Capítulo 169
“¿Cómo está Cecilia? ¿Quién es más bella, ella o Sara?”
Preguntó Yolanda.
Adriana pensó un momento y respondió: “Cecilia no es fea, comparándola con Sara, cada una tiene sus encantos. Pero siempre habla preferido a Sara, no aceptaria a ninguna otra mujer, aunque se casara con Oriel.”
“Sara y Oriel se conocen desde pequeños, su relación es muy profunda, y no cualquiera puede intervenir entre ellos“.
Adriana dijo: “Yo tampoco entiendo lo que piensa Adolfo“.
“Estoy lan molesta, que no puedo soportarlo cuando veo a Adolfo en casa, por eso vine a hablar contigo.”
Yolanda dijo: “No te enfades, él sigue siendo quien toma las decisiones en la familia, hay otras personas en tu familia que también anciano tener el poder, no te conviene ofender a Adolfo por algo fan insustancial.”
“Sobre el matrimonio de Oriel, no creo que él la vaya a dejar tranquila, una vez que Sara regrese, esa mujer será irrelevante.”
Como esposa, no puedes evitar tener celos, al ver a tu esposo tratar tan bien a otra mujer. Si Cecilia no puede contenerse y busca problemas con Oriel o con Sara, entonces ella se estará metiendo en problemas, esperando ser castigada por Oriel.
Yolanda sabe cuánto ama Oriel a su hija, quien se atreva a ofender a Sara, Oriel luchará contra ellos, así como lo hizo con Yago por tratar mal a Sara
Adriana aceptó..
Ahora también espera que Sara regrese pronto.
Sara y Yolanda la ayudan a lidiar con Cecilia, una vez que Oriel y Cecilia se divorcien, si Adolfo sigue vivo, ella le presentará a Oriel una chica rica y mejor que Cecilia.
En cuanto a Sara.
Mientras Adolfo esté vivo, Sara no podrá ser parte de la familia Basurto.
Si Oriel realmente no puede soportarlo, puede tenerla como amante por el momento, y después de la muerte de Adolfo hacer nuevos planes. Aunque las dos madres tienen sus propios planes, sus pensamientos son muy similares.
Cecilia no sabe que Adriana habia ido a la familia Pérez, recibió una llamada de Tatiana diciendo que no podia ir a la tienda, asi que llegó temprano a la tienda y observó a los trabajadores muy ocupados.
A las diez de la mañana, llegó lker.
“Iker.”
Cecilia se acercó a él y dijo con una sonrisa: “Vienes a buscar a Tati? Ahora Tati está muy ocupada, no vino a la tienda.”
“Tati no está, pensé que estaría aquí, ya que pasaba por aqui decidí entrar luego le llamaré.”
Iker conservaba alrededor de la tienda y pregunto: “¿Cuántos dias más tardará en terminar la remodelación?”
“Al menos cuatro o cinco dias.”
Iker asintió.
“Iker, ¿quieres algo de beber? Te puedo servir agua, también tengo café y batidos, preparé batidos para los trabajadores e hice algunos postres.” Iker miraba su reloj y dijo: “Sólo agua, por favor. No necesito postre.”
Cecilia sonrió y le invitó a sentarse en una mesa limpia, luego se volvió para servirle un vaso de agua a lker.
Iker tomó el vaso de agua y bebió un poco.
“¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?”
“Por ahora no, pero si hay algo, no dudaré en pedirte ayuda.”
iker sonrió y dijo: ‘Exacto, no te cortes, tú y Tati son como mis hermanas.”
Después de pensar un momento, le advirtió: “La madre de Sara había vuelto al país, ella adora a su hija, podria buscarte problemas por lo de Sara, ahora que Tati tiene el apoyo de Yago, Yolanda podría tener que tener cuidado.”
Aunque no estaba muy satisfecho, Iker tuvo que admitir que con Yago, su hermana no tenia nada de qué preocuparse en Atlántida.
Iker se sentia algo culpable, pensaba que, como hermano mayor, no tenia suficiente fuerza para ser el soporte fuerte de Tatiana, tenía que depender de Yago.
“Gracias por recordármelo. Recientemente nadie había venido a molestarme. No importaría quién sea, mientras tenga razón, no le tendré miedo“.
Sara estaba equivocada.
Incluso si Oriel apoyaba a Sara, no le temía, mucho menos a Yolanda.
En Atlántida, Oriel daba más miedo que Yolanda, que había emigrado hace muchos años.
De todas formas, ten cuidado.”
Cecilia acepto, después de lo que Tati habia pasado con el engaño y el secuestro, todos iban a ser más cautelosos.
“Siéntate un rato, voy a prepararte algunos postres, puedes probarlos cuando estés descansando.”
*No soy muy fanático de los postres.”
Quizás, muchos hombres no son muy aficionados a los dulces.
Al menos a Iker y a los demás no les gustan los dulces.
Cecilia bromeó: “Si no le gusta, puedes dárselo a la chica que te gusta”
“No tengo una chica que me guste.”
Iker, al decir esto, por alguna razón se puso rojo.
Los ojos de Cecilia se iluminaron.
Parece que lker tiene algo.
Ella tenia que hablar con Tati, hacer que averiguara.
“Voy a prepararte los postres.”
Cecilia se giro y se fue riendo.
Iker no la detuvo.
Unos minutos después, Cecilia llegó con una bolsa, dentro de la cual habia dos cajas de pasteles que había horneado ese dia
Le pasó la bolsa a Iker.
“Te dije que no era necesario, pero igual trajiste.”
Aunque Iker habia dicho que no, sus manos tomaron respetuosamente la bolsa, luego terminó su agua, se levantó y le dijo a Cecilia: “Me voy, si necesitas ayuda, llámame.”
‘De acuerdo.”
Cecilia acompañó a Iker hasta la salida de la tienda.
Ambos estaban riendo y hablando.
Al salir, Cecilia vio la familiar caravana de autos acercándose lentamente, finalmente se detuvo al lado de la carretera.
Oriel se acercó protegido por sus guardaespaldas.
Se encontró con lker, que estaba de salida.
Ambos se detuvieron.
Iker y Yago eran compañeros de clase, también conocían a Oriel, recordando que Oriel había ayudado cuando Tatiana fue secuestrada, Iker saludo a Oriel con una sonrisa.
La mirada de Oriel se posaron primeramente en las dos cajas de postres en las manos de Iker, no habia necesidad de preguntar, también sabia que Cecilia se las dio a lker…
Se conocían desde hace muchos años, Oriel sabia que Iker, al igual que él, no eran muy aficionados a los dulces.
Sin embargo, en este momento, Iker tenia dos cajas de postres, ¿era porque Cecilia los había hecho?
¿O los habia hecho Tatiana?
La mirada de Oriel volvió a pasar por Iker, mirando a Cecilia en la puerta de la tienda, a través de la puerta abierta, podia ver a los trabajadores de la construcción ocupados.
Pero, no vio a Tatiana.
Eso significaba que las dos cajas de postres fueron hechas por Cecilia!
ilker realmente respetaba a Cecilia!
¿Qué llevas en la mano?”
Aunque Oriel ya sabia la respuesta, le preguntó a propósito.