, perdiendo toda tu dignidad“.
“Incluso si me echan, es mejor que ni siquiera tengas la oportunidad de ser echada“.
Sara “Tatiana, te lo digo,,no durarás con Yago! ¡Ni siquiera sabes quiénes son tus verdaderos padres! ¡Tatiana, no te lo esperabas, verdad, no eres la hija biológica de la familia Ruiz, eres una niña que encontraron tirada por ahi, jajaja!“.
Tatiana pensó que Sara estaba a punto de volverse loca, su obsesión con Yago era demasiado profunda al igual que la obsesión de Oriel con
Sara
Ese era realmente un amor persistente entre tres personas.
“Gracias por la información, Srta. Pérez. Aunque no soy la hija biológica de la familia Ruiz, mis padres, mi hermano, mis abuelos, todos me tratan como a una verdadera hija, incluso más que a una hija biológica, no creo que no ser la hija biológica de la familia Ruiz sea algo vergonzoso“.
“Además, no estoy sin padres, no solo encontré a mi madre biológica, sino que también tengo padres adoptivos, no soy una niña abandonada. Srta. Pérez, tu estatus, tu comportamiento, tu calidad, realmente me han sorprendido, van demasiado lejos. ¿Cómo podrias ser digna de Yago con esa calidad? Solo una mujer amable y hermosa como yo podria ser digna de Yago. Solo puedes estar celosa. ¡Ay! Si te mueres de celos, puedo enviarte un ramo de flores de consuelo“.
Sara Tatiana!”
“Ay, ¿por qué gritas tan fuerte? ¿Vas a hacer un espectáculo de locura? Espera un segundo, déjame encontrar una silla para sentarme, hacerme un café, tomar algunos bocadillos, luego puedes comenzar tu espectáculo Tengo que ver el espectáculo de la Srta. Pérez hasta el final“.
Sara:
¡Estaba a punto de morir de ira! Nadie le habia dicho que Tatiana tenia la habilidad de enfurecer a la gente hasta la muerte con solo palabras.
“Tatiana, no me rendiré tan fácilmente, ¡Yago es mio! ¡El es mio, solo mio! Grito Sara con furia.
Tatiana sonrió y dijo: “Si puedes quitarme a Yago, entonces ven y presume frente a mi. Srta. Pérez, uno debe tener dignidad y autoestima, no te humilles, Yago es mi esposo ahora, mi hombre, sabes que somos marido y mujer, pero aun así quieres perseguir a mi esposo, incluso quieres robarle el esposo a alguien, pero el problema es que ni siquiera puedes hacer eso, Yago no quiere ni mirarte“.
Sara estaba furiosa: “Fui la primera en conocer a Yago, la primera en enamorarme de Yago, tú eres la que me robó a mi amado, y todavia tienes el descaro de llamarme la tercera en discordia ¡Tatiana, tú eres la humilde, to, mujer astuta, tú me robaste a Yago!“.
Tatiana se rio friamente y le preguntó: “¿Cuál es tu relación con Yago? ¿Son o fueron novios formalmente? ¿Has tenido a Yago alguna vez? No tienen ninguna relación, nunca lo has tenido, así que no digas que te lo robe.
Sara se quedó sin palabras, siempre habia estado enamorada de Yago en silencio, pero nunca lo había tenido, tampoco tuvo una relación oficial con él.
¿Dónde está Yago?“, preguntó Sara friamente. “Haz que conteste el teléfono.
*Srta. Pérez, ¿qué esposa estaria dispuesta a dejar que la mujer que persigue a su marido hable con él?“. Después de decir esto con mucha autoridad, Tatiana añadió: “Mi marido está bañándose“.
“¿Que han hecho?“. Sara le preguntó con celos.
Tatiana se rio: “Srta. Pérez, ¿sabes qué hora es? ¿Qué tiene de malo que mi marido se bañe? ¿Y que hicimos? Srta. Pérez, has estado fuera del pais tantos años, no finjas ignorancia conmigo, ¿qué pueden hacer y qué hacen los esposos? Srta. Pérez, lo sabes bien, no lo preguntes, me hace sentir incomoda”
-Sara se quedó sin palabras.
Yago salió del baño, estaba envuelto en una toalla grande, con su torso desnudo.
Tatiana miró al guapo hombre que acababa de salir de la ducha y exclamó deliberadamente: “Amor, tienes un cuerpo increible! Eres tan guapo! Eres el mejor hombre del mundo, pero eres mio! El hombre más guapo, más sobresaliente y más considerado del mundo, ¡es mi marido, el marido de Tatiana! Amor, ven aqui, déjame admirar tu hermosura, ay, estoy tan enamorada de ti.
Mientras Yago se acercaba, decia: “Tati, también estoy loco por ti“.
“¿Solo me amas a mi?“.
“Si, solo a ti. En esta vida solo te amo a ti, Tatiana. Si hay una próxima vida, quiero ser tu esposo de nuevo“.
Sara, del otro lado del teléfono, escuchó toda la conversación de la pareja y no pudo seguir escuchando, y colgó la llamada. Temia que, si no
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colgaba la llamada, sus venas explotarían de la ira.
Tatiana, que descarada era!
¿Cómo podía Yago pasar toda su vida con una mujer tan descarada como ella?
¡Yago debería estar con ella, Sara!
Lanzó su telefono al suelo con ira y el teléfono se cayó al suelo y se partió en dos. Sara estaba tan enfurecida con Tatiana que incluso pateó su teléfono roto un par de veces, enviándolo volando.
*Tatiana, Tatiana!“. Sara caminaba de un lado a otro en la habitación, maldiciéndola mientras caminaba.
“Perra, no tienes dignidad! Ere’s astuta como una zorra! No te alegres demasiado pronto, cuando la familia de Yago regrese, seguramente te echaran, una persona que ni siquiera sabe quiénes son sus propios padres, pensar en ser parte de la familia Núñez es ridiculo! Yago es mio! A menos que yo no lo quiera más, nadie me puede quitar a Yago, cualquiera que intente quitarmelo será mi enemigo!“. Sara parecia furiosa. Tatiana no sentia miedo.
Yago abrazaba a su esposa “No temas, estoy aqui, si alguien se atreve a lastimarte, los dejaré a todos calvos!”
Tatiana sugeria alegremente: “Amor, trae tu navaja de afeitar, vamos a la familia Pérez y afeitar a Sara, la niña que te ha gustado desde que eras pequeño“.
*Sara no es la niña que me ha gustado desde que era pequeño!“. Yago enfatizaba de nuevo.