Capítulo 171
“Quiero dos cajas de postres. Las llevaré a la empresa. Cuando tenga hambre, podré probar los postres que hiciste. Si están deliciosos, vendré a comprar aqui todos los días, tendrás un cliente fijo, eso es bueno, ¿no?”
Cecilia se dio la vuelta y se fue.
Rápidamente, preparó una bandeja con unos pequeños pasteles.
Colocó la bandeja frente a Oriel y le dijo: “Si te terminas estos pasteles, te daré dos cajas de postres, si no, olvidalo.”
Oriel la miraba con ojos profundos y dijo: “En realidad, tienes miedo de que desperdicie tus postres, ¿verdad?”
Sacó su billetera, sacó rápidamente un fajo de dinero, lo puso en la mesa y le dijo a Cecilia: “Te pagaré, aunque no me los termine y los tire, estaré desperdiciando mi dinero, no tienes que preocuparte.”
Cecilia cogió su dinero, pero insistió: “Primero come.”
Alver que Cecilia realmente aceptó su dinero, Oriel guardó su billetera en su bolsillo y le dijo: “Cuando Iker viene, le das dos cajas de postres y no le cobras, yo te pago y aceptas muy rápido, pero aún no veo los postres.”
Ellos son esposos, es muy distante la forma en que ella se comporta.
Si ella toma su dinero, también deberia tomar el de Iker.
Oriel pensó por un momento y sintió que era muy injusto.
Incluso quiso acercarse a Iker y cobrarle dos cajas de postres.
¿Puedes compararte con la relación que tengo con lker?”
Cecilia respondió sin rodeos.
“Soy buena amiga de Tati, veo a lker como a mi propio hermano y él me ve como a su hermana, ¿y tú qué?”
Oriel se quedó sin palabras por lo que ella dijo, queria decir que él es su esposo.
Pero él se contuvo, una vez le pidió que mantuvieran en secreto su relación matrimonial, que no se lo dijera a otros.
“¿Por qué estás aqui?”
Cecilia no noto su expresión y preguntó al pasar.
“Sólo pasaba por aquí.”
Oriel decía la verdad, realmente estaba de paso.
En realidad, no planeaba venir, pero cambió de opinión cuando vio a iker entrar.
“Bueno.”
Cecilia respondió y al ver que él aún no comía los pasteles, le preguntó: ¿Por qué no pruebas uno?”
“¿Es dulce?*
La mirada de Cecilia parecia decir “¿acaso necesitas preguntar?”
Oriel vacilo por un momento, luego tomó un pastel y comió cuidadosamente un bocado. El pastel es dulce, pero no demasiado, lo cual le resulta aceptable.
Comio lentamente, tardó un rato en terminar el pastel, luego dijo: “Cecilia, rápido, dame un vaso de agua, o mejor dos.”
Cecilia vio su expresión como si hubiera comido veneno, murmurando, pero aun así fue a buscarle un vaso de agua. Se lo bebió de un sorbo, Juego pidió otro, que también se terminó.
Después de beber dos vasos de agua, el sabor dulce en su boca se habia ido, Oriel parecia haber recuperado su energia.
“¿Sara te hizo hecho pasteles?”
Cecilia pregunto de repente.
Le gustaba ella, por lo que toda la comida que ella hacía era deliciosa.
Amaba tanto a Sara que, ci ella le hacia un pastel, se lo comeria todo.
Oriel parecia un poco decepcionado
“¿No te hizo ninguno? ¿O solo lo hizo para el Sr. Ibarra?”
“No, he probado los postres de Sara, sabe que no me gustan los dulces, así que sus postres son solo un poco dulces, no como los tuyos.”
Cecilia sonrió suavemente, “¿Realmente te hizo postres? ¿O hizo postres para el Sr. Ibarra, los rechazó y te los dio a ti, y te los comiste todos
como un tesoro?”
Golpeó la mesa con fuerza.
El ruido fue tan fuerte que tanto los trabajadores de la tienda como los guardias de la puerta se volvieron para mirar.
Onellos ignoro.
Tenia el rostro serio y miraba a Cecilia con frialdad.
Si hubiera sido antes, podria haber asustado a Cecilia, pero ahora ella ya no le tenía miedo.
Todavía tenía principios.
No golpearía a una mujer.
“Asi que me lo tomaste a mal, ¿eh?”
“Cecilia, deja de mencionar a Sara, no estoy molesto. Al contrario, eres tú quien siempre me provoca mencionándola. ¿Acaso estás celosa de Sara?”
Oriel se puso de pie, inclinó su alto cuerpo y se acercó a Cecilia con su lindo rostro, tomó la barbilla de Cecilia con una mano y le dijo friamente: *Recuerda, no te enamores de mi, yo no te amaré. Simplemente haz tu parte honestamente y te pagarán más tarde, y si quieres algo que no es tuyo, ten cuidado de terminar sin nada“.
Cecilia levantó la mano y la apartó.
*Parece que le encanta alardear, Tranquilo, recuerdo todo lo que me has dicho, no cometeré errores. Si menciono a Sara, es para burlarme de ti. ¿No te diste cuenta?”
Oriel se enderezo y dijo friamente: “No quiero que vuelvas a mencionar a Sara en mi presencia. No tienes derecho a hacerlo!”
Cecilia sonrió suavemente. “Hablas como si realmente quisiera mencionarla. ¿No tengo derecho a hacerlo? También creo que mencionarla me ensucia la boca“.
Y si volvia a mencionar a Sara en su presencia, entonces ya no tendria el mismo apellido que su padre, jadoptaría el apellido de su abuelo! Oriel queria darle una lección, pero nunca pudo hacerlo. Finalmente, se levantó, apartó la silla y se fue.
“Señor Basurto, que tengas buen viaje.”
Oriel se detuvo de repente, se dio la vuelta, volvió, agarro a Cecilia con una mano y la empujó contra la pared. No fue hasta que su espalda se -apoyó contra la pared que se detuvo
Buen viaje? ¿Esperas que me muera, verdad? Si yo muero, tú…”
Oriel se inclino hacia adelante, acercándose a su oido, y dijo en voz baja y fría: “Te convertirías en viuda.”
Después de hablar, soltó el cuello de Cecilia y luego le dio unas ligeras palmaditas en el rostro.
“Si no me enojo, pensarás que soy fácil de intimidar Cecilia, no me hagas enjojar todo el tiempo. Me temo que no podré controlarme la próxima vez, y Realmente te estrangulare hasta dejarte sin aliento.”
Después de palmear la cara de Cecilia, Oriel retiró la mano y estaba a punto de irse, pero se detuvo y metió la mano en el bolsillo de los pantalones de Cecilia.
“Bastardo, ¡qué haces!”
Cecilia era muy cosquillosa.
Cuando Oriel metió la mano en su bolsillo, rozó su muslo y ella sintió mucha cosquilla, por lo que reaccionó violentamente.
Oriel se quedó paralizado.
No tenia intención de hacer nada, sólo quería recuperar el fajo de billetes que le habia dado antes.
Su reacción fue tan violenta, como si él la estuviera acosando.
Incluso cuando la habia estrangulado antes, ella no había reaccionado tanto
*Dame el dinero.”
Oriel dijo con el rostro serio, “Ya no quiero tus dulces, devuélveme el dinero.
Cecilia“…sólo tenias que decirlo, no hace falta que me toques.”
Saçó un billete del fajo y le devolvió el resto.
Te lo devuelvo.”