Capítulo 261
“¿Tu promesa aún sigue en pie?” Pregunté, mostrando una expresión de dureza en el rostro.
Sabla que Valentino no se aprovecharia de la situación de mi padre para engañarme. Si mi padre realmente habia sido incriminado, entonces tenia que tener la oportunidad de verlo, entender todo claramente y luego hacer planes.
“¿Qué cosa?” La indiferencia en la cara de Valentino se habia desvanecido Se veia más relajado, pero aún pretendia no saber
“¿Si me quedo en Gran Arce por dos semanas, me dejarias ver a mi padre?” Ya estaba decidida. Incluso si mi padre me culpaba después, no me arrepentiría.
Si mi padre habia sido falsamente acusado, no podia simplemente quedarme mirando cómo sufria.
Si mi madre se despertaba y veia que algo le habia sucedido a mi padre, estaría muy triste.
La sonrisa en la boca de Valentino se hizo más profunda. Soltó mi mano y me corrigió: “Es un mes.”
“¿No eran veinte dias?” Pregunté frunciendo el ceño.
“Entonces, ¿por qué lo cambiaste a dos semanas sin mi permiso? Ahora necesitas mi ayuda, entonces debería tener el derecho de cambiar las condiciones.” Dijo Valentino descaradamente.
Pensé en rebatir lo que decía, pero una mirada de Valentino me hizo entender mi posición. Si lo rechazaba en ese momento, estaria obligando a mi padre a estar en un callejón sin salida.
“Está bien, acepto, pero quiero ver a mi padre dentro de tres dias. También hice mi petición.
“No hay problema” Respondió Valentino sin rodeos: “Entonces volvamos a Gran Arce ahora.”
“¡Todavia no he empacado!” Repliqué.
“No es necesario. Todo está listo en Gran Arce. Solo necesitas ir directamente. Y aún hay gente esperándonos allí.” Dijo Valentino y me arrastró hacia el ascensor, sin importarle mi opinión.
Sus mano eran cálidas, a diferencia de las mias, que se volvia frias como un cubito de hielo en invierno.
Una vez en el ascensor, me solté de la mano de Valentino.
“Tus manos están muy frias, deberias abrigarte más Valentino miró mis manos y no insistió más.
No importaba cuánta ropa usara, no resolveria el problema de mis manos fras. De hecho, ya estaba bastante abrigada.
En el camino de regreso a Gran Arce, siempre intenté sondear cuánto sabla Valentino sobre mi padre.
Desafortunadamente, Valentino era demasiado astuto y no me daria ninguna información. Solo decia que haria lo que habia prometido y no hablaria de nada más.
Gran Arce aún era deslumbrante, particularmente acogedor en la fria noche de invierno. Segui a Valentino desde el garaje subterráneo, pasando por la sala de juegos en el camino. La puerta de la sala de juegos estaba abierta y vi una bufanda descuidadamente tirada en el sofá.
Recordaba que Chloe alguna vez tejió una bufanda para Valentino, pero no estaba segura si era la que estaba sobre el sofá.
Me parecia que había visto esa bufanda de lana gruesa de color granate en el sofá, pero no recordaba dónde.
“¿Charlotte?” Los padres de Valentino estaban sentados en el sofá del salon. Al verme, ambos mostraron expresiones de sorpresa.
No esperaba ver a los padres de Valentino alli. Una vez que reaccioné, los saludé cortésmente.
Cuando vi el enorme pastel sobre la mesa, recordé que ese día era el cumpleaños de la madre de Valentino.
Aunque ya no tenía mucho contacto con Fabiola Soler, ese dia era su cumpleaños, por lo que me sentia un poco incómoda por no haberle preparado un regalo.
“Ven y sientate!” Fabiola me saludó con entusiasmo.
Me acerqué y me senté. Ya que había prometido quedarme alli durante un mes, tenía que mantener la calma sin importar quién viniera.
Ese año, Fabiola no invitó a otros amigos y familiares, solo ellos estaban celebrando juntos. Aunque de repente apareciera una extraña como yo, no estaban molestos en absoluto, sino que sonreian alegremente.
Valentino me miro mientras me sentaba al lado de su madre, entonces se quitó la chaqueta y la tiró a un lado: “Charlen un rato, voy a ducharme.”
Ve* Exclamó su madre con alegria.
No sabia si mi presencia alli causaria un malentendido con los padres de Valentino, por lo que me sentia insegura. Pero no me preguntaron por qué estaba ahl, solo se interesaron por cómo estaba mi familia.
La madre de Valentino suspiro: “Debería haber ido a ver a tu madre, pero temia que no fuera apropiado…”
“Gracias por su preocupación. Mi madre todavía no ha despertado, por eso aunque usted vaya a verla, ella no podrá responderle. Estaria muy contenta si suplera que usted se preocupa por ella” Respondi contésmente
“Quería ayudarte a investigar lo de tu padre, pero Valentino dijo que lo manejaria. No dudes en pedirle ayuda!” Me dijo el padre de Valentino con generosidad.
No les conté cómo Valentino había aceptado ayudarme.
Después de un rato, Valentino bajo con ropa nueva. No se habla peinado el cabello, lo dejó caer ordenadamente a ambos lados de la cara, lo que le daba un aspecto más suave.
Llevaba un suéter de lana blanca que parecía de buena calidad y unos pantalones largos negros que hacían que Valentino luciera limpio y sencillo. Sin embargo, su mirada seguia siendo aguda.
Camino hacia donde yo estaba y se sentó al lado de su padre.
*¿De qué están hablando?” Preguntó mientras tomaba de la mesa una copa de vino.
“Estamos hablando de cómo están todos. Si Charlotte iba a venir hoy, ¿por qué no la trajiste antes?” Dijo la madre de Valentino con un tono de reproche
Valentino me observó con una mirada profunda
Habia intentado contactarme antes, pero yo lo habia ignorado.
“Hubo tráfico en el camino, por eso no tuve tiempo de comprar un regalo. Lamento mucho la falta de consideración.” Expliqué.
*No importa, que hayas venido a celebrar mi cumpleaños es el mejor regalo Dijo Fabiola, con un tono cariñoso mientras me agarraba la mano. Parecia no importarle los problemas de mi familia ni lo que había pasado entre Alberto y yo.
No retiré mi mano de la de Fabiola, sino que hablé con ella de manera amistosa y educada. Después de todo, alguna vez fuimos familia y siempre había temas en común.
Justo cuando el ambiente era amigable, sonó el timbre.
Valentino se levantó para abrir la puerta. Se oyó la voz vivaz de Gatita desde afuera diciendo: “Valentino, vine a celebrar el cumpleaños de tu madre!”
Aquella voz nos dejó a Daniel Soler, a Fabiola y a mi en shock. Para entrar Gran Arce, se necesitaba una tarjeta de acceso. Entonces, ¿Gatita tenia una?
Parecia que Gran Arce era muy popular. Antes Chloe tenia la llave y en ese momento Gatita tenía la tarjeta de acceso.
“¿Quién te invitó?” Preguntó Valentino con un tono desagradable.
Gatita se coló por la puerta: “Con tu temperamento, seguro que no puedes hacer feliz a tu madre, por eso vine…”
Se detuvo a mitad de la frase al verme, quedándose paralizada.
Por alguna razón, instintivamente solté la mano de Fabiola.